Cuando llega el verano a España, las avispas salen de su escondite y nosotros nos pasamos toda la estación espantándolas. Quienes han experimentado su picadura, saben que es muy dolorosa y se han encargado de que el resto la tema. Sin embargo, la avispa con la que hemos convivido toda la vida resulta menos peligrosa desde que la Vespa velutina, una versión asiática más letal, se ha instalado en nuestro país. Desde hace unos cuantos veranos, protagoniza titulares sobre las consecuencias mortales que puede llegar a provocar las sustancias que inocula.
En este sentido, Galicia es la comunidad autónoma que más ha sufrido el aguijón de esta Vespa velutina, pero también la región de España donde más se ha estudiado. Xesús Feás es miembro de la Academia de Ciencias Veterinarias de Galicia y, probablemente, las persona en nuestro país que mejor conoce a esta especie. Este experto advierte a EL ESPAÑOL que la velutina es una avispa todoterreno que es capaz de anidar en los lugares más insospechados y que, por desgracia, los gobiernos todavía se muestran "ingenuos" con respecto a su efecto destructivo en la economía, el resto de especies y la salud humana.
¿Qué diferencia hay entre esta avispa asiática y la que hemos tenido toda la vida en España?
Básicamente, que es una especie invasora. Nunca debió haber llegado de manera natural a Europa, pero lo hizo. Llegó entre el 2004 y el 2005 a Francia y todo apunta a que lo hizo de polizona en un barco que transportaba unas macetas. Una sola reina ha dado lugar a toda esta invasión. La especie se ha distribuido por Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, España, Portugal… y al ser una especie invasora están en territorio nuevo y no tiene depredadores naturales.
En su zona de origen hay 22 tipos de avispones y entre ellos compiten, pero esta velutina es una especie que se adapta con mucha facilidad. Una vez llegada a Europa también se ha distribuido a nivel intercontinental de la mano del ser humano. En España se observó en el año 2010 en Navarra y de ahí saltó a Galicia en 2012, sin haberse detectado en Asturias, Cantabria o Castilla y León. En el año 2012 en Galicia se detectaron dos nidos y apenas cuatro años más tarde teníamos más de 10.000.
¿Y cómo se espera que avance en el futuro?
Las previsiones apuntan a que se expandirá a todo el territorio peninsular con mayor o menor éxito. Ya se han encontrado nidos de avispón asiático en Cádiz y el año pasado en Valencia. No podemos decir que las avispas sean especies buenas o malas, todos los insectos son necesarios. Las avispas cumplen su función en el medio ambiente: son depredadores de otros insectos y polinizan. Pero este avispón asiático se caracteriza por ser un depredador de las abejas de la miel, además de otros insectos. Los apicultores han sido los primeros ojos en la detección de esta especie.
El avispón asiático se coloca enfrente de las colmenas y se dedica a cazar abejas. Y no sólo provoca que disminuya su población, sino que hace que las abejas se queden dentro de la colmena, dejen de trabajar y termine por ser destruida la colmena porque el avispón llega a entrar en ella. O debilita tanto la colmena que cuando llega el invierno no lo supera. En territorios donde está plenamente establecida esta Vespa velutina hay pérdidas de hasta el 65% de colmenas anuales. Si bien se focalizó toda la problemática en que era un depredador de abejas, esta especie también se siente muy cómoda en los entornos urbanos. En 2015 en Santiago de Compostela se detectaron cuatro nidos y en el 2019 más de 1.000. Fue la primera ciudad en la que vimos bomberos quitar avisperos en el territorio municipal, lo que da una importante visión de la afectación.
¿Y es la abeja la principal afectada?
La abeja de la miel es una especie ganadera. Nos da miel, pero lo más importante que hace es la polinización. Debido al cambio climático, las especies invasoras y, sobre todo, al uso de pesticidas, las abejas están en un momento muy delicado. Son como centinelas de la salud medioambiental. El avispón asiático es un depredador masivo de estas, pero también de otros insectos y todos ellos son importantes. A nivel global hay una gran caída del número de insectos. También afecta al sector económico de la fruta o del vino: este avispón se come la fruta cuando está madura y afecta en mayor o en menor grado a estas explotaciones.
