Los influenzavirus cuentan con todas las papeletas para provocar una nueva pandemia. Ya ha ocurrido en otras ocasiones. A este grupo tan extenso pertenece el virus de la gripe estacional que todos hemos cogido alguna vez, pero también el de la mal llamada gripe española que estalló en 1918 y cuyas víctimas mortales se contaron por millones. Ahora la humanidad observa con atención a otro de estos influenzavirus, el H5N1, que está arrasando a las aves de todo el planeta y que cada vez salta con más facilidad a los mamíferos.
Las aves son las principales afectadas por estos virus, pero puede contagiar a otras especies de animales, entre las que nos encontramos los humanos. Estos saltos entre especies pueden producirse después de que el virus infecte a un animal que actúa como una coctelera vírica: esto es, un organismo que puede ser infectado por varias variantes de un virus y recombinarlas en sus células. El cerdo es una de esas cocteleras que puede producir variantes adaptadas a los humanos y, según el Censo Agrario de 2020, hay 30 millones en nuestro país y, además, cada vez se crían en explotaciones más intensivas. Algunas de las zonas de nuestro país con más explotaciones de este tipo son Huesca, Lleida, Castellón, Zaragoza, Cuenca, Soria y Segovia, según este artículo de RTVE.
"Son 'cocteleras víricas'. Si dos o tres virus infectan a la vez una misma célula porcina, existe el riesgo de que por un proceso típico de los virus de la gripe, llamado 'redistribución genética', los virus intercambien segmentos de su genoma. De esta forma, puede surgir una variante que tenga más capacidad de adaptarse a la replicación en células de mamífero, incluido el ser humano", explica Elisa Pérez Ramírez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
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Pero, ¿por qué pasa esto? Para entrar en las células, los influenzavirus cuentan con unas proteínas que deben encajar en los receptores de estos organismos como llaves y cerraduras. "La cerradura de las células de las aves es el 2-3 ácido siálico y la de los humanos el 2-6 ácido siálico, y por eso los virus de las aves nos infectan menos. Pero los cerdos —¡los muy cerdos!— tienen las dos cerraduras y en sus células pueden llegar a entrar a la vez el virus de la gripe aviar y el de la gripe humana. Con esa recombinación se forma una quimera", advierte Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra.
Granjas intensivas
Que se junte el virus de la gripe aviar —en este caso, el H5N1— y el de la gripe humana en la célula de un cerdo puede parecer complicado, pero esto ya ha sucedido en las gripes pandémicas de 1918, de 1957 y de 2009. Esta última fue conocida como gripe A o gripe porcina: "De hecho, el virus de la gripe pandémica de 2009 surgió de una redistribución genética triple y contenía genes de origen aviar, porcino y humano", afirma Pérez Ramírez. "Por eso, las granjas de cerdos son sitios que hay que vigilar especialmente de los virus de la gripe, que éstos no infecten a estos animales porque se favorecerían los cambios para que estos virus dieran problemas a los humanos", dice López-Goñi.
Uno de los grandes problemas en España es que, mientras el número de cerdos ha crecido un 22% en la última década, el número de explotaciones se ha reducido a la mitad. El Censo Agrícola registró en 2020 cerca de 35.000 explotaciones, lo que significa que se crían más cerdos en menos explotaciones, ganan peso las macrogranjas. Las explotaciones ganaderas intensivas se consideran necesarias para la alimentación de la población humana cada vez más numerosa, pero también un reto sanitario.
De hecho, a finales del mes de enero se dio a conocer un brote de la temible gripe aviar del virus H5N1 en una granja de visones en A Coruña. En ella tuvo lugar por primera vez el contagio de este virus entre distintos mamíferos, pero, por suerte, los operarios no resultaron infectados y se pudo controlar el brote sacrificando a 50.000 de estos animales. "Una granja con miles de visones es un 'campo de cultivo' perfecto para que un virus aviar ensaye su adaptación a mamíferos. Como en el caso de las explotaciones porcinas, es muy importante que los trabajadores de estas granjas se vacunen cada año frente a la gripe estacional para disminuir el riesgo de que el virus de la gripe humana llegue a las instalaciones. También impedir el acceso de aves silvestres", subraya la viróloga del CSIC.
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Debido a la facilidad de los visones para contagiarse de los virus de la covid y de las gripes aviares, Países Bajos decidió en 2020 eliminar las granjas de estos animales que, además, son especies invasoras cuando consiguen escapar. En cualquier caso, López Goñi explica que las granjas españolas se encuentran bien vigiladas y Pérez Ramírez sostiene que "la situación es más complicada en otros países donde los cerdos se crían en explotaciones pequeñas y con estándares de bioseguridad más bajos, que las hacen más permeables a los contactos entre cerdos y aves silvestres o murciélagos u otros animales".
Futuro incierto
Después de la experiencia con la pandemia de la covid queda claro que la proliferación de una variante en cualquier país puede tener consecuencias globales. Por esta razón, se está impulsando en todo el mundo la estrategia One Health que pretende aumentar la colaboración interdisciplinar entre organismos de salud humana, animal y de medio ambiente. "Somos uno más en un ecosistema enorme de interacciones entre animales, medio ambiente y microorganismos y hasta ahora hemos abordado esta cuestión desde una manera muy antropocentrista", explica el catedrático de Microbiología.
Controlar las enfermedades zoonóticas, que transmiten los animales, requiere de una estrategia de vigilancia de granjas y también de animales salvajes que se observen enfermos. Algunos de los virus más destacados de las últimas décadas como el coronavirus, el ébola o el vih tienen un origen zoonótico y se teme que el H5N1 pueda llegar a ser el siguiente reto para la humanidad. "Tienen que pasar muchas cosas para que cause una pandemia en humanos: mutaciones que hagan al virus más transmisible por vía aérea, que hagan que el virus entre con facilidad en células humanas y que consigan evadir nuestro sistema inmune. Es difícil que pase, pero no imposible", advierte López-Goñi.
El microbiólogo califica a este virus como "un campeón de la variabilidad, el cambio y la mutación" y sostiene que nos está dando avisos de que se acerca: "Está habiendo muchísimos casos en aves, pero además en muchos tipos y en muchas zonas, sobre todo en América donde está pegando muy fuerte y antes apenas había casos. Está en todo el planeta y todo el tiempo. Cada vez se aísla más en mamíferos y hay transmisión entre ellos, como ha pasado con leones marinos y visones". ¿Podemos adelantar que pasará teniendo en cuenta la experiencia de la covid?
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"Si hay algo que hemos aprendido de la covid es que hacer predicciones es complicado", sostiene el experto. "Esto nos recuerda que la amenaza de la gripe sigue ahí; muchos pensábamos que la gripe era la siguiente pandemia, pero la covid nos adelantó por la derecha. Ahora conocemos más la gripe que en 1918 y sabemos cómo evoluciona y cómo seguir la evolución en tiempo real. Eso sí, como acabará la historia, ni idea".
Por su parte, Elisa Pérez Ramírez tampoco hace predicciones a largo plazo: "La cepa actual ha roto los esquemas y muchas de las características típicas de epidemias anteriores de gripe aviar no se están cumpliendo. No me atrevo a predecir cómo evolucionará, pero lo que es seguro es que en los próximos meses el virus H5N1 seguirá teniendo un gran impacto sanitario y económico para la industria avícola y otro enorme sobre la biodiversidad".