Una joven madre de 26 años empezó a quejarse de una fuerte molestia bajo la axila dos días después de dar a luz. Atendida en el Hospital de Santa Maria de Lisboa, Portugal, las especialistas Cristiana Marinho-Soares y Maria Pulido-Valente detectaron una masa axilar consistente con un diagnóstico de polimastia, es decir, de "más de dos mamas" en el mismo cuerpo. Para sorpresa de todas las implicadas, sin embargo, cuando las doctoras presionaron el bulto empezó a secretar un líquido blancuzco no muy diferente de la leche materna que estaba produciendo la paciente, relata el artículo publicado en The New England Journal of Medicine.
La polimastia se produce en los seres humanos cuando durante la gestación el tejido mamario se extiende de forma ectópica más allá de la zona pectoral y del área que forma las mamas. Se calcula, según datos de la Clínica Mayo, que pueden sufrir esta condición entre un 1% y un 5% de las mujeres. Normalmente es benigna y puede pasar enteramente desapercibida: la polimastia axilar, como sufrió la paciente portuguesa, es la más cómún, debido a su proximidad en la denominada "cresta mamaria".
Esta cresta es común a los mamíferos de género femenino, y se extiende del interior de la axila a las mamas, descendiendo por el abdomen y alcanzando el pubis y la cara interna de los muslos. La probabilidad de que el tejido mamario ectópico llegue tan lejos en los seres humanos es muy rara, y más todavía que se active como glándulas lactantes productivas tras el parto, pero se han llegado a documentar el caso de una mujer que produjo leche por la vagina tras dar a luz al tener precisamente un "tercer pecho" en esa localización.
La polimastia es también responsable de la aparición de casos de "tercer pezón" o areolas -la parte coloreada que rodea pezón- a lo largo de la línea que describe la cresta mamaria. En el caso de la paciente portuguesa, esos elementos anómalos estaban ausentes, pero tanto la masa mamaria crecida tras el parto como su producción de 'leche' fueron notables. Se han descrito casos en los que la mujer ha tenido que sacarse la leche del 'pecho' adicional para reducir su volumen y las molestias.
Por otra parte, aunque la condición es benigna y tiene a desaparecer una vez se interrumpe la lactancia, este tejido mamario también puede volverse canceroso, un hecho preocupante dado que el cáncer de mama es el más prevalente entre las mujeres. La paciente lisboeta recibió la recomendación de someter su 'tercer pecho' a las mismas revisiones de ginecomastia para prevenir estosa tumores. Si el criterio médico lo avala, por otra parte, no es infrecuente que este tejido mamario ectópico sea extirpado en una operación similar a las de reducción de mama.
Por otro lado, este insólito caso no tiene nada que ver con una leyenda urbana ligada a la vacunación contra la Covid especialmente entre la población más joven: que las nuevas vacunas pueden hacer crecer los pechos. Lo que sí se puede dar es una inflamación temporal de los ganglios axilares, lo que produce un aumento de volumen durante unos días en la zona.