El donostiarra Alexander García Galas, de 36 años, se encuentra ingresado en la UCI del Hospital de Cruces de Baracaldo (Vizcaya) después de ser repatriado en un avión medicalizado de las Fuerzas Aéreas desde Bangkok (Tailandia). La pesadilla del turista y su familia comenzó antes del viaje, cuando acudió al médico en España aquejado de dolores abdominales y se le diagnosticaron por error gases. Ya en el país asiático, su estado empeoró y requirió su ingreso en UCI del Hospital Samitivej de la capital tailandesa, con un diagnóstico de pancreatitis necrotizante.
Según Janire Galas, prima del donostiarra y portavoz de la familia, Álex sufrió en primer momento un paro cardíaco como síntoma de la inflamación del páncreas que estaba sufriendo. Su condición ha empeorado hasta ser diagnosticado con pancreatitis necrotizante de origen biliar a un 30%, que aumentó al 50% al resultar inefectivos los antibióticos. Según la familiar, la muerte (necrosis) del tejido pancreático le ha dejado en riesgo de sufrir una hemorragia interna severa, conllevando un elevado riesgo de mortalidad asociada.
La pancreatitis aguda es un proceso inflamatorio del páncreas con afección local y sistémica, "una de las enfermedades gastrointestinales que con más frecuencia requiere hospitalización" según el posicionamiento de la Sociedad Catalana de Digestología, la Sociedad Catalana de Cirugía y la Sociedad Catalana de Páncreas en 2015. "La gravedad viene marcada por la repercusión sistémica que ocasiona (fallo orgánico), sobre todo si es persistente, y por las complicaciones locales que se pueden desarrollar (colecciones líquidas o necrosis), especialmente si se infectan".
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La incidencia de las pancreatitis más severas es del orden de entre 13 a 45 casos por cada 100.000 habitantes al año. La mortalidad, en los casos en los que deriva en necrosis con sepsis -infección-, asciende a entre el 5 y el 10% de los casos. Además, como le ocurrió a Álex, el origen de la inflamación son los cálculos biliares en la mayoría (35-40%) de los casos: los cólicos que provocan dolor abdominal y de espalda son un indicio, que debe ser confirmad mediante analítica (amilasa o lipasa en sangre) e imagen (tomografía computerizada).
Sin embargo, otros factores inflamatorios como el tabaquismo o la alcoholemia también pueden desencadenar la pancreatitis. El páncreas es un órgano de entre 15 y 23 centímetros de largo y 4 centímetros de ancho, situado detrás del estómago y con una función de glándula mixta. Esto implica que puede segregar tanto enzimas que colaboraran en la digestión alimentaría como hormonas, entre ellas la insulina. La inflamación no obstante puede provocar que los conductos se obstruyan y las enzimas digestivas pasen a atacar al propio páncreas.
Si la inflamación no remite, la acumulación de enzimas puede llevar al deterioro y muerte del tejido, que a su vez deriva en infección por toxinas. "En la pancreatitis necrotizante se pueden destruir partes del páncreas y puede pasar líquido corporal a la cavidad abdominal", explica el Manual MSD. Esas son las circunstancias patológicas que verosímilmente causaron el accidente cardiovascular de Álex: "Disminuye el volumen sanguíneo y produce un gran descenso de la presión arterial, con posibilidad de causar un choque y una insuficiencia orgánica".
"La infección o la pancreatitis necrotizante se tratan con antibióticos y puede ser necesaria la extirpación quirúrgica del tejido infectado y necrosado mediante endoscopia o quirúrgicamente", prosigue el manual. El doctor José Luis Moreno, del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Cruce, ha señalado que esperan que Álex alcance "la recuperación", aunque previene de "un proceso posiblemente sea largo debido a la gravedad" del caso.