Un gran estudio observacional publicado en 2017 en The New England of Medicine sobre anticoncepción hormonal contemporánea (estrógenos y progestágenos mejor regulados y de última generación) concluía que este método tiene una relación "leve" con el cáncer de mama. La conexión, sin embargo, no quedaba muy clara para los medicamentos de este tipo que sólo emplean progestágenos, por lo que los riesgos de la conocida como 'mini píldora' y derivados quedaban en una especie de limbo, hasta ahora.
Una nueva investigación publicada en PLOS Medicine ha conseguido arrojar algo de luz al respecto. Tras el estudio de 9.498 casos en Reino Unido a los que se les había diagnosticado cáncer de mama y un grupo de control de más de 18.000 mujeres, ha concluido que este método anticonceptivo "está asociado con un ligero aumento del riesgo de cáncer de mama (...) similar en magnitud al asociado con los anticonceptivos hormonales combinados".
Los métodos anticonceptivos hormonales basados en progetágenos están indicados especialmente para mujeres lactantes, fumadoras o personas que tengan riesgo de sufrir un trombo. Esto es porque, a diferencia de los tradicionales, prescinden de los estrógenos en su elaboración, algo que evita los efectos secundarios achacables al uso de esta hormona, principalmente el riesgo trombótico. Por la falta de esa hormona, se les conoce popularmente como la mencionada 'mini píldora'.
No obstante, el trabajo no sólo se centra en su forma oral, que quizá es la que más calado tiene en el imaginario colectivo. También se ha examinado el riesgo en las formas inyectable, el dispositivo intrauterino hormonal (DIU) y el implante subcutáneo. De hecho, según detalla Antònia Agustí, presidenta de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), esta es la forma más popular de administración, "por su comodidad".
Unos datos "esperables"
"Esto es una información esperable, porque teníamos conciencia de ello con los anticonceptivos combinados", explica a EL ESPAÑOL Abel Renuncio, miembro de la junta directiva de la (SEC) y ginecólogo en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU). "Con ellos, se ha visto que tienen una asociación de un ligero incremento del cáncer de mama durante el tiempo de uso y que, posteriormente, una vez se suspende, se va equiparando el riesgo al del resto de la población que no los utiliza", prosigue el experto.
Según la nueva investigación, el 44% de las mujeres a las que se les había diagnosticado cáncer de mama había empleado algún tipo de anticonceptivo hormonal, ya sea combinado o sólo de progestágenos, en los tres años (de media) anteriores al diagnóstico. El porcentaje era mayor que en el grupo de control, en el que un 39% había utilizado este método.
"Nuestros hallazgos sugieren que hay un aumento relativo de alrededor del 20% al 30% en el riesgo de cáncer de mama asociado al uso actual o reciente de anticonceptivos orales combinados y en los que sólo llevan progestágeno", sentencia el trabajo, que recalca la importancia de los datos de este último método por la creciente demanda que han reportado en el país de elaboración.
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Por la cantidad de usuarias y los porcentajes elevados, la situación puede parecer peligrosa. Por eso, en una segunda parte de la investigación, los autores sumaron sus hallazgos a estudios previos para relativizar, comprobando así que el incremento era muy leve si se compara con el pequeño riesgo de tener cáncer entre mujeres jóvenes, el perfil principal de usuarias de anticonceptivos hormonales.
Llamada a la calma
"De acuerdo con nuestros resultados, entre los 16 y los 20 años, podría haber ocho casos por cada 100.000 usuarias, lo cual, cuando se expresa así, suena considerablemente diferente a decir que hay un aumento del 25%", explica Gill Reeves, coautor del estudio y profesor de epidemiología estadística de la Universidad de Oxford, en una entrevista para The Washington Post.
Mientras, entre los 35 a los 39, los casos se sitúan alrededor de 265 por cada 100.000, algo que Renuncio califica de esperable. "Conforme va pasando el tiempo, todas las personas somos más susceptibles a ciertos cánceres, por lo que las mujeres más mayores tendrían un riesgo un poquito mayor que las más jóvenes", apunta el experto.
"En el estudio ya se ve que los autores relativizan el riesgo, en el sentido de que hay un incremento, pero no muy distinto al que se encuentra en los anticonceptivos hormonales combinados y que sí se conocía y estaba documentado", detalla, por su parte, Agustí, unas declaraciones que concuerdan con las de Reeves en la citada entrevista: "No queremos que las mujeres dejen de tomar anticonceptivos repentinamente debido a ello".
"Debemos ser prudentes con estos resultados, que se tendrían que confirmar con más estudios, y, por su puesto, sopesar bien los riesgos con los beneficios que tiene este método", prosigue la experta.
De la misma opinión es Renuncio, que apunta a todos los beneficios comprobados que tienen los anticonceptivos hormonales, como la mejora de la dismenorrea, más un dato interesante: el amparo que han demostrado los anticonceptivos hormonales frente a determinados tipos de cáncer. "Sobre todo con el cáncer de endometrio, ovario y colorrectal hay un efecto protector importante", cita el ginecólogo, que termina la entrevista con un mensaje tranquilizador: "Es una medicación muy segura".