Dicen que la edad es un estado mental, pero muchos se acuerdan de la suya cuando se levantan de la silla o de la cama. Según vamos sumando años, van apareciendo algunos —muchos— dolores y, sin duda, el que más se repite es el de la espalda. Si nos queremos poner más específicos, la mayoría de quejas provienen de la parte baja de la espalda, que conocemos como lumbar. La Encuesta Europea de Salud en España de 2020, de hecho, sostiene que el dolor de lumbar es el tercer problema de salud crónico más frecuente tanto en los hombres como en las mujeres de nuestro país.
Concretamente, el 17,1% de las mujeres y el 10,1% de los hombres lo padecen, pero ¿cuál es el origen de tanto sufrimiento? Un viejo conocido, el sedentarismo. La falta de ejercicio físico contribuye a que la musculatura funcione mal y aparezcan dolores por contracturas o sobrecargas, como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL. Uno de los errores que cometemos con frecuencia cuando nos duele la espalda es tumbarnos para que, de esta manera, se pasen los dolores. Si hacemos esto sólo provocamos una mayor pérdida de musculatura y alargamos el dolor.
También de manera automática solemos echar mano de una caja de analgésicos cuando nos duele la lumbar y ahora un estudio sugiere que puede ser una costumbre inútil. De hecho, los autores han aconsejado a los médicos que receten estos medicamentos —como los conocidísimos paracetamol e ibuprofeno— con prudencia. "A pesar de casi 60 años de investigaciones que han involucrado a más de 15.000 pacientes, la pruebas de calidad son limitadas para la indicación clínica de analgésicos para el dolor agudo inespecífico de lumbar", concluye el estudio publicado en The British Medical Journal (BMJ).
Reducciones bajas
"Se trata de un estudio muy interesante pues ha realizado una revisión sistemática y metaanálisis de un total de 98 estudios controlados aleatorizados de tratamientos farmacológicos en pacientes con dolor agudo de espalda baja", destaca Lucía Hipólito, profesora titular en la facultad de Farmacia de la Universidad de Valencia a Science Media Center (SMC). "Es especialmente interesante por su diseño correcto que finalmente agrega datos de más de 15.000 participantes, siendo el 49% mujeres". Las conclusiones del estudio realizado en Australia podrían cambiar el tratamiento de la lumbalgia en el futuro.
Según explica Hipólito a SMC, este estudio ha concluido que la efectividad y la seguridad de los tratamientos aprobados para el tratamiento del dolor agudo de lumbar son cuestionables y que son necesarios estudios de mayor calidad para mejorar su tratamiento. Los estudios que revisó este equipo de científicos se elaboraron entre los años 1964 y 2021 y en ellos se observó la efectividad de 69 medicamentos y en combinaciones de ellos diferentes: la investigación incluyó antiinflamatorios no esteroideos, paracetamol, opiáceos, anticonvulsivos, relajantes musculares y corticosteroides.
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Para cuantificar los resultados del estudio, los investigadores establecieron una puntuación del 0 al 100 para expresar la intensidad del dolor lumbar después del tratamiento y también contaron cuántos pacientes notificaron acontecimientos adversos. La media de intensidad del dolor lumbar que manifestaron los participantes se encontraba en 65 al principio del tratamiento. En general, las reducciones del dolor de la parte baja de la espalda se consideraron entre bajas y muy bajas.
Lo mejor, el deporte
"Esta conclusión viene a reafirmar estudios que ya mostraban la falta de evidencia en la capacidad de algunos medicamentos analgésicos de reducir la intensidad del dolor agudo de espalda baja", afirma Hipólito. "Esta incertidumbre de los resultados mostrados por los estudios realmente complica la toma de decisiones por parte de los clínicos de atención primaria a la hora de prescribir antiinflamatorios, anticonvulsivantes, opioides, combinaciones de ambos, paracetamol o corticoides para tratar esta condición".
Debido a esta incertidumbre acerca de los resultados, los científicos recomiendan que se limite la prescripción de momento y que se elaboren más estudios al respecto. "Aunque de gran importancia, las conclusiones obtenidas todavía no van a impactar en los esquemas de tratamiento de los pacientes. Pero sí deben poner el foco de atención en el resultado del uso de los analgésicos tanto por parte de los pacientes como de sus médicos", comenta la profesora de la Universidad de Valencia.
¿Cómo se puede combatir el dolor lumbar si no es con medicación? En el estudio publicado en BMJ se explica que algunos de los tratamientos que recomiendan las guías clínicas es animar al paciente a que realice ejercicio físico o que recurra a terapia manual, como la que ofrece un fisioterapeuta. Francisco Kovacs, director de la Unidad de la Espalda del Hospital Universitario HLA-Moncloa, explica a EL ESPAÑOL en esta entrevista que para el dolor de espalda "lo que ha demostrado ser eficaz es, esencialmente, el ejercicio y lo que se llama manejo activo, que se resume en hacer la mayor cantidad de ejercicio cuando uno está sano y, en un episodio doloroso, mantener el mayor grado de actividad que el dolor permita".