La Unión Europea (UE) ha marcado como meta que nuestro continente esté libre de tabaco para el año 2040, pero es posible que pienses que se ha pasado de optimista. A pesar de que sabemos los grandes peligros que conlleva el consumo del tabaco, alrededor del 24% de las personas en España mantienen este vicio. Sin embargo, existe un país que ya nos ha adelantado por la derecha y es Suecia: está presumiendo de que en este 2023 llegará a tener menos de un 5% de fumadores.
Este porcentaje ha sido establecido por la Red Europea para la Prevención del Tabaquismo (ENSP, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para declarar que un país se considere "libre de humo". "Nos ha parecido una grandísima noticia", explica Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT). "Los países del norte de Europa, como Finlandia y Suecia, y algunos de las antípodas como Australia están tomando decisiones muy importantes para acotar el problema del tabaco".
De hecho, Suecia va a conseguir el objetivo que la UE ha marcado 17 años antes de que llegue la fecha límite. Por esta razón, muchos de los países de su entorno se fijan en el país escandinavo para saber cuál es su receta del éxito. De momento, la reducción del número de fumadores ya se está notando en algunas otras cifras: Suecia es uno de los tres países con el menor número de muertes atribuidas al cáncer de pulmón y la incidencia de cáncer en este país es un 41% menor que en el resto de Europa.
Esos datos han sido expuestos por la ONG Smoke Free Sweden 2023 en su documento La experiencia sueca. Una guía hacia una sociedad libre de humo. Además, las cifras del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) lo corroboran: Suecia cuenta con 17,7 casos de cáncer de pulmón —uno de los tumores más relacionados con el tabaquismo— por cada 100.000 habitantes y es la tasa más baja de Europa. España, por su parte, registra 29 casos por cada 100.000 habitantes.
Reducir sus daños
"Cada año en España se registran unas 54.000 muertes relacionadas con el tabaco y este producto también mata a quienes son fumadores pasivos", advierte Zamorano. "Nosotros nos hemos propuesto ser un país libre de humo y de nicotina en el año 2030, pero vamos mal: un 20% aproximado de fumadores y tantas muertes por tabaco. El cigarrillo es la primera causa de muerte evitable en España". El informe de Smoke Free Sweden 2023, de hecho, ha calculado que si las políticas que han implantado en el país son repetidas por los vecinos europeos pueden salvar hasta 3,5 millones de vidas en la próxima década.
Pero, ¿qué es lo que han hecho? Según el documento sueco, la clave ha sido combinar medidas de control, como el precio y la prohibición de fumar en las terrazas, y facilitar "el uso de formas no combustibles menos dañinas de tabaco y nicotina".
[El peligro del nuevo 'boom' del vapeo: "Que tengan menos tóxicos no significa que hagan menos daño"]
Esas formas no combustibles son "cigarrillos electrónico o vaporizadores, tabaco calentado y bolsas de nicotina orales". El informe sueco recoge las afirmaciones del Royal College of Physicians de Londres que en 2016 afirmaba que los daños que el cigarrillo electrónico puede causar representan el 5% de los que provoca el tabaco convencional.
"En otras palabras, los cigarrillos electrónicos son un 95% menos dañinos que los cigarrillos. Los productos orales de nicotina, como las bolsas de nicotina, son aún menos dañinos", expresa ese informe. "Algunos estudios han demostrado que los productos alternativos, como los vaporizadores, son hasta dos veces más efectivos para ayudar a los fumadores a dejar de fumar en comparación con las ayudas tradicionales". Los autores de este informe recomiendan, por tanto, facilitarlos entre los fumadores convencionales.
Zamorano explica que las condiciones en Suecia llevan siendo más favorables para el abandono del tabaco desde hace años: "El precio del tabaco es muy alto, no permiten fumar en las terrazas y la prevalencia de tabaquismo era menor a la mitad de la que hay en España".
Eso sí, si bien el experto comparte la necesidad de aumentar los precios de este producto y restringir los lugares en los que se puede fumar, se muestra contrario al fomento de formas no combustibles de tabaco. De hecho, no figuran en la estrategia española contra el tabaquismo.
Estrategia española
Zamorano señala que "hay estudios que demuestran que del 60% al 90% de quienes vapean, son fumadores duales; es decir, que también fuman tabaco convencional y, por tanto, es una multiplicación de los daños". Además, explica que quienes consumen estos cigarrillos electrónicos también acuden a consulta para intentar dejarlo.
[Marihuana, la razón oculta de las enfermedades pulmonares asociadas al vapeo]
"No son productos inocuos, tienen partículas en su aerosol que, como las PM2,5, son muy pequeñas y llegan a las partes profundas del pulmón, metales pesados cancerígenos y sustancias como el formaldehído y el acetaldehído", explica el presidente del CNPT. Este experto reconoce que es un éxito reducir el porcentaje de fumadores, pero no comparte la idea de "desplazar este consumo hacia los nuevos productos". ¿Cuál será, por tanto, la estrategia del CNPT para que España se incluya en los países sin humo del futuro?
Zamorano explica que el número de fumadores está descendiendo actualmente, pero hay que seguir aplicando medidas como el aumento del precio del tabaco e igualar la fiscalidad de estos nuevos productos: "Estamos considerados como el estanco de Europa, los franceses vienen de excursión a nuestro país a comprar tabaco. Sí, el estado se lleva unos nueve mil millones de euros en los impuestos al tabaco, pero se gasta el triple en los daños que produce a la salud".
Además, Zamorano explica que el tabaco debería limitarse "en todos los lugares donde haya personas" y aboga por llegar a la abolición de todos los productos del tabaco. Advierte que los nuevos productos para fumadores no son "nuevas maravillas", sino "una industria que está luchando por su supervivencia".