El verano es una de las épocas favoritas del año para la gran mayoría de españoles. Lejos de realizar viajes a la playa o a la montaña, la realidad es que la temporada estival se presenta como una de las preferidas por el público, ya que ofrece la posibilidad de disfrutar de unos merecidos días de descanso. A pesar de que el eterno debate entre la costa o la naturaleza del interior continuará presente eternamente, lo cierto es que, independientemente del lugar desde donde se disfruten de las vacaciones, hay que mantener precauciones con el sol.
Al tomar el sol, nuestro cuerpo recibe una gran cantidad de vitamina D, que es fundamental para la salud de los huesos, los dientes y la absorción del calcio a nivel intestinal. Sin embargo, los expertos recomiendan no abusar de la exposición al sol abrasador, sobre todo en horas centrales, ya que esto podría provocar efectos negativos tales como el enrojecimiento de la piel, quemaduras, reacciones alérgicas, arrugas e incluso melanomas.
En este sentido, los expertos aconsejan evitar la exposición directa al sol en las horas centrales y, sobre todo, hacer un uso correcto de un buen protector solar. Los sprays y las cremas de sol contienen una serie de sustancias químicas que protegen a los cuerpos del sol. Sin embargo, los mejores son aquellos que se catalogan como 'de amplio espectro' y que consiguen filtrar tanto los rayos UVB (rayos ultravioleta de onda corta) como los UVA (rayos ultravioleta de onda larga).
A lo largo de los años han sido muchas las recomendaciones que han surgido en torno al uso de la crema solar en nuestro cuerpo. Y es que es algo habitual acudir a un supermercado y ver tantos tipos de crema diferentes que los clientes no saben por cuál decantarse. En este sentido, los expertos recomiendan tener en cuenta siempre el factor de protección solar, o también conocido como SPF.
El factor de protección solar determina cuál es el nivel de protección que tiene el producto contra los rayos UVA, que son los que provocan que cuando los usuarios se exponen durante mucho tiempo al sol acaben quemados. El índice del factor de protección solar se determina a través de una serie de números que van desde el 6 hasta el 100. Ninguno de ellos bloquea el sol al 100%. Sin embargo, la realidad es que cuanto más alto sea el número, más tiempo protegerá al usuario del sol.
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"Un protector solar no debe usarse como una forma de prolongar el tiempo que pasa exponiéndose a la luz del sol. Incluso con el uso adecuado de un protector, aún se reciben algunos rayos UVA. Debido a esto, el protector solar no debe ser considerado como su primera línea de defensa", explican desde American Cancer Society.
¿Qué significan los números de la crema?
Los números que contienen las cremas indican el nivel de protección que el protector solar ofrece contra los rayos UVB. Por ello, un mayor número significa más tiempo de protección. Por ejemplo, si un usuario aplica a su cuerpo una crema de factor 30, este obtendrá el equivalente de un minuto de rayos UVB por cada 30 minutos que pase bajo el sol. Es decir, una hora al sol con esta crema es lo mismo que estar dos minutos sin haberse puesto crema.
Muchos usuarios creen que cuanto mayor es el número, mayor es la protección. Sin embargo, el índice del factor de protección no tiene tanto que ver con el nivel de protección en sí, sino con el tiempo que dura su efecto. Una crema de factor 50 no protegerá más que una de 30, sino que su efecto durará más tiempo. Hay que tener en cuenta, además, que no todas las cremas sirven para todos los cuerpos. Es decir, si una persona tiene la piel más blanca, necesitará un protector solar de factor 50, como mínimo.
Además, los expertos recomiendan aplicar la crema 20 minutos antes de salir a la calle para que el cuerpo pueda absorberla correctamente. Por lo general, se recomienda renovar la crema en la piel cada dos horas con el objetivo de asegurarse una protección efectiva.