La familia de proteínas klotho, bautizada en homenaje a la parca griega que cortaba el hilo del destino de los mortales cuando les llegaba la hora, es considerada como un factor de longevidad esencial, al promover la liberación de hormonas con efecto rejuvenecedor en el organismo. Ahora, se ha comprobado que sus beneficiosos se extienden a la salud cognitiva, gracias a un ensayo con primates añosos que se publica en la revista Nature Aging.
La administración de klotho en ratones envejecidos se ha relacionado con una mejora de los marcadores ligados a enfermedades crónicas que se tienden a desarrollar con la edad, como la diabetes, la obesidad, la insuficiencia renal, la arteriosclerosis y la osteoporosis. En el caso de la función neurológica, se ha comprobado que no solo contribuye a aumentar la longevidad de los animales, sino su capacidad cognitiva y su función sináptica a edades en las que empiezan a deteriorarse.
Para trasladar el ensayo a los primates no humanos, el equipo de Dena Dubal de la Universidad de California en San Francisco administró una única dosis de klotho de baja concentración -10 microgramos por kilo de peso corporal- a dieciocho macacos rhésus de unos 22 años de edad. La expectativa de vida para la especie es de unos 25 años, pero tras el tratamiento, los simios fueron capaces de resolver pruebas de trabajo y memoria espacial con la facilidad de un individuo más joven.
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Los beneficios de la intervención individual se prolongaron durante dos semanas, y repetir la prueba con dosis a mayor concentración no reportó un mejor resultado. Según concluye la profesora Dubal junto con su equipo, se puede determinar que estos efectos positivos observados en los ratones se extienden a los primates no humanos. Y serían un punto de partida para tratar de desarrollar fármacos que frenen el deterioro cognitivo en el ser humano a medida que envejece.
"Los déficits cognitivos están afectados por el envejecimiento y por enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer", explica Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en declaraciones a Science Media Centre. "En general, el estudio parece tener un enfoque sólido al utilizar modelos animales relevantes como el ratón y primates no humanos de edad avanzada", precisa.
"Además, los resultados obtenidos en ratones y primates no humanos sugieren un potencial terapéutico prometedor para el tratamiento de la disfunción cognitiva relacionada con el envejecimiento. Pero sería necesario que este estudio abordara el efecto de klotho en la salud cerebral en humanos", prosigue. "Además, se desconocen los mecanismos moleculares de klotho y cómo actúa para mejorar a nivel fisiológico las funciones cognitivas y la memoria".
Así, según recuerda Djouder, "se han relacionado variantes genéticas en el gen klotho con el envejecimiento humano, y se ha demostrado que la proteína klotho es un factor circulante detectable en suero que disminuye con la edad". La novedad en este caso radica en investigar su efecto en la función cognitiva y la memoria. "Desde esta perspectiva, klotho podría ser un factor importante para mejorar estas funciones y ser un componente crítico en el envejecimiento".
Finalmente, el especialista señala que los niveles de klotho "aumentan en la sangre después de realizar ejercicio aeróbico", lo que indica que "el ejercicio físico puede ser una alternativa para contrarrestar los efectos del envejecimiento". Sin embargo, aún se desconoce cuál sería la concentración fisiológica óptima. Por tanto, "podría ser necesario alcanzar niveles más bajos y 'fisiológicos' en el cuerpo para lograr un margen terapéutico de mejora cognitiva en los seres humanos".