Climent, neuropsicóloga: "Los olvidos son normales, pero si nos desorientamos deberíamos ir al médico"
"Si juegas a videojuegos hasta los 80 años, será genial para tu cerebro" / "Cuidar el cerebro no significa tener que hacer cosas nuevas sin parar" / "Es normal que la primera persona que ha vencido al Tetris tenga 13 años".
19 febrero, 2024 02:11Gema Climent es psicóloga forense, neuropsicóloga clínica y una gran creadora de videojuegos. Por colaborar en aplicaciones contra el bullying o el machismo escolar, la lista Forbes la ha incluido entre las 50 mujeres más influyentes en tecnología de Europa. Su último libro, Viaje a tu cerebro, tiene una "motivación personal": aterrizar en la mediana edad, explica, implica un vendaval de obligaciones laborales, familiares y personales que rara vez nos dejan ocasión de parar, reflexionar y hacernos preguntas sobre el órgano más preciado y complejo de nuestro cuerpo.
Hablamos mucho del cerebro de los mayores, porque queremos envejecer con salud, y del de los adolescentes, porque nos preocupa su desarrollo. ¿El cerebro en la mediana edad ha quedado en tierra de nadie?
Sí, y se nota en las publicaciones. Se han estudiado poco los cerebros sanos y no patológicos. Y es cierto que hay funciones que entran en declive, pero también hay otras que se modifican y se adaptan. Parte del problema es la forma de medición. La mayoría de tests miden la atención, la memoria o la velocidad de procesamiento, cosas que nos dan peor resultado en la mediana edad, en lugar de medir cosas que se desarrollan con la edad como la capacidad de control.
El ejemplo que da es el de los profesionales de e-Sports: se retiran sobre los 30 años, igual que los deportistas físicos, porque su cerebro ya no puede competir con los más jóvenes.
¡Lo dicen ellos mismos, los jugadores de élite! Si te gustan los videojuegos, seguir jugando aunque tengas 80 años será maravilloso para tu cerebro. Son una gran fuente de estimulación y de aprendizaje. Pero para competir en la élite, hay una edad en la que tienes que pasar de jugador a entrenador. La primera persona que ha vencido al Tetris tiene 13 años, y es normal. Su cerebro tiene mayor velocidad de procesamiento, y la capacidad de atención y de manipulaciones será mejor.
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¿La falta de pruebas adaptadas al cerebro de la mediana edad es una muestra de edadismo en la ciencia?
No hay edadismo en la ciencia, pero es la sociedad la que le pide que se ocupe de determinados cosas, y por eso se investigan más. Nos preocupa lo que le pasa a los cerebros a partir de los 65 años: vemos los problemas cerebrales a esas edades, pero también a superancianos de ciento y pico que están estupendos, y queremos saber por qué. En cambio, la mediana edad la hemos dedicado siempre a trabajar, a tener hijos, a cuidar a los padres... A mí me parece una época esplendorosa, el cerebro en esa edad puede hacer muchas cosas.
¿Cuáles serían entonces esas ventajas del cerebro en la mediana edad?
Pues, sobre todo, la capacidad de control cognitivo, de conocerse y de aplicar la experiencia con inteligencia. A medida que cumplimos años adquirimos más patrones y tenemos más sesgos, pero desarrollamos la capacidad de tener una visión más amplia. Es como la historia en la que un pez mayor se encuentra con dos pececitos y les pregunta: '¿Qué tal, cómo está el agua hoy?'. Y ellos contestan: '¿Qué es el agua?'.
Pero al llegar a esa edad, todos creemos saber más que los jóvenes. ¿Cómo puedo distinguir lo que es sabiduría de lo que son mis sesgos?
¡Bueno, hay gente joven muy rígida también! Pero existe la flexibilidad cognitiva, que nos puede ayudar a alcanzar esa sabiduría. Y no es otra cosa que la experiencia inteligente, la que permite adaptarnos a los cambios, adoptarlos, encajarlos e integrarlos en nuestro conocimiento, para que empezar de nuevo sea cada vez menos difícil.
