Era una noche de verano de 2020 cuando a la doctora Victoria Muñoz le avisaron de que un paciente quería ver a su madre, pese a que no tenía las visitas permitidas. "Cuando bajamos a hablar con él, directamente me agredió. No me dio tiempo a decirle nada, me pegó un puñetazo, me tiró al suelo y empezó a darme patadas en la cabeza y el pecho", recuerda emocionada.
Con su historia pone cara a una triste realidad: cada vez hay más agresiones a médicos en España. Así lo confirman los datos del último Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC). En 2023 se comunicaron a los colegios de médicos un total de 769 acciones violentas a personal sanitario. Se trata de la segunda peor cifra desde que se tiene registro; sólo superada por 2022, con 843 agresiones.
Pese a que han caído con respecto al año anterior, lo cierto es que la evolución muestra una tendencia al alza. De hecho, en los últimos 10 años las agresiones han crecido un 117%; pasando de 354 en 2013 a 769 en 2023. El único descenso considerable se produjo en 2020, con 441 agresiones. No hay que olvidar, eso sí, que se trata de un año excepcional por la Covid-19.
En total, se han registrado 7.261 agresiones. Este número equivale, tal y como destacan desde la OMC, a todos los médicos colegiados en la provincia de Zaragoza o en el Principado de Asturias. Además, 2 de cada 10 agredidos lo fueron entre 2022 y 2023.
Quién es el agresor
La OMC ha presentado los datos del Observatorio Nacional de 2023 con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y profesionales sanitarios, que se celebra cada 12 de marzo en homenaje a la doctora María Eugenia Moreno, asesinada hace 15 años por un taxista que le efectuó cuatro disparos en la cabeza y el pecho en el centro médico de Murcia donde trabajaba.
[¿Es posible morir tras una patada en los testículos como el sanitario del hospital de Madrid?]
Las últimas cifras dejan claro el perfil de quienes agraden al personal sanitario en nuestro país. En primer lugar, cabe destacar que se trata principalmente de pacientes programados (47%), seguidos de los no programados (30%) y acompañantes (22%).
El perfil medio del agresor coincide con un varón de entre 40 y 60 años (53,6%). Aunque en el tramo de menores de 40 años predomina el género femenino, con un 43,4% frente a un 39,2%.
Según el tipo de agresión, los insultos y vejaciones, con un 36%, han pasado a un segundo lugar, en comparación con el año anterior. Así, en 2023 uno de cada dos médicos agredidos se sintió amenazado y coaccionado por parte del paciente; mayoritariamente fueron mujeres (65%). El 11% acabaron en lesiones físicas, que padecieron un 58% las mujeres, frente al 42% de los hombres.
La principal causa de agresión es la discrepancia con la atención recibida (58,2), que se sitúa muy alejada del resto de motivos: informes no acordes con sus pretensiones (12,7%), discrepancias personales (11,4%) y no recetar lo propuesto por el paciente (9,1%).
Médica de Atención Primaria
El documento presentado por la OMC también refleja que la mayoría de las víctimas son mujeres: el 66% de las agresiones sufridas en 2023 corresponden a mujeres. Este porcentaje consolida una tendencia que se ha observado en los últimos años. Así, si en 2013 el número de agresiones era el mismo para ambos géneros, 10 años más tarde las dos cifras se sitúan lo más alejadas que nunca.
La mayoría de los casos se han registrado en Atención Primaria (AP), donde las agresiones representan el 43%. Por detras se sitúan los hospitales (20%), en los que han bajado hasta siete puntos con respecto al año anterior, seguidos de Urgencias de hospitales y Urgencias de AP, ambos con un 10%.
Por comunidades, las regiones que presentan una mayor incidencia acumulada de notificaciones de agresión son Cataluña (5,92 por cada 1.000 colegiados), Cantabria (4,70) y Extremadura (4,24). En el otro extremo, nos encontramos con Galicia (0,5) y País Vasco (0,63). Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no regristaron ninguna agresión.
En la distribución por edades, la OMC destaca que el mayor aumento se produce en los médicos colegiados de entre 36 y 45 años (27,6%), cinco puntos más que en 2022. Este grupo, de hecho, es el que más agresiones sufrió el pasado año, con un total de 140; seguido del de 46 a 55 años (134) y el de menores de 35 años (132). Además, de todas las agresiones recibidas y comunicadas acabaron en baja laboral el 13%, tres puntos más con respecto al dato anterior.
Más médicos desatendidos
En su relato, la doctora Victoria Muñoz ha puesto en valor la labor de sus compañeros: "Fueron los que más me apoyaron al verificar el estado del paciente y corroboraron que era plenamente consciente y lo dejaron todo por escrito". También recuerda "un trato impecable" en todo momento por parte del Colegio de Médicos de Ciudad Real.
Esta no es la situación con la que se encuentran el resto de agredidos, a tenor de los últimos datos. Así, en 2023 sólo uno de cada dos facultativos recibió apoyo o asesoramiento por parte de su centro de trabajo. Es por ello que la doctora Muñoz ha pedido que se dote con más personal de seguridad. "Son imprescindibles en el día a día, son nuestros ángeles de la guardia de manera literal", apunta.
También ha animado a sus compañeros a denunciar las agresiones, ya que no lo hacen al pensar que "es lo que toca". Muñoz confiesa que en su primer año de guardia tras la agresión lo pasó mal, con ansiedad, pesadillas y sensaciones del golpe. Y es que el dolor va más allá de lo físico: "La parte psicológica es la que más tarda en curarse". Por ello considera que se debería contar con un mayor apoyo a nivel de salud mental.