En el carrusel de vídeos que las redes sociales nos pasan todos los días ante los ojos es posible que te hayas topado con un señor de pelo amarillo que te llama panza, blando y mileurista. Cualquiera diría que nadie querría seguir a un tipo tan desagradable, pero Amadeo Llados ya acumula más de 690.000 seguidores en Instagram y ha pasado los dos millones y medio en Tik Tok. ¿Por qué? Supuestamente, Llados es un emprendedor que no tenía nada y que, tras descubrirse a sí mismo, empezó a generar cientos de miles de euros al mes, a poder comprar coches de alta gama y a vivir en mansiones.
Lo que se ve en redes sociales es que Llados tiene dinero, propiedades y músculos, y, según dice, quiere que los tengas también tú. ¿Qué hay que hacer para ser como él? Pues levantarse a las cinco de la mañana a hacer burpees, cambiar tu ambiente social y, por supuesto, comprar su curso online. Llados es coach y enseña a otros a vivir como él, a que también sean coaches y éstos vendan este estilo de vida a otros, y así hasta el infinito. Participar en su aula virtual cuesta 100 euros al mes y se expande gracias a un sistema de afiliados al estilo del que montaron otros, como Andrew Tate.
"Lo siento como mi mejor amigo", "todo lo que dice es verdad", "quité a todos mis amigos [...]. Es eso o vas a ser pobre siempre" o "voy a invertir en él y en sus mentorías para que él me diga qué tengo que hacer". Estas son algunas de las frases de uno de estos afiliados de Llados que quedaron recogidas en este artículo de EL ESPAÑOL. De la misma manera, en los comentarios de sus publicaciones de redes sociales muchos usuarios exponen que este influencer dice verdades que duelen, aunque también ha generado muchas burlas.
El truco de Llados
"Todo en tu vida es blando. Te levantas tarde, tienes una panza, no tienes pasta. Tu mujer da pena, ¡no la quiero ni mirar! Bro, what the f*ck?!", dice Llados en uno de sus vídeos de redes sociales en los que luego promociona uno de sus cursillos online. Este negocio de Llados, sin embargo, no tiene nada de novedoso, según explica el psicólogo Víctor Amat, autor de los libros Psicología Punk (Vergara, 2022) y Autoestima Punk (Vergara, 2023), que acaba de publicar. "Hacerse rico a costa de otros en modo piramidal es viejo", dice Amat.
Que todo el negocio de Llados no es más que una estafa piramidal es una sospecha de muchos usuarios que no se ha confirmado. Pero lo que Amat tiene claro es el método que utiliza para captar a la gente: se basa en crear un club de élite utilizando una retórica clasista. "Tu vida es una mierda porque estás gordo y no haces dinero", dice Llados en otro de sus vídeos y Amat sostiene que estas palabras forman parte de un instrumento de persuasión: "Los valores mostrados en ese discurso generan un rechazo generalizado, pero al mismo tiempo cohesionan al grupo", destaca el psicólogo.
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Además, Amat razona que cuanto más se rechaza el mensaje de Llados, más fácil es para él generar un discurso a su favor para captar nuevos seguidores. "La fuerza de su mensaje se halla en la polarización que provoca: 'Eres gilipollas si no me haces caso. Hay dos tipos de personas: los que me siguen y los desgraciados, ¿en qué grupo quieres estar?'", explica Amat. El autor de Autoestima Punk explica que si este método lo ejerce alguien despiadado puede hacer mucho daño a su alrededor y que, en este sentido, Llados "es suficientemente inteligente para dirigirse a un grupo de personas que pueden seguirlo".
Sin empatía
Pero, ¿qué tipo de personas se encuentran al otro lado de la pantalla escuchando a Llados con atención? El afiliado al programa de Llados que habló en el artículo de EL ESPAÑOL antes citado sostiene que la mayoría suelen ser chicos muy jóvenes que trabajan como "camareros, trabajadores de la obra, de la construcción, que suelen tener una situación mala", enumera el artículo. Este afiliado, sin embargo, también asegura haber conocido en estos cursos de Llados a personas "con mucho dinero".
Amat explica que este mensaje de Llados que dice "somos mejores que tú" se ha dado a lo largo de la Historia en grupos religiosos y políticos: "En momentos de desorientación vital, alguien puede encontrar recursos en un grupo tan polarizado. En general, sus seguidores son personas que pueden sentirse solas y vulnerables". En este sentido, el psicólogo cuenta que las personas que tienen un grado de carisma como el de Llados suelen generar una adhesión muy grande en chicos con bajo nivel de instrucción, dificultades de relación y riesgo de exclusión.
En cualquier caso, el psicólogo reitera que esta técnica de Llados para generar seguidores no es nada nuevo, pero que se viraliza porque ahora existen las redes sociales. En sus vídeos, el propio Llados explica que las principales causas que le motivan en su trabajo es ayudar a otros. Como en uno de sus vídeos en el que dice que no odia a los panzas, sino que les ama porque les dice la verdad. Pero también le motiva estar en continua mejora y, en este sentido, dice en otro vídeo que hasta la muerte de un familiar (el peor escenario que se imagina) le empujaría a trabajar con más intensidad.
¿Es un ejemplo de algo?
"Estos rasgos indican que estamos hablando de una persona que no demuestra sentir empatía alguna", explica Amat. Llados con su lenguaje desprecia a quienes no tienen un cuerpo musculado, a quienes tienen un sueldo mileurista e, incluso, a quienes estudian y le dan importancia a aspectos como la ortografía: "Sois f*ucking catetos, escribís perfecto y vivís en un p*to zulo. Mi f*ucking chandelier vale más que toda tu f*cking vida". Por esta razón, todo hace apuntar a que una persona como el psicólogo Víctor Amat ni sigue a Llados ni lo recomendaría.
Sin embargo, Amat conoce perfectamente a Llados y le sigue desde hace meses a través de su hijo de 15 años. No lo hace por convertirse en millonario ni transformar su físico, sino porque "es un fenómeno para hacer pensar a los chavales". Le recuerda a otros "manipuladores" del calibre de Donald Trump o Javier Milei, a los cuales "no podemos evitar, pero podemos estudiarlos para aprender a valorarlos como toca", asegura Amat. Como explicaba el psicólogo en esta entrevista para EL ESPAÑOL: "La autoestima es precisamente ver a un fulano así y decir: 'Oye, no quiero ser como tú'".