Walter comienza a estar fatigado. De repente, ha perdido mucha fuerza, suda en exceso por las noches y se queja de un dolor en el pecho. Cuando llega al hospital, le confirman que tiene chagas, una enfermedad infecciosa causada por el parásito Trypanosoma cruzi y que es endémica en algunos países de América Central y del Sur.
La historia real de Walter es uno de los escasos testimonios audiovisuales sobre el mal del chagas, que, según la OMS, afecta a entre seis y siete personas a nivel mundial. Hasta un 40% de estas personas desarrollará algún problema cardíaco causado por la infección, cuya consecuencia última es la muerte súbita por arritmias cardíacas o por una insuficiencia cardíaca progresiva. Ese fue, tristemente, el final de Walter. "Se le rompió el corazón", relataban sus familiares.
El documental sobre esta historia estuvo dirigido en 2007 por Isabel Coixet y forma parte del compendio 'Invisibles', una producción de Javier Bardem, en colaboración con Médicos sin Fronteras, y que pretendía poner sobre la mesa problemas que no eran conocidos por todo el mundo. No obstante, puede que ahora el chagas comience a estar más presente en nuestras vidas, ya que España se ha convertido en el primer país Europeo con mayor prevalencia de esta enfermedad.
Así lo confirma un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y que ha sido publicado por la revista Travel Medicine and Infectious Disease. "Hemos concluido que la carga de chagas en España es considerable y que más de 55.000 personas están conviviendo en nuestro país con esta enfermedad", explica a EL ESPAÑOL Ana Requena, directora de la investigación sobre migración y salud en el ISGlobal y una de las autoras del ensayo.
La experta explica que el motivo por el que España se ha convertido en la primera nación no endémica fuera de las américas en prevalencia de chagas es por los flujos migratorios, ya que somos uno de los principales receptores de población procedente de lugares donde esta enfermedad sí es endémica. Estos son: Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guayana Francesa, Guayana Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Según el estudio, en España, los migrantes bolivianos representan el 53,9% de los casos, ya que es el país con mayor carga de chagas.
Protocolos a medias tintas
Para poder frenar el avance de esta enfermedad, Requena señala que hay que poner atención a las tres principales vías de transmisión que se pueden dar en España. Estas difieren del modo de contagio de los países de América Latina, ya que allí la principal manera es a través de la mordedura del insecto triatomino, una chinche que se conoce popularmente como vinchuca.
Requena explica que, en España, el chagas se puede transmitir, fundamentalmente, a través de la donación de sangre, donación de órganos y de madres a hijos durante el embarazo. La experta señala que es vital prestar atención a estas tres vías para frenar su propagación, algo que en nuestro país se cumple a medias tintas.
Por ejemplo, desde 2005, se incluyó a nivel nacional el cribado obligatorio en donantes de sangre. De esta manera, aquellos que quieran donar sangre y hayan nacido en zonas endémicas o los hijos de madres procedentes de las mismas se tendrán que someter a una prueba de infección por Trypanosoma cruzi antes del procedimiento.
En cambio, con la donación de órganos, la cosa cambia. Tal y como detalla el documento de Políticas de Salud para el control de la transmisión del chagas en Europa, en España hay una recomendación, que no es lo mismo que obligación, de hacer un examen rutinario a los donantes de trasplantes. No obstante, según refleja el análisis, "la enfermedad del chagas podría no ser una contradicción para algunos tipos de trasplantes".
Para el caso de las embarazadas sucede lo mismo. La Estrategia Nacional de Salud reproductiva recoge en el apartado de recomendaciones para enfermedades infecciosas ofertar cribado serológico de la enfermedad de Chagas a las gestantes de origen latinoamericano. Si bien, Requena detalla que en Cataluña, Galicia y Valencia sí se hace de manera obligatoria.
"Lo verdaderamente interesante sería hacer cribados en mujeres en edad fértil, en lugar de en las ya embarazadas, ya que se ha demostrado que el tratamiento es muchísimo más eficaz para evitar la transmisión al feto si se hace antes del embarazo", señala Requena.
Infradiagnóstico e infratratamiento
No obstante, el problema del crecimiento de número de casos no es el único frente que hay que abordar en España. También está el alto número de infradiagnósticos, que según el estudio se sitúa en un 71%. Más alto es todavía la cifra de personas que no están recibiendo el tratamiento, un 82,5%.
¿Por qué es tan alta la cifra de infradiagnósticos? Probablemente, porque sus síntomas pueden pasar desapercibidos o confundirse con otra enfermedad.
La enfermedad del chagas tiene dos fases. La primera es la fase aguda y dura dos meses. Los principales síntomas con los que se manifiesta son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, abdominal o torácico y dificultad para respirar. Es importante prestar atención a esto porque durante este periodo es posible recibir un tratamiento para frenar la infección.
Pasado ese tiempo, se entra en la fase crónica y el parásito se instala principalmente en el músculo cardíaco y digestivo. Aquí, los síntomas desaparecen y la persona puede convivir hasta 30 años con esta infección sin enterarse. Por eso, los altos índices de infradiagnóstico. Pasada esa treintena es cuando se manifiestan sus consecuencias más graves: cardiacas (agrandamiento del corazón, arritmias cardiacas, paro cardiaco y muerte súbita), digestivas (agrandamiento del esófago y colon con dificultad para comer y defecar) y neurológicas (derrame cerebral).
¿Hacia un panorama mejor?
Las terapias disponibles, los antiparasitarios benzidazol y nifurtimox, no han sido aprobados por España, por lo que la Agencia Española del Medicamento tiene que autorizar explícitamente su uso en cada caso a petición de un profesional sanitario. De ahí, que el equipo del estudio haya podido saber cuánta gente está recibiendo un tratamiento para el chagas en España.
Estos medicamentos están indicados para tratar la fase aguda, la congénita y la enfermedad crónica en menores de 18 años, pero hay bastante discusión sobre su prescripción a adultos en fase crónica. De nuevo, otro punto a favor para intentar tratar el chagas en su primera etapa.
La alta cifra de incidencia en España parece dibujar un panorama algo desolador, pero Requena confía en que habrá una mejora de cara a unos años. "Luca Vasile, en sus investigaciones sobre el infradiagnóstico del chagas habla entre un 94% y 96%, mientras que nosotros ponemos un porcentaje de alrededor del 71%", dilucida la experta, que confía en que, aunque toda la investigación se ha basado en estimaciones, sea la prueba de que las medidas que se están implantando, sobre todo en lo que tiene que ver a nacimientos, consigan poner freno a la enfermedad.