¿Aquí entran en juego las habilidades empáticas adquiridas con la edad? ¿Ver que si las cosas se hacen de forma diferente, no es forzosamente malo?
Claro, por supuesto. La juventud también tiene sus sesgos, la incapacidad de concebir que hubo un 'antes' en el que nosotros también fuimos jóvenes. Esa empatía de ver al otro como ha sido tal, y de verlo como seré yo dentro de un tiempo, es lo que nos permite salvar el abismo.
¿La mediana edad es el momento en el que podemos preparar nuestro cerebro para la vejez y prevenir males como la demencia?
En algunos casos las demencias se pueden prevenir décadas antes, pero nos debería preocupar igual seguir físicamente bien o mantener la autonomía. ¡Firmaríamos por tenerlo todo! Lo que deberíamos hacer en cualquier caso es cuidar nuestro cerebro igual que cuidamos nuestro cuerpo. Se ha demostrado que lo bueno para uno es lo bueno para el otro. No hay ningún consejo sanitario que podamos obviar, ni el colesterol ni la tensión.
¿Hay hábitos que nos pueden ayudar a contrarrestar los daños que provocan factores inevitables en nuestra vida diaria, como el estrés o la falta de sueño?
Si tenemos interés por aprender y curiosidad por hacer cosas nuevas, estupendo. ¡Pero no tienen que ser siempre algo distinto! Si has estudiado telecomunicaciones, vuelve a hacerlo. Lo verás desde otro punto de vista, te va a resultar más sencillo y vas a integrar mejor la información. ¡A ver si ahora nos van a poner deberes de nuevo! Actualizarse en la profesión es una forma de enriquecimiento personal. Tu cerebro no necesita que hagas cosas nuevas y diferentes continuamente. ¡Si no te gusta bailar, pues no bailes! Y algo que tienen en común los supercentenarios es que socializan mucho, con gente con la que comparten intereses.
El libro también previene sobre la oleada de mensajes de autoayuda y consejos psicológicos de dudoso origen que nos inunda.
Yo no digo que algún libro de autoayuda o algún consejo de coaching no sea válido. La psicología se puede aplicar también de diferentes maneras. Pero lo que no me gusta es que se metan en el ámbito de la psicología sanitaria. Es malo para ti y es malo para la persona a la que está haciendo gastar su tiempo y dinero donde no debería. Puede que no le hagas mal, pero le estás quitando un bien. Cuando tengas alguna duda o un malestar específico, acude a un especialista.
¿Y cómo podríamos reconocer ese momento en el que el malestar y el estrés han pasado de problemas cotidianos a un problema patológico?
Es una pregunta complicada. Hay que relativizar: algunas cosas ya no podrás hacerlas como antes, igual que ya no te pondrás a correr igual que cuando eras joven. Es normal que te afecte el cansancio, el insomnio, los fármacos... Las quejas subjetivas -de falta de memoria, de atención, de organización, de planificación o de lenguaje- son normales. Incluso cuando un nombre se te queda en la punta de la lengua, esas quejas subjetivas son normales. Pero hay cosas que deben llamarnos la atención. Si te desorientas un día yendo por la calle, eso es para ir y contárselo al médico.
Las dificultades para planificar y realizar las tareas cotidianas, según cuenta, también son un indicio de que podemos estar sufriendo ansiedad.
Sí. Algo positivo de la mediana edad es que somos mejores a la hora de postergar la recompensa. Eso nos hace mejores a la hora de emprender proyectos a medio y largo plazo que una persona joven, en general. Pero eso también tiene un coste: cómo me organizo, cómo gestiono mi familia, mi trabajo y mi casa... Un proyecto vital mueve muchas cosas, y es normal que, psicológicamente, nos cueste más.