Los médicos piden no vacunar a toda la población con la 4ª dosis, sólo a los mayores de 60

Carolina Darias montaba un revuelo el jueves por la mañana al anunciar para los últimos meses del año una cuarta dosis generalizada a toda la población y con vacunas anti-Covid de nueva generación, es decir, adaptadas a las nuevas variantes. Posteriormente, se desdecía, pero solo a medias: "En algún momento se pondrá a todo el mundo", afirmaba.

Estas declaraciones se han producido tan solo una semana después de que la Comisión de Salud Pública aprobara el segundo refuerzo para los mayores de 80 años y las personas en residencias. De momento, en España solo habían recibido cuatro dosis los inmunosuprimidos, pero el esquema vacunal de este grupo (unas 350.000 personas en nuestro país) es de una pauta primaria extendida, de tres dosis, y un refuerzo.

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EL ESPAÑOL ha hablado con especialistas y representantes de sociedades científicas sobre la posibilidad de extender la vacunación más allá de lo aprobado por la Comisión. "Desde Sespas [la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria] apoyamos la vacunación en aquellos colectivos más vulnerables, sobre todo en función de la situación epidemiológica y la efectividad de las nuevas vacunas que vayan surgiendo en el mercado", explica José Jonay Ojeda, su vocal de comunicación. "A priori, no se dispone de evidencia como para apoyar ahora una vacunación universal".

Este es el sentir general de los expertos, pero siempre introduciendo un matiz: en el momento en que la situación epidemiológica cambie y, además, existan vacunas de segunda generación contra la Covid, se puede plantear el regreso a la vacunación universal.

"A todo el mundo, ahora mismo, no. En otoño, si tenemos una vacuna que proteja más, se podría plantear comenzar con los más vulnerables y los de más edad e ir bajando", apunta Ángela Domínguez, portavoz del grupo de vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología.

Aunque la decisión de Salud Pública le parece "lo más lógico", la especialista sí que plantea, al menos, llegar a todos los mayores de 60 años en otoño con las vacunas actuales. "Si las cosas van como ahora, es razonable esperar". Si la situación varía antes y comienza a haber más casos graves, se podría plantear adelantarla.

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Este punto también lo defiende Salvador Peiró, investigador en salud pública de Fisabio, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana. "La transmisión es altísima en este momento pero no está habiendo muchos casos graves. En algún momento empezarán las reinfecciones y, si aumentaran los casos graves, tocaría correr poniendo las vacunas que tuviéramos en este momento".

Peiró también se inclina por incluir en la población de la cuarta dosis a todos los mayores de 60 años y ve como razonable, en la situación actual, el otoño como punto de partida para una campaña vacunal de tintes similares a los de la gripe.

Vacunas de segunda generación

El vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología, Fernando Moraga-Llop, coincide en dicho corte de edad. "Empezando con los mayores de 80, luego los de 70 a 79 y, luego, los de 60 a 69".

Recordando que "un pequeño aumento [de los casos graves] no justifica empezar a vacunar ahora", prefiere apostar por un refuerzo con vacunas de nuevo cuño, como la de Hipra, que combina las variantes alfa y beta, que comparten con ómicron mutaciones no presentes es la cepa original, en la que se basan las vacunas aprobadas hasta el momento. O como las nuevas adaptaciones de las vacunas de ARN mensajero: la Agencia Europea del Medicamento anunció el miércoles que había comenzado a revisar la de Pfizer, mientras que Moderna ha anunciado recientemente que los resultados de su nueva vacuna contra ómicron son satisfactorios.

También incide en las nuevas vacunas el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, que introduce un matiz: "Pensamos que la inmunidad celular se puede medir casi ya como los anticuerpos", por lo que apuesta por una estrategia personalizada, esto es, ofrecer la vacuna a aquellas personas que no alcancen los niveles deseados.

Más abierto a incluir a toda la población se muestra Jesús Dávila, preventivista del Hospital Puerta del Mar de Cádiz. "Desde mi punto de vista personal, con más de 30 años de carrera, no viene mal hacerlo", apunta. "De aquí a seis meses no sabemos cuáles van a ser los títulos de anticuerpos de la vacuna en la mayoría de personas".

¿Cuarta dosis en mayores de 40?

De haber mantenido Darias sus declaraciones, España sería el primer país que anuncia abiertamente un segundo refuerzo general en toda la población. Hasta el momento, Hungría la ofrece a todo mayor de 18 años que la solicite; es decir, de forma individual y no como parte de una campaña de vacunación. También Hong Kong ha recomendado la cuarta dosis a los individuos entre 18 y 59 años, pero solo a los que no hayan pasado la enfermedad.

La mayoría de países, en cambio, se centran en los individuos de más edad. Austria, Francia, Italia o Portugal la tienen prevista para mayores de 80, tal y como plantearon conjuntamente en abril tanto la Agencia Europea del Medicamento como el Centro Europeo para el Control de Enfermedades.

En dicho comunicado no descartaban la reinmunización de personas entre los 60 y los 79 años, aunque advertían de que no había "pruebas claras en la Unión Europea de que la protección de la vacuna contra la enfermedad grave se reduce sustancialmente en adultos con sistemas inmunes normales".

En el grupo de cuarta dosis a mayores de 60 se incluyen Países Bajos, Israel o Australia (a partir de los 65 años). Menos común es la decisión de Estados Unidos de ofrecerla a todos los mayores de 50. Hay países que lo superan: Perú acaba de abrir la cuarta dosis a la gente de 40 o más años.

La Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha elaborado una propuesta sobre la segunda dosis de recuerdo, en la que advierten de la posible fatiga pandémica y "tolerancia del sistema inmune" de administrarla durante el verano.

Sin embargo, "es altamente probable que, para prevenir enfermedad grave, sea conviente administrar una dosis de recuerdo en otoño" a la población más vulnerable, aprovechando el efecto arrastre de la vacuna antigripal y dando margen para disponer de nuevas vacunas.