Recibir un diagnóstico desfavorable supone un punto de inflexión en la vida de cualquier persona; aún más cuando se trata de una patología irreversible, como es el caso de la amiloidosis cardíaca por transtiretina (ATTR-CM, por sus siglas en inglés). Esta enfermedad degenerativa e incurable afecta a tres de cada 10.000 habitantes, y la mitad de los pacientes fallecen dentro de los cuatro años posteriores al diagnóstico. Ahora, una investigación publicada en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM) ha abierto la puerta a nuevos tratamientos.
El estudio comenzó cuando un hombre de 68 años notificó una mejoría de sus síntomas. Esto llevó a los investigadores de la University College London (UCL) a revisar los historiales de 1.663 pacientes diagnosticados de ATTR-CM. De este grupo, se identificaron dos casos más. Los tres padecían insuficiencia cardíaca causada por la acumulación de proteínas pegajosas y tóxicas, aunque ya no presentaban síntomas, después de que la afección revirtiera de forma espontánea. Siendo así la primera vez en la que se constata que hay personas que alcanzan la remisión total de esta afección.
La recuperación de los pacientes de 68, 76 y 82 años se confirmó mediante el análisis de sangre y varias técnicas de imagen. También se llevó a cabo una resonancia magnética cardíaca (RMC), que no sólo mostraron que el amiloide se había eliminado casi al completo, sino que habían devuelto la función del corazón a un estado prácticamente similar al que tenían previo al diagnóstico.
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"Hemos visto que el corazón puede mejorar con esta enfermedad. Eso no se sabía hasta ahora y nos muestra un camino que podría conducir a nuevos tratamientos", asegura la profesora de la UCL y autor principal del estudio, Marianna Fontana, en una nota de prensa remitida por la propia universidad.
Origen de nuevas terapias
Uno de los tres hombres se sometió a una biopsia que reveló una respuesta inflamatoria atípica alrededor de los depósitos de amiloide que ocasiona esta enfermedad. Esta reacción inmunitaria no se detectó en las biopsias que se realizaron a 286 pacientes cuya enfermedad había seguido una evolución normal.
Al realizar un análisis más detallado, los investigadores también consiguieron aislar en los tres pacientes un anticuerpo específico que parecer unirse a las proteínas amiloides en modelos de tejido humano y de ratón. El conjunto de anticuerpos tampoco estaba presente en otros 350 pacientes que formaban la cohorte. Es posible que este anticuerpo esté detrás de la reversión de la enfermedad.
Si se pudieran 'aprovechar' estos anticuerpos, podrían combinarse con nuevas terapias que se están probando y que suprimen la producción de la proteína sanguínea llamada transtiretina (TTR, por sus siglas en inglés). Esto permitiría a los médicos eliminar el amiloide y evitar que se siga depositando.
Y es que los tratamientos actuales se limitan a aliviar los síntomas de la insuficiencia cardíaca, que pueden incluir fatiga, hinchazón en las piernas o el abdomen y dificultad para respirar a la hora de hacer ejercicio. No existe ninguna terapia a día de hoy que se centre en 'atacar' al amiloide. Sí que se están probando varias terapias conocidas como "de silenciamiento génico" con las que reducir la concentración de proteína TTR en la sangre y, por tanto, ralentizar la formación de amiloide en curso.
Sin embargo, no se ha demostrado todavía de forma concluyente que los anticuerpos fueron la causa de la recuperación de los pacientes. "Nuestros datos indican que es muy probable y que existe la posibilidad de recrear estos anticuerpos en un laboratorio y utilizarlos como terapia", destaca el profesor de la UCL y otro de los autores principales del trabajo, Julian Gillmore.
Ensayos con resultados prometedores
Gilmore precisamente dirige una de estos prometedores tratamientos, basado en CRISPR/Cas9, que es considerado uno de los mayores avances en la medicina actual. Los primeros resultados del ensayo dirigido el profesor de la UCL indican que puede detener la progresión de la enfermedad. Se trata del primer ensayo en humanos en el que esta técnica de edición genética se ha infundido por vía intravenosa como medicamento para inactivar un gen diana en un órgano específico, en este caso, el hígado, donde se produce la proteína TTR.
"Este trabajo no sólo representa un gran avance en nuestra comprensión de la amiloidosis cardíaca, sino que abre nuevas posibilidades de tratamientos más eficaces", asegura el director ejecutivo de la Royal Free Charity, Jon Spiers.
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Otro de los últimos hallazgos más relevantes para el conocido como síndrome del corazón rígido tiene sello español. Así es, el jefe de Cardiopatías Familiares del Hospital Puerta de Hierro, el doctor Pablo García Pavía, publicó en mayo un estudio —también en NEJM— en el que mostró la eficacia y la seguridad de un fármaco retirador de amiloide contra la amiloidosis cardíaca por transtiretina.
El tafamidis supone un gran avance para la enfermedad, puesto que es el único fármaco disponible dirigido específicamente para esta enfermedad. Aunque en España hay pacientes a los que se les niega el acceso.
Ha quedado demostrado que el fármaco mejora la supervivencia y reduce el número de hospitalizaciones; sin embargo, no produce mejoría de la enfermedad. Tampoco actúa contra el amiloide que ya está depositado en el corazón. Es por este motivo que el trasplante de corazón es a día de hoy la única terapia capaz de restaurar la función del corazón en esta enfermedad.