Por qué España no va llegar a cero muertos por Covid-19 en meses
Las cifras de letalidad indican que los fallecimientos por SARS-CoV-2 seguirán siendo habituales por un tiempo.
15 octubre, 2021 03:57Noticias relacionadas
El día en que la incidencia del SARS-CoV-2 bajó de 50 parecieron sonar campanas celestiales. Después de muchos, muchos meses, España entraba en riesgo bajo por Covid y el camino hacia el final de la pandemia ya se veía mucho menos borroso. Ahora queda recorrerlo.
Las abultadas cifras de contagios que hemos vivido en el último año hacen ver las actuales casi como un resquicio de la enfermedad, pero hay algo fundamental que nos dice que esto no se ha acabado: la gente sigue muriendo por Covid todos los días.
En la última semana han sido 87 las personas que han fallecido por la enfermedad, más de 11 cada día. Sin duda son cifras bajas respecto a las que hemos vivido, pero que nos hacen ver que la pandemia sigue viva y sigue haciendo daño.
"Sigue habiendo muertos y los seguirá habiendo mientras haya casos", comenta Julián Domínguez, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene. "Pero es cierto que el porcentaje ha variado respecto a las anteriores ondas epidémicas".
Efectivamente, esta ha ido variando con el tiempo. Según los datos proporcionados por el Instituto de Salud Carlos III, la letalidad en menores de 50 años ha sido muy baja en toda la pandemia (aunque no hay que olvidar que ha habido muertes en todas las franjas de edad).
A medida que se asciende en las edades se ven las diferencias entre las sucesivas oleadas: si la mortalidad en la segunda y tercera olas superaba el 16% de los mayores de 80 años contagiados, en la cuarta –la primera con buena parte de la población de esa edad vacunada– ya estaba algo por encima del 10%, y en la quinta bajó de ese umbral.
En el caso de las personas entre 70 y 79 años, la mortalidad hasta la quinta ola, la única en que la distribución de vacunas había llegado ampliamente a este grupo, se situaba alrededor del 5% de los contagiados, situándose por debajo del 3% en el último periodo analizado.
Esta cifra es menor que el cálculo de la letalidad estimado a raíz del estudio de seroprevalencia que llevó a cabo el propio instituto en mayo del año pasado: del 4,1% en mayores de 70 años. Esta caída es notable ya que el cálculo se ha realizado sobre la estimación de casos totales, incluyendo asintomáticos. Es decir, que las vacunas han funcionado y muy bien.
Cuatro millones sin vacunar
Las cifras que ofrece diariamente el Ministerio de Sanidad, basadas en los casos notificados, establecen una letalidad global a lo largo de la pandemia del 1,7% (no diferencia en tramos de edad). Este jueves se han registrado un total de 1.932 casos. En un cálculo simple pero orientativo, implica que unas 33 de esas personas acabarán falleciendo.
Cojamos otro indicador para ejemplificar: el número de pacientes hospitalizados en este mismo instante en toda España. Son, concretamente, 1.854. Los datos del Carlos III establecen una letalidad del 17,8% en ingresados (si bien esta ha bajado en la quinta ola). Es decir, que 330 de ellos fallecerían.
Hay que tener en cuenta que, desde hace ya un año, el ministerio no comunica oficialmente muertes diarias sino a lo largo de la semana. La justificación fue que daba una imagen más precisa de la evolución de la pandemia, aunque es probable que la razón sea que los retrasos en la notificación de muertes hacían de éste un indicador poco fiable. Con todo, al final de la cuarta ola no era inhabitual que algunas comunidades notificaran cero muertes en un día concreto.
"La letalidad irá bajando progresivamente pero sigue habiendo un 20% de la población española sin vacunar", comenta Domínguez. De ellos, hay unos 4 millones que están dentro de la edad indicada para recibir la inyección pero ni siquiera han 'saboreado' un pinchazo. Esos son los que preocupan al preventivista.
"Ese grupo es peligroso, en el sentido de que pueden infectarse y transmitir la Covid" a otros individuos con inmunosenescencia o inmunodepresión, es decir, que por la edad sus defensas hayan bajado pese a estar vacunados o porque tienen alguna condición que afecta, directa o indirectamente, a sus sistema inmune. Precisamente para estos grupos se ha aprobado la administración de una dosis adicional de las vacunas antiCovid.
Adiós a las olas Covid
La pregunta que queda es: ¿hasta cuándo seguiremos viendo ese flujo constante de fallecimientos, por pocos que sean, y que se convierta en algo esporádico? Casi todos los expertos vaticinaban una sexta ola de infecciones por coronavirus para finales de septiembre o principios de octubre, pero hasta el momento no se ha producido, por lo que no se prevé que el número aumente en el corto plazo. Pero eso no quiere decir que, con olas o sin olas (al igual que la quinta nos lo advirtió respecto a la vacuna), vaya a dejar de haber gente con el peor pronóstico.
"Incluso en enfermedades leves hay un porcentaje de letalidad", afirma Domínguez. "En periodos endemoepidémicos, sin una onda clara pero con brotes localizados, seguirá habiendo casos de muertes por Covid". Y recuerda: "La Covid no ha acabado, queda un porcentaje alto de personas sin vacunar y seguiremos teniendo casos".
Con todo, no ve lejos el día en que se llegue a cero muertes "si la vacunación deja de estar estancada y si las medidas preventivas individuales se mantienen". Cuando la incidencia acumulada sea tan baja "que ya no se produzcan ingresos, algo que va detrás de la incidencia", se podrá vislumbrar.
No obstante, habrá que esperar algo más. Aunque prefiere no dar fechas, el portavoz de los salubristas españoles considera que entrando en un periodo de nueva normalidad (incidencia por debajo de 25) "tendremos que esperar entre dos y cuatro semanas para que los pacientes graves o en UCI se curen o fallezcan". Ese será el momento de inflexión para salir del callejón de la pandemia.
Hace unos días, los expertos en Salud Pública consultados por EL ESPAÑOL estimaban finales de año como la fecha en que, si las vacaciones navideñas lo permiten, podamos alcanzar la nueva normalidad. Confiemos en que la Covid no supere la cuesta de enero.