Dada la actual epoca invernal, repleta de casos de resfriados, cuadros gripales o casos de covid, todos de forma simultánea, no es raro intentar echar mano de remedios farmacológicos de venta libre y sin necesidad de receta: los típicos antigripales compuestos por múltiples elementos que, en su conjunto, buscan reducir o paliar una sintomatología que en gran parte cederá sola con el paso de los días.

Uno de los componentes de estos antigripales es el dextrometorfano, un antitusígeno usado comúnmente en estas patologías leves que, sin embargo no trata las causas de la tos ni acelera su recuperación. Pero ese no es el menor de sus problemas, dado que el consumo conjunto de dextrometorfano y los fármacos antidepresivos puede dar lugar a un cuadro sintomático mucho peor que un resfriado.

El uso y consumo de antidepresivos se ha disparado exponencialmente en las últimas décadas y, si bien existen diferentes variedades de los mismos, los más consumidos son los conocidos como inhibidores de la recapcación de la serotonina o ISRS: fluoxetina, paroxetina, sertralina son solo algunos de los ejemplos más prescritos; además también está el caso de los fármacos antidepresivos duales, como la duloxetina, venlafaxina o desvelafaxina.

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Si bien cada variedad actúa de una forma diferente a nivel de los neurotransmisores cerebrales, ambos grupos comparten en común sus efectos sobre la serotonina, un neurotransmisor cuya disminución se ha asociado con cuadros depresivos. La función de estos fármacos es aumentar la presencia de serotonina libre cerebral, pero sin excesos.

El problema del uso conjunto de dextrometorfano y estos antidepresivos sería el conocido como síndrome serotoninérgico, una afección potencialmente mortal que no se produce por la toma de antidepresivos como tal (siempre que se tomen a la dosis y pauta adecuada), pero sí por la interacción de estos con otros fármacos. En resumidas cuentas, se trataría de un exceso de serotonina que aumentaría la actividad del sistema nervioso central.

Como datos destacables, un síndrome serotoninérgico, cuando se produce, puede manifestarse ya en las primeras 6-24h de la interacción entre fármacos. Los síntomas pueden variar, pero es habitual ver cuadros de agitación y delirio, taquicardia, hipertensión, sudoración profusa, escalofríos, vómitos, diarrea, temblores, contractura o rigidez muscular, reflejos exaltados.

El síndrome serotoninérgico no solo se produce por una interacción entre los antidepresivos y los antigripales que llevan dextrometorfano, sino que existen diferentes fármacos y grupos de fármacos que pueden dar lugar a este cuadro clínico:

- Antidepresivos: la combinación de antidepresivos ISRS o duales con otros grupos, como los IMAO (actualmente en desuso), los IRSN o fármacos duales, los antidepresivos tricíclicos, y otros tipos de ISRS. Algunos antidepresivos se pueden combinar entre ellos, pero otros no, algo que nuestro médico de familia o nuestro psiquiatra valorarán previamente.

- Fármacos estimulanres del sistema nervioso: anfetaminas, cocaína, metanfetamina, MDA y MDMA o metilfenidato, entre otros.

- Sustancias alucinógenas.

- Hierbas.

- Fármacos agonistas 5-HT1 o "triptanes", muy usados en dolores de cabeza como las migrañas.

- Fármacos opioides y derivados.

- Otros fármacos, como es el caso del dextrometorfano o la clorfeniramina, siendo este último un antihistamínico que también suele usarse como antigripal.

Como dato favorable, un síndrome serotoninérgico, si llega a producirse, puede revertirse en menos de 24h dependiendo del fármaco con el que haya interaccionado el antidepresivo en cuestión. Sin embargo, las complicaciones graves de esta patología van desde los síntomas ya mencionados hasta las convulsiones, la lesión renal aguda e incluso la muerte en casos muy graves. En la mayoría de los casos se requerirá un ingreso hospitalario para observación y realización de pruebas, aunque como siempre dependerá de la gravedad del cuadro clínico.

Como conclusión, el mensaje final de este repaso es que no debemos tomar diferentes fármacos de forma simultánea sin una buena información previa. En personas sanas sin un tratamiento de base, un antigripal puede ser inocuo, e incluso inútil dado que no han demostrado ni reducir la enfermedad ni su duración; pero si se toma algún fármaco por cualquier motivo, sobre todo en el caso de los antidepresivos o algún tipo de fármaco para enfermedades respiratorias o cardíacas, es aconsejable preguntar a nuestro médico o nuestro farmacéutico de confianza respecto a potenciales interacciones.