La protección de la tercera dosis contra ómicron se desploma a los tres meses: la cuarta, sobre la mesa

Muy especialmente, ha contribuido a evitar los casos graves y las hospitalizaciones. Eso ha permitido que los países más avanzados en la vacunación, como los europeos, atravesar la explosión de casos del pasado invierno sin que se produjera el colapso hospitalario y la mortalidad inédita durante la pandemia que ómicron sí ha provocado en Asia.

La extensión de la inmunización, bien por las vacunas y sus refuerzos, bien por haber pasado la Covid, es el principal factor que ha motivado a los gobiernos para retirar medidas de protección como la mascarilla en interiores. España descartaba a finales del pasado febrero administrar una cuarta dosis, a excepción de casos de extrema inmunodeficiencia, como en el caso de receptores de trasplantes.

Como alertan numerosos especialistas, sin embargo, esto no significa que la pandemia haya terminado. Ómicron sigue entre nosotros, mutando en nuevas variantes, mientras la inmunidad adquirida decae de forma natural. Lo hace, incluso, a más velocidad de lo que sospechábamos: según un artículo publicado en The Lancet Respiratory Medicine, una dosis de refuerzo de la vacuna a base de ARN mensajero de Pfizer-BioNtech alcanza una protección de hasta el 90% a la hora de evitar los casos graves de Covid-19. Sin embargo, ese factor protector se desploma pasados tres meses cuando se enfrenta a ómicron.

"La dosis booster de Pfizer-BioNTech mejora significativamente la protección contra ómicron, pero las defensas parecen atenuarse a los tres meses en lo referente a ingresos en Urgencias y hospitalizaciones", explica la Dra. Sara Y. Tartof, epidemióloga del Departamento de Investigación y Evaluación en la Escuela de Medicina Bernard J. Tyson School del consorcio Kaiser Permanente.

La tendencia de pérdida de inmunización frente a delta es similar a la vista con ómicron, explica la primera autora del trabajo. Sin embargo, la eficacia que se mantendría frente a esta primera variante sería superior por cada punto perdido a la que se ha podido observar en la más reciente. 

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron 11.123 casos tratados en Urgencias y en hospitales aunque no requirieran de un ingreso por infección respiratoria aguda. Los registros se tomaron en California del Sur entre los meses de diciembre de 2021 y febrero de 2022, cuando tanto delta como ómicron, al igual que sucedía en España, se encontraban en circulación.

Así, tras una pauta de dos dosis de la vacuna de Pfizer completadas hace nueve meses o más, la efectividad contra la variante ómicron resultó ser únicamente de un 41% frente a los ingresos hospitalarios, y de un 31% frente a las visitas a Urgencias. Si se había recibido la tercera dosis de refuerzo en los últimos tres meses, la protección aumentaba de nuevo hasta un 85%. Sin embargo, si había pasado más tiempo, se desplomaba a solo el 55%.

Del mismo modo, las visitas a Urgencias por casos de ómicron que no se saldaron con ingresos hospitalarios fueron el 77% para pacientes que había recibido una tercera dosis en los últimos tres meses. Sin embargo, si había transcurrido más tiempo, la efectividad para evitar la hospitalización se había reducido en una medida similar, hasta un 53%.

"Aunque los niveles de protección de la vacuna de Pfizer contra la variante ómicron de la Covid son considerablemente superiores con tres dosis en comparación con solo dos, son inferiores a las registradas con delta u otras", advierte Tartof. "Se necesitará una cuarta dosis de las vacunas de las que ya disponemos, de vacunas adaptadas o de nuevos fármacos para mantener la protección contra las próximas olas de la Covid, ya sean causadas por ómicron o por futuras variantes con el mismo potencial para escapar a la inmunidad", concluyen.