Un cartel recuerda las normas de protección en un mercadillo en Alemania.EFE/EPA/Sascha Steibach

Un cartel recuerda las normas de protección en un mercadillo en Alemania.EFE/EPA/Sascha Steibach

Salud Covid-19

El último gran bulo contra las vacunas: por qué los vacunados no contagian igual la Covid

La variante delta presenta un riesgo significativo de contagio entre personas vacunadas, pero no significa que la inmunización no suponga una diferencia.

24 noviembre, 2021 06:03

Noticias relacionadas

El reconfortante horizonte de pasar la Navidad de 2021 en España al cobijo de la nueva ola europea de la Covid-19 se va desvaneciendo a medida que transcurre noviembre. Aunque la situación no es comparable a la incidencia disparada de países como Alemania y Austria, donde la variante delta hace estragos entre una población que no alcanza el 70% de vacunados con la pauta completa, nuestro país ha escalado en 20 días de menos de 50 a más de 130 puntos.

Los hospitales ya vuelven a percibir la presión asistencial mientras las medidas restrictivas vuelven a estar sobre la mesa. El 'cerco' a los cuatro millones de españoles que no se han vacunado todavía pese a reunir los requisitos, la ampliación a los menores de 12 años una vez la Agencia Europea del Medicamento (EMA) emita su recomendación, o la instauración del 'pasaporte Covid' para acceder a locales públicos y transportes son las últimas balas en el arsenal para evitar medidas más severas de confinamiento.

Con respecto a la última, el 'pasaporte' de inmunidad, Bruselas aboga por obligar a "renovarlo" cada seis meses, una claúsula que podría llevar a generalizar las 'dosis de recuerdo' de las vacunas a medida que se acumula la evidencia de una pérdida de efectividad transcurrido medio año

Un nuevo factor aterrizaba en la ecuación de la 'ola europea' con estruendo a finales de octubre: un estudio publicado en The Lancet determinaba que, en caso de infección con la variante Delta, prevalente a día de hoy en Europa, una persona vacunada sufriría un 'pico de carga viral' -es decir, tendría un momento de máxima infectividad- similar al de una persona no infectada.

Esta información se ha interpretado bajo múltiples prismas. Hay quien la ha empleado para argumentar en contra de la vacunación de los niños, sosteniendo que no les protegería contra una infección que en cualquier caso no es grave para ellos -una valoración que no tiene en cuenta las secuelas. En otros simplemente ha servido para poner en entredicho la efectividad de 'pasaportes' y 'certificados' de inmunidad visto que la propagación del virus, que es lo que estos documentos tratan de evitar, se seguiría produciendo incluso entre vacunados.

Pero, ¿qué dice realmente el estudio en el centro de la polémica? Son reveladoras las palabras de uno de los investigadores principales, el profesor Ajit Lalvani del Imperial College de Londres: "La vacunación por sí sola no basta para evitar que la gente se contagie con la variante delta y propague la infección en su hogar. La transmisión que observamos entre personas vacunadas hace esencial que las personas sin vacunar se vacunen ya para protegerse de la infección y de la Covid-19 severa, especialmente ahora que vamos a pasar más tiempo juntos y en espacios cerrados durante el invierno". 

¿Por qué insistía Lalvani en la vacunación si admitía al mismo tiempo que delta consigue transmitirse entre vacunados? Otra epidemióloga londinense, la doctora Deepti Gurdasani de la Queen Mary University, lo explica en un hilo de Twitter. No disponemos de una vacuna esterilizante, es decir, que corte en seco la transmisión del coronavirus -ése es el reto pendiente de la vacuna intranasal de Luis Enjuanes, investigador del CSIC-, pero hay que entender que el antígeno funciona a dos niveles: primero, protección contra la infección; segundo, protección contra la transmisión si la infección ha tenido lugar.

Lo que confirmaba el estudio de The Lancet es que una persona vacunada con la pauta completa tiene menos probabilidades de infectarse, incluso con la variante delta, aunque sí puede darse una pérdida de efectividad con el tiempo que hace recomendable la dosis de refuerzo. Si pese a todo la persona se infecta, sí habrá un momento de infectividad comparable a la de una persona sin vacunar. Pero será más corto y con síntomas menos graves, porque también verá atenuada la virulencia de la enfermedad.

En la práctica, las vacunas sí reducen la transmisión de la Covid-19 por el mero hecho de reducir la cantidad de gente infectada y el momento en el que son más contagiosos. En el estudio con 621 pacientes que contrajeron casos leves de la enfermedad se pudo comprobar que la transmisibilidad en un hogar con todos los miembros vacunados era de un 25% con la variante delta, nada despreciable. Pero si había miembros no vacunados, se disparaba al 38%, con mayores posibilidades de que la infección terminase en hospitalización y UCI como lleva ocurriendo desde verano.

La conclusión era todavía más evidente en boca de otra de las investigadoras, la Dra. Anika Singanayagam: nada cambia en cuanto a prevención, si acaso debemos volver a levantar la guardia que hemos relajado en los últimos meses. "La variante delta seguirá causando una elevada cifra de casos incluso en los países con una elevada tasa de vacunación. Las medidas sociales y de salud pública para cortar la transmisión -como las mascarillas, el distanciamiento y los tests- son importantes incluso entre vacunados".