La información publicada hasta ahora hablaba de ocho casos, pero sólo echando un vistazo a las redes sociales se presuponen más. Como ocurre en el vecino Portugal y en Reino Unido, España está viviendo un brote de viruela de los simios, una enfermedad provocada por el poxvirus de la viruela del mono, primo del históricamente temido Variola, el causante de la viruela humana.
Oficialmente hay siete casos confirmados por el Ministerio de Sanidad en España y otros tantos en estudio. Según el diario El País, lo que ha motivado la alerta lanzada este martes por la tarde por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han sido ocho casos sospechosos de viruela de los simios detectados en Madrid, en concreto en el Centro de Salud Sandoval de Madrid.
Ésta es una entidad especializada en el manejo de enfermedades de transmisión sexual y sus pacientes pertenecen mayoritariamente al colectivo LGTBI, lo que ha hecho elevar la preocupación sobre si esta infección pudiera ser o, mejor dicho, haberse convertido en una nueva enfermedad de transmisión sexual (ETS). Además, la Consejería de Sanidad de Madrid emitía en la tarde del miércoles un comunicado afirmando que los casos sospechosos se elevaban a 23 -siempre a falta de confirmación por parte del Centro Nacional de Microbiología- y 22 de ellos habían mantenido relaciones sexuales con otros hombres.
No es de transmisión sexual
Los expertos consultados por EL ESPAÑOL, aun optando por la cautela, niegan la mayor y creen que la viruela del simio no se ha transformado en una nueva ETS, al igual que descartan por completo que se trate de una enfermedad que afecte en mayor medida al colectivo de hombres que tienen sexo con hombres (HSH). "Desde mi punto de vista se trata de una cuestión anecdótica, aunque es lógico que resulte llamativo", explica el catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca Raúl Rivas.
La clave está en la forma de transmisión de este virus, conocida desde hace años por la comunidad científica. Y es el contacto estrecho, especialmente con fluidos, mucosas y, sobre todo, con las vesículas y las póstulas que se forman con la enfermedad. "En un encuentro sexual hay un intercambio de fluidos, es de cajón. Pero esto no significa que vaya a estar sesgado hacia un colectivo determinado", añade el experto, que tiene claro que, ahora mismo, no se puede hablar de una enfermedad de transmisión sexual.
El portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC) Fernando de la Calle coincide con esta opinión. "En una relación sexual hay piel con piel y contacto de mucosas, luego puede facilitar la transmisión", señala el experto, médico de la Unidad de Patología Importada y Salud Internacional del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid.
Pero, ¿cómo explicaría que cuatro de los siete casos detectados en Reino Unido hayan sido en HSH, algo confirmado por el propio Gobierno? Es algo que en el propio país están investigando, haciendo un estrecho seguimiento de los contactos pero, por el momento, no hay respuestas, como tampoco confirmación de que todos los casos españoles pertenezcan al colectivo.
"Podría ser que alguno de ellos, o quizás varios, hubieran mantenido relaciones sexuales o tenido contacto, quizás antes de que se localizara el brote", explica por su parte el jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla.
Calma vigilante
De momento, pues prevalecen las hipótesis, pero los expertos llaman a la calma. Eso sí, una calma vigilante. En este sentido, Trillla alaba la actitud del Centro Sandoval de Madrid, al haber ligado -a falta de confirmación- una alerta internacional con algo inusual que han visto en su centro y haber dado "la voz de alarma".
Para Trilla también es lógico que se conozcan las prácticas sexuales de los afectados, porque es una pregunta que se ha de hacer en estos casos, al igual que otra clave, que no es otra de si se ha viajado a países donde estas enfermedades sean endémicas.
De hecho, lo que podría ser el primer brote global de viruela del mono -de nuevo, hay que esperar a ver si existe un nexo más allá del temporal entre los nueve casos de Reino Unido, los cinco de Portugal y los ocho que se sospechan en España- comenzó, que se sepa, con un hombre que había viajado a Nigeria y regresado posteriormente a Reino Unido. Aunque también puede ocurrir que ese primer caso con el que se dio la voz de alarma no fuera el primero real.
Todo parece indicar que habrá más casos tanto en España como en Europa. Sin ir más lejos, el jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, Pablo Ortiz, ha publicado en Twitter en la mañana de este miércoles una imagen de las lesiones cutáneas de uno de los tres casos sospechosos que han visto en su área sólo en el día de hoy.
"Aparecerán nuevos casos en todas partes", vaticina sin dudarlo Trilla. Sin embargo, el especialista aclara que esto no implica que la viruela del mono se convierta en una amenaza para la salud pública. Eso sí, esto pasa por cuidar a los pacientes, que requieren de aislamiento, aunque los expertos consultados no especifican si hospitalario o en domicilio.
Necesidad de aislamiento
"No podemos permitir que se nos despisten casos", comenta de la Calle, que cree que, en esta fase, habría que intentar la contención. "Los protocolos hablan de los brotes en África y se recomienda el aislamiento y la vigilancia de los contactos estrechos durante 21 días", añade. "Si se hace la fase de contención bien, no hay que tener miedo", concluye.
Los expertos no están especialmente asustados por dos motivos: el primero, que no es una enfermedad especialmente grave y, el segundo, que no es de fácil transmisión. Aunque se ha hablado de un porcentaje de mortalidad de en torno al 10%, éste se refiere a población en países donde el virus es endémico y el sistema sanitario, así como la salud basal de los pacientes, peor.
En cuanto a la transmisión, es un virus que no se contagia por vía aérea y que, además, no pasa desapercibido para los pacientes, que desarrollan síntomas muy reconocibles como la inflamación de los ganglios o unas erupciones "súper características", explica Rivas. "En cuanto haya confirmación van a aislar al paciente", añade este experto, que concluye: "El mensaje tiene que ser de tranquilidad; constantemente estamos sometidos a diferentes brotes puntuales, muchas veces de enfermedades emergentes o zoonóticas".