López-Hoyos, presidente de los inmunólogos: "Lo que ha provocado ómicron puede volver a repetirse"
El presidente de la Sociedad Española de Inmunología confirma que la nueva forma del virus podría ser más infectiva que las ya conocidas.
29 noviembre, 2021 06:00Noticias relacionadas
Cuando muchos pensaban que la pandemia provocada por la Covid-19 había entrado en una nueva fase en España gracias al altísimo porcentaje de población vacunada, la variante ómicron, detectada en Sudáfrica, ha hecho saltar todas las alarmas. El pasado viernes, en una reunión de urgencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la calificó como "variante de preocupación" y alertaba de un mayor riesgo de reinfección. Por su parte, la Unión Europea decidió blindarse y suspender los vuelos con el sur de África. Desde entonces, al menos una decena de países ha confirmado ya casos provocados por ómicron.
El gran temor que planea sobre la comunidad científica internacional es que esta nueva forma del virus sea capaz de escapar a las vacunas justo en un momento en el que Europa vuelve a ser el epicentro de la pandemia. Las 30 mutaciones que acumula en la proteína spike preocupan sobremanera a los investigadores. Marcos López-Hoyos (Torrelavega, 1968), presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y uno de las mayores autoridades del país en esta rama de la ciencia, se muestra prudente, si bien no esconde su preocupación. En conversación con EL ESPAÑOL repite un mantra que muchos no han querido escuchar durante todo este tiempo y que nos ha explotado en la cara en el momento más inoportuno: la pandemia no acabará hasta que toda la población del mundo esté vacunada.
-¿Debemos tener miedo a la variante ómicron? ¿Está justificada la alarma?
-Debemos tener, como dice la calificación de la OMS, preocupación. Es cierto que es una variante que tiene muchas mutaciones en la proteína spike, pero ahora se está evaluando la capacidad de neutralización que tienen las vacunas, los anticuerpos producidos por las vacunas actuales que tenemos y por los sujetos inmunizados tras la infección. Esto se evaluará no sólo a nivel serológico sino también celular para comprobar esa protección. A mayor número de mutaciones, más riesgo puede haber de escape.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que es cierto que las variantes fallan, y conforme van apareciendo pueden ser más o menos virulentas. Tampoco lo sabemos bien. Se asume que, como suma mutaciones de la variante Delta y de alguna más, es más infectiva. También es posible que al ser más infectiva pueda perder virulencia. Tampoco lo sabemos. Sabemos que ha llegado un vuelo a Ámsterdam con 60 pasajeros infectados con Covid de unos 600. Se está secuenciando actualmente para saber cuántos de ellos son portadores de la variante ómicron. Si sólo se ha infectado ese grupo y no el resto del avión, podría ser hasta bueno y podría indicar que igual no es tan contagiosa, pero no lo sabemos. Hay muchas incertidumbres todavía encima de la mesa.
A nivel teórico, por el número de mutaciones que tiene, 30 en la parte de la proteína spike más alguna más, sí sugiere que podría escapar de la infección y podría tener más posibilidades de infectividad. Lo que no sabemos es la capacidad patogénica que tiene.
-¿Está justificada la alarma o se ha ido todo un poco de madre?
-Está justificada la actuación temprana. Eso es importante. Es lo que tenemos que hacer. Lo que hemos aprendido en esta pandemia es que hay que actuar de forma temprana y no dejar que las cosas vayan a más. En ese sentido, estoy totalmente de acuerdo. Además, lo hemos avisado: si no vacunamos a la población mundial, seguirán apareciendo variantes. Y cada vez que surja una variante, podrá haber problemas como el de ahora. Por eso es importante que vacunemos a toda la población. Sabemos que la vacuna evita la enfermedad grave y también disminuye en cierta medida la infección al evitar el spreading, la diseminación de la infección, entonces habrá que ver.
-¿Hay alguna forma de evitar que sigan surgiendo nuevas variantes?
-La mejor manera es extender la vacunación a nivel mundial. Si estamos en una pandemia global, tenemos que vacunar a todos los países del mundo para evitar que haya brotes y que en estos brotes puedan surgir nuevas variantes. Esto es lo que tenemos evitar.
-Vacunar a un continente como África no se antoja una tarea fácil incluso desde el punto de vista logístico.
-O al continente europeo incluso. En el continente europeo, la gente por debajo de 60 años está vacunada insuficientemente. Hay mucho negacionismo en el mundo desarrollado, tanto en Europa como en Estados Unidos. La gente no se vacuna y eso es un problema importante.
-¿Qué medidas deberíamos tomar ahora que se han detectado algunos casos de la variante en Europa?
-Si se han detectado casos en este vuelo procedente de Sudáfrica, es lógico que aparezcan más casos. Lo que tenemos que hacer es localizarla, detectarla, y aprender cómo es en términos de neutralización, de infectividad y gravedad. Y tenemos que ir rápido detectando, trazando, y confinando a aquella gente que sea posible.
-¿Es posible que la variante ómicron esté ya en España y no nos hayamos dado cuenta?
-Es posible, es posible. Esa variante entra en Europa, que sepamos hasta ahora, a través de este vuelo. Si algún pasajero ha venido aquí, puede ser. Pero para eso está la red de secuenciación española, donde secuencian de forma aleatoria muestras. Ellos lo detectarán en caso de que haya entrado. No vamos a crear una falsa alarma.
Sí que es fundamental que la vacunación se extienda por todo el mundo, porque es la manera que tenemos de evitar esto. Existe un problema adicional: al haber más gente vacunada, puede haber más asintomáticos con la infección, porque estar vacunado reduce la posibilidad de infectividad y de diseminación del virus. El vacunado se puede infectar y puede no desarrollar la enfermedad y transmitir la enfermedad igual que un no vacunado. Existe el riesgo de que haya mucho vacunado asintomático, que estén circulando por ahí sin saberlo y estén distribuyendo el virus. La vacunación nos coloca en una situación que ahora es beneficiosa, pero a nivel de rastreo puede resultar mucho más complicado.
-¿Cuánto tiempo nos puede llevar saber si esta variante es capaz de escapar a las vacunas?
-Yo creo que en dos o tres semanas habrá datos. O incluso antes. Están ya investigando y se hará rápido.
-En el caso de que ocurriese lo que todo el mundo teme, que hubiera un escape, ¿sería relativamente sencillo adecuar las vacunas?
-Si hubiese un escape y fuese clínicamente grave, sí. Las vacunas de arn mensajero podemos fabricarlas y modificarlas de una forma relativamente rápida. Lo que hay que tener claro es que estamos muy al principio de esta situación provocada por la variante ómicron, y esto puede volver a repetirse en el tiempo. Siempre va a ser lo mismo: detectarla, estudiarla rápidamente y ver la implicación que tiene para decidir qué actuaciones tomar. En cualquier caso, siempre que aparezca una variante de este tipo y sin saber bien lo que pasa, tenemos que ser muy cautos, muy rápidos, y la gente tendrá que mentalizarse de que habrá que hacer trazabilidad, confinamientos, etc.
-Debemos esperar que sigan surgiendo nuevas variantes.
-Es probable. Si no continuamos la vacunación en todo el mundo, es fácil que sigan surgiendo nuevas variantes. Mientras la infección esté por todo el mundo, y en el momento en el que vuelvan a aparecer los vuelos, siempre existirá la posibilidad de que esas variantes se diseminen por todo el mundo.