Es bastante probable que su cena de Nochevieja del domingo acusara alguna baja por infección respiratoria, o alguien ha acudido casi por obligación con un buen trancazo. Los resfriados, catarros y demás enfermedades de las vías respiratorias superiores se han multiplicado en las últimas semanas y está llegando su momento álgido.
La semana anterior a la Navidad, la última con datos disponibles, acusaba una incidencia superior a los 900 casos por 100.000 habitantes, 100 más que los siete días anteriores. Las hospitalizaciones han crecido hasta las 21 por 100.000 habitantes y las urgencias de atención primaria y hospitalaria están siendo colapsadas por los virus respiratorios.
"Nos espera un enero bastante complicado", confiesa Pascual Piñera, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, Semes. "Parece que nos habíamos olvidado de esto con la pandemia, pero en 2017 tuvimos una epidemia muy virulenta, y probablemente vaya a ser igual este año".
¿Es gripe o Covid?
Piñera estima que, de cada diez casos que acuden a las urgencias hospitalarias, entre 8 y 9 son de gripe, principalmente gripe A. En la primaria ha habido oleadas de gripe A y Covid, predominando ahora mismo la primera, y "muy raramente casos de gripe B y alguno combinado, gripe A-Covid o gripe A-gripe B", comenta Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
El último informe semanal del Instituto Carlos III indica que casi uno de cada cuatro personas que acuden a la primera con síntomas de infecciones respiratorias da positivo para gripe: un 24,8%, frente al 13,6% que lo hace para SARS-CoV-2. En hospital, los porcentajes son similares: 26,8% para gripe, 10,8% para Covid.
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Como señalan Piñera y Armenteros, la gripe actual es casi exclusivamente de tipo A. Entre las muestras subtipadas en primaria, el 72% corresponden al subtipo (H1)pdm09 y el 28% restante sería H3N2.
En la Covid predomina el linaje XBB.1.5-like con mutación F456L, derivado de la variante XBB.1.5, que fue la seleccionada para actualizar las vacunas que se han ofrecido en España este otoño.
Este linaje supondría el 48,51% de los casos secuenciados en la semana anterior a Navidad, mientras que BA.2.86 contaría con el 22,76% de los casos, si bien ha sido la variante predominante en las últimas semanas (hasta el 74,29% de los virus secuenciados correspondían a esta variante).
¿Cuáles son sus síntomas?
Lorenzo Armenteros subraya que, clínicamente, gripe y Covid son dos "enfermedades indistinguibles, tienen prácticamente los mismos síntomas: "cansancio, dolor muscular, tos, dolor de gargante, fiebre alta..."
Con todo, apunta que la principal diferencia que se nota en consulta es que, "cuando predomina el cansancio, suele ser Covid". En cambio, si la persona nota más el dolor muscular intenso, es más probable que sea gripe.
El médico de familia explica que hay que diferenciar estos dos virus de otros que también circulan en estas fechas "y provocan los típicos catarros de toda la vida, esos que nos permiten seguir trabajando aunque tengamos mocos y cansancio".
¿Cómo de grave está siendo?
La cepa predominante en la actualidad es la A(H1N1). Concretamente, se trata de la heredera de la pandemia de 2009 y por eso se le añade el sufijo 'pdm09' en los informes, y contiene secuencias de virus aviar, porcino y humano.
Este subtipo es el predominante y el que primero aparece en la temporada. Es al final de la misma, entre febrero y marzo, cuando empiezan a verse más casos de virus de la gripe B, por lo general más benigna, si bien ha protagonizado oleadas de inesperada virulencia como la de 2018 debido, sobre todo, a que la vacuna recomendada para aquel año no se correspondió con las cepas que finalmente circularon.
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Pascual Piñera explica que están acudiendo a urgencias principalmente jóvenes "con clínica habitual" —cefalea, fiebre, malestar general, mialgias y decaimiento— pero también mayores con síntomas de insuficiencia respiratoria "y algunos han desarrollado neumonía".
Calcula que uno de cada diez mayores que acude a urgencias por una infección respiratoria acaba siendo ingresado. Los datos del Instituto de Salud Carlos III reflejan un aumento de las tasas de hospitalización desde mediados de noviembre, desde 12,7 casos por cada 100.000 personas hasta los 21 observados en la penúltima semana del año.
¿Por qué duran más los síntomas este año?
Los síntomas gripales suelen durar en torno a los siete días, siendo los 4-5 primeros los más duros para, presumiblemente, mejorar los síntomas (sobre todo la fiebre) en el resto.
Sin embargo, este invierno muchas personas se quejan de que los síntomas parecen extenderse más allá de lo considerado normal. Ninguno de los médicos consultados por EL ESPAÑOL lo ha constatado a nivel clínico, pero Lorenzo Armenteros apunta una posible explicación: la inmunidad perdida en los tres años de pandemia.
