En el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Esta máxima se puede aplicar a la situación actual de la pandemia en España: el incremento de la incidencia a 14 días hasta los 71,50 casos por cada 100.000 personas, 20 puntos en las últimas dos semanas, palidece en comparación con las cifras mucho más abultadas de nuestros vecinos.
Poca broma: en Reino Unido la tasa de es 769; en Países Bajos, 786; en Alemania: 462. Mención especial merecen Bélgica y Austria, cuya incidencia supera los 1.000 casos, batiendo récords nacionales en toda la pandemia. Esto se está viendo en la vuelta a restricciones 'duras': una de las provincias autríacas ya ha anunciado un confinamiento estricto para los no vacunados.
Otros países no lo están pasando tan mal, pero avisados quedan: Italia y Francia superan una incidencia de 100 pero están lejos de los picos de la cuarta ola europea. Y es que en España les llevamos dos olas de ventaja: "Ya estamos en la sexta ola", sentencia el epidemiólogo Joan Caylá.
Su mensaje no es nuevo, lo mantiene desde que la incidencia se estancó en nuestro país para, poco después, comenzar a subir con cada vez mayor ímpetu: según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, la tasa ha subido 4,43 puntos respecto al último día. El viernes de la semana pasada se comunicaban 1.800 casos de Covid; este, han sido 2.700.
"Tiene mala pinta", confiesa, apuntando que hay varias comunidades cuyas tasas se sitúan por encima de 100 (Aragón, Baleares, Navarra y País Vasco) y que están aumentando de nuevo los ingresos hospitalarios. De hecho, en todo lo que llevamos de noviembre hemos visto cómo, diariamente, las nuevas hospitalizaciones por Covid superan a las altas. Las últimas cifras: 229 ingresos frente a 191 altas.
"Hay que tener muy claro que la pandemia continúa", advierte. "Hay gente que se piensa que esto ya ha pasado. Hace dos o tres semanas teníamos 40 casos por cada 100.000 habitantes. Lo ideal hubiera sido seguir bajando hasta llegar a los 20, pero en cambio hemos subido hasta los 70".
Vale, pero, ¿y las vacunas? El discurso triunfalista al que llegamos en verano se ha llenado de matices en estos últimos meses al ver cómo los casos han aumentado en los países con las mayores coberturas vacunales del mundo.
Volviendo a Europa, un caso paradigmático es el de Bélgica. Austria y los países del este de Europa tienen coberturas por debajo del 65%, pero este pequeño estado en el corazón de Europa es uno de los más avanzados, habiendo llegado al 74% de la población.
Acudiendo al repositorio de la Universidad de Oxford OurWorldInData, comprobamos que las vacunas sí hacen efecto: mientras que Austria ha contabilizado tres muertes diarias por cada millón de personas en los últimos 7 días, Bélgica ha contabilizado 1,92. Otros países con alta incidencia, como Reino Unido, registran 2,88, mientras que en España hay 0,52.
Caylá, así como otros epidemiólogos y especialistas en salud pública, llevan advirtiendo un tiempo de que, a pesar de los discursos políticos, no se puede fiar todo a la vacuna. "Por sí sola no es suficiente, hay que tener buenas coberturas y programas de prevención que sean efectivos; si no, el virus seguirá contagiando". En la situación actual solo se atreve a situar la inmunidad de grupo en una cobertura superior al 95%.
¿Cómo pinta la situación de España en las próximas semanas, con el macropuente de la Constitución a la vuelta de la esquina y unas navidades en mes y medio? Es difícil saberlo. La experiencia de la quinta ola sirvió para constatar que, a pesar de un incremento masivo de la transmisión del virus, esto no implicó un aumento proporcional en hospitalizaciones y muertes.
Esa es la situación que podrían estar viviendo los países europeos, según ha apuntado en la red social Twitter Saúl Ares, científico del CSIC, que comparaba la cuarta ola alemana con la quinta española.
"Si miramos la población vacunada, Alemania está ahora llegando a los niveles que en España teníamos en julio. No solo hay una diferencia cuantitativa, sino cualitativa: enAlemania solo el 85,6% de los mayores de 60 años está vacunado".
Por tanto, al estar muchos mayores sin proteger, el país germano estaría "en peor situación de la que teníamos en España en verano", explica, y hace un apunte: "Las vacunas hacen su papel y la situación no es comparable con el invierno pasado, pero la curva de muertes aún tiene subida por delante".
Conociendo que la efectividad de las vacunas decrece con el tiempo y que todavía quedan unos 4 millones de personas sin vacunar (más allá de los niños de menos de 12 años, para los que todavía no hay una vacuna aprobada en Europa), es fácil concluir que nuestro país no está fuera de peligro.
Qué pasará en Navidad
Un informe sobre la eficacia de las vacunas en España del Ministerio de Sanidad revelaba que, para los individuos vacunados en marzo, la protección frente a contagio era –en agosto, cuando se recogieron los datos– del 58%. Y quien se contagia puede contagiar.
Más eficaces se muestran las vacunas contra la hospitalización y muerte: 65% y 77%, respectivamente. Hay 6,8 millones de españoles mayores de 70 años (que son la mayoría de los que se vacunaron en marzo) vacunados con pauta completa. Si excluimos a los 2,4 millones que ya han recibido la tercera dosis de la vacuna, quedarían otros 4,4 millones.
Aplicando (burdamente, pues la evolución de la pandemia depende de muchas variables) una sencilla regla de tres, esto querría decir que habría 1,5 millones en riesgo de ser ingresado y algo más de un millón en riesgo de morir por Covid. Desde el pasado 20 de junio al 1 de septiembre, más o menos lo que duró la curva de la quinta ola, hubo 33.000 hospitalizados y 3.000 muertes por Covid. Habida cuenta de la eficacia de las vacunas, no parece una cifra difícil de llegar si solo confiamos en las vacunas.
"Cualquier ola que vaya a venir previsiblemente sería más pequeña y más lenta", aventuraba el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, a principios de octubre, cuando España alcanzaba sus niveles más bajos de incidencia.
Salvador Peiró, investigador en Salud Pública de Fisabio, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana, lo advirtió también. "Es obvio que si la transmisión se dispara, como ha sucedido en Israel o Reino Unido, daría problemas. Aunque pases de ingresar el 20% a ingresar el 2% de los casos, si tienes 10 veces más casos, el número de ingresos es el mismo".
"En cuanto a navidades, si seguimos creciendo así llegaremos más o menos bien", ha continuado. "Si se dispara el crecimiento, la Navidad supondrá un multiplicador enorme". De la misma forma se expresa Caylá: "En Navidad tendremos Covid y la cantidad dependerá bastante de lo que se haga en prevención y control".
El epidemiólogo recuerda la importancia de "seguir usando mascarillas, la distancia de seguridad, hacer buenos estudios de contacto, cumplir las cuarentenas y los aislamientos…" Toda una batería de medidas que van más allá de las vacunas y que, al igual que estas, serán cruciales para llegar a unas navidades lo más cercanas posibles a la nueva normalidad.
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