¿Te has encontrado en los últimos días un extra de pelos en tu almohada al despertar, en el desagüe de la ducha o barriendo el suelo de tu casa? Es posible que te hayan parecido más numerosos de lo habitual y que pienses que la alopecia está, finalmente, llamando a tu puerta. No te preocupes, puedes abandonar la búsqueda de billetes a Turquía; los expertos advierten de que es natural que durante el otoño observemos que se nos cae el pelo más de lo normal.
"Todos los días se nos suelen caer unos 100 pelos, pero en el otoño esta cifra puede aumentar hasta los 150 o, incluso, los 200", dice Sergio Vañó, coordinador del grupo de Tricología y Onicología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). "El proceso de caída de pelo estacional es fisiológico, transitorio y natural y no debe producir mayor preocupación". De todas formas, el tricólogo advierte que en estos años de la pandemia se han observado más cantidad de casos de pérdida de pelo y más intensos.
Se sabe que la caída de pelo es uno de los efectos que se han asociado a la infección por coronavirus. De hecho, un estudio español publicado en Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology daba cuenta de este fenómeno en 2020. "Lo que provoca son alopecias difusas, no dejará calvas y, por supuesto, no provocará calvicie", resumía Ramón Grimalt, dermatólogo y uno de los autores del trabajo en este artículo de EL ESPAÑOL. Ahora bien, Vañó señala que este signo de la infección se sigue observando en consulta.
Más caídas
Durante el año 2020 los casos de efluvio telógeno —como se conoce a la caída de pelo transitoria— fueron muy abundantes meses después del inicio de la pandemia y, además, se caracterizaron por ser caídas intensas. "Ahora, en estos meses de agosto y septiembre hemos percibido un número muy llamativo de casos de caída de pelo aunque no son tan graves como los de 2020", comenta Vañó. "He hablado con otros dermatólogos y, aunque todavía no hay estudios que lo contrasten, pensamos que estos casos se deben a ómicron y las nuevas variantes que infectaron a tantísima gente entre mayo y junio".
Aunque durante este año las visitas por pérdida de pelo están siendo más abundantes, siempre han sido frecuentes en los meses de otoño. El tricólogo explica que si se nos cae el pelo de manera más abundante en otoño es por una herencia de los mamíferos de los que descendemos. En estas especies se produce una renovación del pelo antes del momento de la hibernación que coincide con el fin de la estación cálida y el comienzo del otoño. Es decir, en nuestro hemisferio se produce ahora, pero no en el sur.
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"Los folículos están programados de esta manera y en España el efluvio telógeno estacional se produce desde finales del mes de agosto hasta el de noviembre", explica Vañó. En cualquier caso, la caída del cabello es una preocupación por la que cada vez consultamos más a los expertos. El tricólogo afirma que existe miedo a la calvicie entre los pacientes y es que existen más de 100 tipos de alopecia dependiendo de la causa que la provoque. Mientras que el efluvio telógeno del otoño afecta a los dos sexos por igual, la calvicie afecta más a los hombres. Sin embargo, "dos de cada tres pacientes que vienen a consulta por caída de cabello son mujeres".
La vida de un pelo
"Las mujeres vienen más a consulta porque suelen tener el pelo más largo y, por eso, notan más su caída", razona el experto. De todas formas, Vañó advierte de que no es extraño encontrar mujeres que acuden a consulta en otoño por una caída de pelo especialmente intensa y se descubre un proceso de alopecia subyacente: "Gracias a este efluvio telógeno estacional se hace un diagnóstico más temprano y se trata el afinamiento del pelo".
El pelo pasa por tres etapas a lo largo de su ciclo vital: la fase de crecimiento o anágena, que dura de tres a cinco años; la fase de transición o catágena; y, finalmente, la de caída o telógena, que se puede alargar hasta tres meses. En este sentido, la pérdida de cabello del otoño se relaciona con la muerte del pelo en primavera y, por eso, la caída de pelo asociada al coronavirus se observa meses después de la infección. Pero no hay por qué preocuparse, cuando un pelo en fase telógena se cae, el folículo bajo la piel está produciendo un pelo nuevo en fase de crecimiento.
Además de a causa del otoño, el pelo se puede caer en más cantidad debido al estrés, que puede estar producido por situaciones como un divorcio o el trabajo o, incluso, haber experimentado un verano muy caluroso. El cabello se caerá meses después de estos eventos, pero pasado un tiempo se observarán los nuevos pelos en crecimiento. "En total, en el cuero cabelludo tenemos 100.000 folículos y, de estos, entre el 5% y el 10% se encuentran en fase telógena: es decir, que habitualmente podemos tener unos 5.000 pelos en fase de caída", calcula Vañó.
Diles adiós
¿Podemos hacer algo para evitar esta caída? No y, en realidad, no debería preocuparnos por ser una caída natural y que va seguida de la renovación del pelo que se pierde. ¿Existe algún alimento que pueda ayudarnos a que se nos caiga menos el pelo? Tampoco. Mientras que la falta de algunos nutrientes, como minerales y vitaminas, sí puede fomentar la pérdida de pelo, no hay ningún alimento en concreto que vaya a ayudarnos. Simplemente hay que estar bien nutrido.
Eso sí, "cuando un paciente manifiesta mucha caída de pelo recomendamos que se lave y cepille el pelo con frecuencia. Es preferible que el pelo que está destinado a caerse lo haga lo antes posible y salga el nuevo en fase de crecimiento", aconseja Vañó.