Es muy poco lo que se sabe sobre la fibromialgia. Se desconocen sus causas y no existen tratamientos específicos para una enfermedad que se calcula que afecta a más del 2% de la población española, en su mayoría mujeres. Lamentablemente, los obstáculos que presenta la fibromialgia comienzan ya en el momento del diagnóstico, dado que no existen pruebas concluyentes y los pacientes acaban visitando multitud de especialistas sin encontrar una solución a su dolor.
Esta enfermedad se caracteriza principalmente por la presencia de dolor crónico generalizado, pero también se dan otros síntomas como la fatiga, problemas del sueño o dificultades cognitivas. Actualmente se sabe, además, que “en una amplia mayoría de casos, la fibromialgia puede estar asociada a síntomas oculares, como sensación de cuerpo extraño o irritación, y alteraciones visuales, como la visión borrosa, coexistiendo con síndrome de ojo seco y cambios en la sensibilidad corneal", explica la doctora Maria José González, del servicio de Reumatología del Hospital Universitari Dexeus.
Se estima que el 67% de los pacientes de fibromialgia presenta estos síntomas de ojo seco, una patología que causa hipersensibilidad en las fibras nerviosas de la córnea. Esto genera en los pacientes molestias similares a la sensación de arena en el ojo y también dolor, generalmente pinchazos al parpadear.
Sobre esta premisa se basa el estudio clínico que han puesto en marcha investigadores de los servicios de Oftalmología, Reumatología y de la Unidad de Ensayos Clínicos del Hospital Universitari Dexeus. El objetivo del mismo es establecer la relación entre los síntomas de ojo seco, causados por la alteración de las fibras nerviosas de la córnea, con los genes asociados a la fibromialgia. Si se logra establecer esta relación, se obtendrán unos criterios clínicos que facilitarán el diagnóstico de esta patología, así como la determinación de su gravedad.
La relación entre fibromialgia y ojo seco
Ya han comenzado las pruebas en 60 pacientes (40 con fibromialgia y 20 de grupo de control), a los que se realizará un análisis de las fibras nerviosas finas de la córnea con microscopia confocal. Según detalla el doctor Vergés, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitari Dexeus, "se trata de una prueba no invasiva en la córnea, que evita tener que recurrir a biopsias invasivas". Las muestras obtenidas por esta vía permitirán estudiar y analizar unos biomarcadores genéticos, determinando que la mutación que desencadena la fibromialgia es la misma que causa las alteraciones de la córnea del ojo seco.
“Para confirmar la alteración de las fibras nerviosas finas alteradas en fibromialgia, realizamos un estudio de microscopia confocal en córnea, ya que las fibras de la córnea son de este tipo, y si observamos que están alteradas, se admite que esta alteración es la misma que aparece en todo el organismo”, explica la doctora González. Esta alteración, por tanto, sería la responsable de la reacción “hipersensible” al dolor que tienen los pacientes de fibromialgia, estableciendo la relación entre ambas patologías.
Resultados preliminares
Según los primeros resultados del estudio, que se prevé que finalice en noviembre de este año, el 80% de los pacientes con fibromialgia y ojo seco presentan alteraciones de las fibras oculares como “disminución de la densidad y alteraciones en la morfología”, añade la doctora González, corroborando así la relación entre fibromialgia y la afectación de las fibras nerviosas de la córnea. De este grupo de pacientes, el 40% presentaba alteraciones graves, el 50% moderadas y el 10% restante, leves.
Estos datos fueron presentados en el XLVII Congreso Nacional de Reumatología, sin embargo, aún no ha sido posible “establecer una correlación entre la afectación de las fibras y la gravedad o la duración de la fibromialgia. Deberemos esperar a acabar el estudio analizando también la presencia de otros genes en estos pacientes y observar si influyen en el curso clínico de la enfermedad", aclara la especialista.
En lo que respecta al tratamiento, se espera que los resultados obtenidos contribuyan a la puesta en marcha de tratamientos más específicos. A nivel oftalmológico, concreta el doctor Vergés, “modificaría totalmente el protocolo de tratamiento de estos pacientes. Habría que ir a estrategias basadas en la mejoría de las fibras nerviosas mediante la radiofrecuencia o la luz pulsada de alta intensidad”.
También se resolvería una de las principales dificultades de la fibromialgia: el diagnóstico. Confirmar la relación entre ambas patologías “permitiría utilizar la microscopia confocal como técnica diagnóstica y explicar objetivamente parte de los síntomas causados por la enfermedad”, aclara la doctora González. Habitualmente se utiliza para el diagnóstico una biopsia de piel, “en cambio la microcospia confocal es una técnica no invasiva y reproductible que permite la valoración cualitativa y cuantitativa de las fibras finas y nos facilitaría el diagnóstico de la fibromialgia”.
Adicionalmente, los especialistas confirman que dados los resultados preliminares del estudio, se continuará con la investigación de los perfiles genéticos relacionados con otras expresiones y síntomas de la fibromialgia, con el objetivo de conocer más a fondo esta enfermedad.