"De vez en cuando te encuentras gente con una inmunidad reducida que, en lugar de los siete días clásicos, puede prolongarlos hasta los 10, pero no suele ser habitual", comenta.
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La duración, o la sensación de duración que produce una infección más intensa, señala, puede deberse a que "hemos perdido cierta inmunidad a la gripe estos año, cuando el virus ha circulado poco, y puede darnos la impresión de que ahora es más agresiva".
El síntoma que más se alarga en el tiempo es la tos, "seca, improductiva, irritativa y de predominio nocturno, que puede durar hasta un mes después de acabada la fase aguda" y se produce por la "agresión directa del virus en las vías respiratorias altas: tráquea, bronquios y orofaringe".
¿Qué tratamiento es eficaz?
En los casos en que la gripe cursa sin otras complicaciones, el tratamiento es el alivio de los síntomas. "Hidratación local y algún antiinflamatorio", apunta Armenteros.
Es decir, agua (tambíén valen los remedios de la abuela como la leche con miel) para suavizar la garganta y "antipiréticos y analgésicos de probada eficacia, como el paracetamol, que tiene el mejor perfil de seguridad, y el ibuprofeno".
El médico de familia no es partidario de recomendar antitusivos "a menos que la tos exceda los límites normales, en cuyo caso es recomendable la valoración por un médico. De todas formas, no es para todas las personas porque pueden tener sus complicaciones".
Ciertos jarabes pueden servir si suavizan la garganta "de la misma forma que los caramelos o hacer gárgaras de agua con miel", apunta.
En los casos de personas mayores que se han presentado en urgencias con problemas respiratorios, Pascual Piñera, vicepresidente de Semes, explica que pueden acabar con ventilación no invasiva "y podemos acabar ingresándolos".
¿Cuándo acudir a urgencias?
Lorenzo Armenteros explica que a veces se acude al médico en periodos tan tempranos que "ni siquiera se ha desenmascarado la enfermedad". Por eso recomienda esperar 48 horas y cuidarse con hidratación y analgésicos para observar su evolución y comprobar si "hemos mejorado lo suficiente para no ir al médico, evitando la sobrecarga del centro sanitario".
Lo desable es acudir con disnea (insuficiencia respiratoria), "cuando nos falte la vida, tengamos sensación de ahogo o la mucosidad haya cambiado de color, de blanquecina a verdosa, lo que puede indicar una sobreinfección bacteriana".
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También es recomendable acudir si tenemos fiebre por más de cuatro o cinco días, "o si el procesova en un sucesivo empeoramiento".
Por su parte, Pascual Piñera recuerda que muchas personas mayores suelen acudir con la enfermedad avanzada "porque muchas veces dependen de otros para venir".
Es por eso que recomienda, en este caso, no esperar a sentir que le falta el aire. "Si empiezan con la clínica y ven que la fiebre no cede, antes de empezar con disnea deberían acudir a urgencias y ve qué pasa.
¿Cómo está siendo esta temporada en los niños?
David Andina, pediatra de urgencias en el Hospital Niño Jesús de Madrid y portavoz de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas, apunta que, con el final de la epidemia de virus respiratorio sincitial (VRS), que alcanzó su pico en el puente de diciembre, ahora predomina, igual que en los adultos, la gripe A.
"La curva epidémica no ha tocado techo" y se espera que, tras el parón de las guarderías y los colegios por las navidades, "esa onda epidémica se frene, aunque todavía no lo estamos viendo".
Al tratarse de cuadros virales, "no precisan de tratamiento antibiótico. Lo único que podemos ofrecer es darle un antitérmico, normalmente paracetamol, hidratación y, en los niños más pequeños, lavados nasales para aliviar un poquito esa obstrucción de la vía aérea superior".
Aunque es difícil hacer una recomendación general, apunta, los padres deben considerar acudir a urgencias si la fiebre se prolonga "por encima de los 4-5 días, si hay signos de dificultad respiratoria (mete la tripita hacia dentro o respira muy rápido) o le vemos somnoliento y más decaído de lo habitual".
Por su parte, Cristina Calvo, presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica, apunta que, gracias a la inmunización con nirsevimab, el VRS este año "ha causado muchos menos casos graves en los lactantes que lo han recibido, con mucha diferencia respecto a años anteriores".
La gripe, en general, "aunque causa bastante fiebre, no suele precisar hospitalización o [lo hace] con menos frecuencia". La Covid "también es más leve y en general ingresan los lactantes pequeños menores de 1 año, donde el cuadro preocupa un poco más, aunque evolucionan bien en muy pocos días".