La última actualización de la situación epidemiológica del coronavirus en España confirmaba que, al menos, nueve de cada diez casos detectados eran de la variante Delta (B.1.617.2), originada en India. Actualmente, ocupa en torno al 94,3% del territorio en detrimento de otras como la Alfa, la más extendida a principios de año, pero que ahora apenas supone entre el 0,06% y el 0,3%.
Noticias nada halagüeñas teniendo en cuenta que un nuevo estudio publicado este viernes en The Lancet Infectious Diseases desvela que las personas infectadas con la variante Delta del SARS-CoV-2 tienen aproximadamente el doble de riesgo de hospitalización en comparación con las infectadas por la Alfa.
El estudio, que ha analizado más de 40.000 casos en Inglaterra entre el 29 de marzo y el 23 de mayo de 2021, confirma que el riesgo de acudir al hospital para recibir atención de emergencia o de ser ingresado dentro de los 14 días posteriores a la infección por la variante Delta es 1,5 veces mayor en comparación con la Alfa (aumento del riesgo de 1,45 veces).
Este nuevo estudio es el primero en informar del riesgo de hospitalización comparando las variantes Delta y Alfa en base a los casos confirmados por la secuenciación del genoma completo, que es la forma más precisa de determinar la variante del virus.
El doctor Gavin Dabrera, uno de los autores principales del estudio y epidemiólogo consultor del Servicio Nacional de Infecciones de la Salud Pública de Inglaterra, asegura que "este estudio confirma los hallazgos previos de que las personas infectadas con Delta tienen una probabilidad significativamente mayor de requerir hospitalización que aquellas con Alfa, aunque la mayoría de los casos incluidos en el análisis eran de personas no vacunadas".
En este sentido, el experto añade que la vacunación ofrece una excelente protección contra Delta y, como esta variante representa más del 98% de los casos de Covid-19 en el Reino Unido -parecido a lo que ocurre en España-, "es vital que quienes no hayan recibido dos dosis de la vacuna lo hagan lo antes posible". Dabrera además recuerda que "aún así, es importante que si se tienen síntomas de Covid-19, se permanezca en casa y se realice una prueba PCR lo antes posible ".
Más contagiosa y más grave
De la variante Delta se tuvo conocimiento por primera vez en India en diciembre de 2020. Los primeros estudios apuntaron que era hasta un 50% más transmisible que la variante de Covid-19 que anteriormente había ganado terreno en todo el mundo, la Alfa, e identificada por primera vez en Kent, Reino Unido.
Un estudio preliminar de Escocia ya informó previamente de una duplicación del riesgo de hospitalización con la variante Delta en comparación con la Alfa y la sospecha de que la variante india estaba asociada con una enfermedad más grave. Este trabajo utilizó los resultados iniciales de pruebas PCR de los pacientes y determinó qué variantes tenían comprobando un gen específico que es más común en Delta.
Ahora, para el último estudio publicado, los investigadores analizaron datos de la atención médica de 43.338 casos positivos de Covid-19 en Inglaterra incluyendo información sobre el estado de vacunación, la asistencia a emergencias, la admisión hospitalaria y otras características demográficas. En todos los casos, las muestras del virus tomadas de los pacientes se sometieron a una secuenciación del genoma completo para confirmar qué variante había causado la infección.
Durante el período de estudio, hubo 34.656 casos de la variante Alfa (80%) y 8.682 casos de la variante Delta (20%). Si bien la proporción de casos delta en el periodo de estudio en general fue del 20%, creció hasta representar alrededor de dos tercios de los nuevos casos de Covid-19 en la semana que comenzó el 17 de mayo de 2021 (65%, 3.973 de 6.090). Estos datos indicaron que la Delta había superado a la Alfa convirtiéndose en la variante dominante en Inglaterra.
Aproximadamente uno de cada 50 pacientes ingresó en el hospital dentro de los 14 días posteriores a su primera prueba Covid-19 positiva (2,2% de casos Alfa, 764 de 34.656; 2.3% de casos Delta, 196 de 8.682). Después de tener en cuenta los factores que afectan a la posibilidad de paceder una enfermedad grave por coronavirus (la edad, el origen étnico y el estado de vacunación), los investigadores encontraron que el riesgo de ser ingresado se duplicó con la variante Delta en comparación con Alfa (aumento del riesgo de 2,26 veces).
En este sentido, múltiples estudios han demostrado que la vacunación completa previene la infección sintomática y la hospitalización, tanto para la variante Alfa como para la Delta. De hecho, en este estudio, solo el 1,8% (794 de 43.338) de los casos de Covid-19 (con cualquiera de las variantes) habían recibido ambas dosis de la vacuna; el 74% de los casos (32.078 de 43.338) no estaban vacunados y el 24% (10.466 de 43.338) tenían una dosis.
Los autores señalan que, por lo tanto, no es posible sacar conclusiones estadísticamente significativas sobre cómo el riesgo de hospitalización difiere entre las personas vacunadas que puedan desarrollar infecciones por Alfa o Delta. No obstante, los resultados de este estudio desvelan principalmente el riesgo de ingreso hospitalario para quienes no están vacunados o que solo cuentan con una dosis.
La doctora Anne Presanis, una de las autoras principales del estudio y estadística senior de la Unidad de Bioestadística del MRC (Universidad de Cambridge), apunta que "en ausencia de vacunación, cualquier brote de Delta impondrá una carga mayor en la atención médica que una epidemia de Alfa". Por este motivo, asegura la investigadora, "vacunarse por completo es fundamental para reducir el riesgo de infección sintomática de un individuo con Delta en primer lugar y, lo que es más importante, para reducir el riesgo de enfermedad grave e ingreso hospitalario de un paciente con esta variante".
Los investigadores señalan, no obstante, varias limitaciones al estudio. Y es que es probable que algunos grupos de población busquen atención hospitalaria, lo que podría haber sesgado los resultados. Además, ha podido haber cambios en la política de admisión hospitalaria durante el período del estudio, a pesar de que el ajuste por demografía y tiempo debería haber minimizado este sesgo. Asimismo, los autores no tuvieron acceso a información sobre las condiciones de salud preexistentes de los pacientes, que se sabe que afectan el riesgo de enfermedad grave por Covid-19, por lo que, en su lugar, tuvieron en cuenta la edad, el género, la etnia y el nivel estimado de privación socioeconómica.