La cuarta persona curada a largo plazo del VIH, tras los pacientes de Berlín, Londres y Düsseldorf, ha sido confirmada oficialmente como 'la paciente de Nueva York' tras publicarse el caso en la revista Cell. Adelantado hace un año, supone un avance crucial con respecto a las anteriores curaciones al tratarse de la primera mujer que además no es de raza blanca. Dado que la mutación que resiste al VIH se da con más frecuencia en donantes de ancestría europea, los médicos se vieron obligados a recurrir para el trasplante a células madre del cordón umbilical.
Al igual que los otros tres pacientes, la mujer -que se identifica como mestiza ('mixed race')- padecía tanto una infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) como leucemia, por lo que era candidata a recibir un trasplante de médula. En el caso del paciente de Düsseldorf, se seleccionó a un donante que también poseía la mutación 'CCR5Delta32' en el gen CCR5, que dificulta la infección en las células por VIH. Sin embargo, esta mutación homocigótica solo se da en un 1% de la población blanca, y es aún más rara en las personas de otro origen étnico.
Conscientes de que no encontrarían un donante compatible con la paciente, los especialistas trasplantaron células madre provenientes de un banco de sangre de cordón umbilical con la mutación requerida, como tratamiento tanto para el VIH como para la leucemia. Fue intervenida en 2017 en el Centro Médico Weill Cornell por un equipo de especialistas liderado por los doctores Jingmei Hsu y Koen van Besien. Las células umbilicales se infusionaron con células madre de una familiar de la paciente, para aumentar las posibilidades de éxito del trasplante.
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"Cuando nacemos, las células progenitoras son más 'adaptables' a distintos contextos genéticos. Un trasplante de médula de células madre (stem cells) de adulto requiere una identidad genética completa, del 100 % en una serie de genes que son como un DNI genético para el trasplante. Sin embargo, las células de cordón no requieren un 100 % de identidad, sino que un 50 % de identidad es suficiente", explica José Alcamí, virólogo y director de la Unidad de Inmunopatología del SIDA (Instituto de Salud Carlos III), en declaraciones a Science Media Centre. "Esta estrategia abre una vía para encontrar un mayor número de donantes por paciente candidato".
El trasplante tuvo éxito, y ha logrado la remisión tanto de la leucemia -un cáncer en el que las células inmunitarias anómalas se infiltran en la médula- como del VIH, que no puede ser eliminado con las técnicas existentes al persistir en reservorios celulares. 37 meses después de la intervención, la paciente ha podido dejar de tomar fármacos antivirales, y se ha mantenido libre del virus hasta la fecha. Pese al éxito de la cura, sin embargo, los investigadores precisan que solo se puede plantear en casos muy específicos, ya que deben recibir primero quimioterapia o radioterapia antes de recibir el trasplante, que se considera de alto riesgo.
"No debemos dar falsas esperanzas: este tratamiento no es posible, viable ni deseable para la inmensa mayoría de pacientes que viven con VIH y para los que la medicación convencional con antivirales les permite una larga vida y una calidad de vida excelente", apunta Alcamí. Sin embargo, los investigadores instan a multiplicar la secuenciación de muestras de células progenitoras en los bancos de sangre de cordón umbilical para identificar más posibles donantes con la mutación CCR5-delta32/32. Aseguran que durante su investigación localizaron 300 unidades de sangre umbilical que cumplen los requisitos. "Si un paciente seropositivo las necesitase para un trasplante mañana, estarían disponibles", concluyen.