También a los humanos, porque cualquier actividad que se lleve a cabo en el campo, como los desbroces, tienen el riesgo de que ahí se encuentren avisperos y se produzcan picaduras. Nadie pensó en 2012, cuando se detectó el avispón en Galicia, que esta comunidad se convirtiera en el territorio de España donde más fallecimientos ocurren por picaduras de insectos, y esto es debido a la presencia de la velutina. No es un mensaje de miedo, pero está basado en evidencia. En la mayoría de los casos las avispas no están predispuestas a picarnos, los avispones no te persiguen si no rompes su nido. Te pican y tienes inflamación y rojez. Pero hay un número de personas que pueden desarrollar alergia a estas picaduras y entonces sí estaríamos en una situación de riesgo vital.
Según los datos epidemiológicos, en España el índice de fallecimientos por picadura de este tipo de insectos está en 0,08 personas por millón de habitantes por año. En Galicia llegamos a niveles de 2,2.
¿Por qué Galicia?
Galicia es una zona que hemos estudiado mucho, tenemos muchos datos, y en otros territorios de España no se ha estudiado tanto. Se puede pensar que, por el clima y los recursos, esta avispa ha encontrado cubiertas sus necesidades. En Galicia hay un impacto grande, pero es cuestión de tiempo verla en otros territorios.
¿Podría estar pasando desapercibida en otras comunidades?
Sí, a veces explico que cuando llega la avispa velutina es como un cuello de botella. Si durante el año no te dedicas a retirar los nidos y buscarlas al final poca cosa se puede hacer. El año pasado se encontró en Valencia, es cuestión de darle tiempo. Hasta que la gente se da cuenta de que tiene un nido en el marco de la ventana, en el garaje, en una alcantarilla, en el árbol en el que se está poniendo la fruta madura, en la playa porque está lleno de restos de pescado o crustáceos…
La casuística es muy alta y empezó siendo anecdótica. Ahora hay personas que van a desbrozar o a coger fruta y tienen un accidente porque no ven un nido, pisan un tocón donde hay un nido de velutinas. Han fallecido apicultores que no eran alérgicos a la picadura de la abeja, pero en su colmena había una velutina que le picó y murió al poco tiempo. Eso ocurrió en Santiago de Compostela.
¿Se han calculado porcentajes sobre su letalidad?
No, no hay porcentajes de picaduras. Casi todo el que viene a Urgencias no sabe si lo que le ha picado es una abeja o una avispa, si le preguntas probablemente te diga "me picó un bicho" y no suele ir a más. Pero te puedo hablar de la zona que yo estudio. El 75% de ingresos por anafilaxia por picaduras de insectos en la zona sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza es debido a la velutina y, sin embargo, la picadura de abejas o de la avispa nativa no han incrementado. Los datos ponen de manifiesto que es un problema de salud para las personas.
¿Y cómo llevamos este verano en cuanto a la velutina?
Julio y agosto, por la propia naturaleza del insecto, son los meses más problemáticos, de más picaduras. Hay una sensación generalizada de que este año hay menos velutina, en la literatura hay registrados momentos en los que hay más avispas y momentos en los que hay menos. La Vespa velutina sigue en el campo y las ciudades, será cuestión a fin de año de ver cuántos nidos se han quitado para ver de alguna manera el impacto. A veces los datos son insuficientes, porque quitan nidos instituciones, empresas privadas, apicultores…
¿Qué se está haciendo contra la velutina?
Existe un plan nacional del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que, desde mi punto de vista y con todo el respeto, está obsoleto. Incluso para describir la biología y el comportamiento de la especie. Las administraciones suelen poner trampas, que la comunidad científica ya ha dicho que son ineficientes. Igual una trampa coge una velutina y otros 98 insectos diferentes. Se han desarrollado arpas eléctricas que electrocutan a la velutina cuando se acerca a una colmena.
Hay prácticas para quitar nidos con insecticidas que son como matar moscas a cañonazos y, a veces, es un riesgo para la naturaleza y el ser humano. A nivel europeo se están cometiendo los mismos errores de ingenuidad a diario. Cuando llega la velutina a una nueva región, en vez de tener la administración todo preparado, esperan a que se retire por sí sola. Al año siguiente siempre vuelve y con más presión. Se coloca muchas veces la responsabilidad en la espalda de los apicultores. Aquí en Galicia hemos llegado a un momento en el que, dependiendo del lugar, quienes retiran los nidos son los bomberos, protección civil, en otro unas empresas, apicultores, ayuntamientos… Y no ha habido recursos para estudiar a esta especie, aunque todo el mundo reclama más investigación.
El cambio climático afecta también a los insectos, ¿cómo será en el caso de la velutina?
Pues es una incógnita. Había una posición un poco ingenua en el norte de Europa de que no llegaría la velutina a Alemania y a países del entorno y vemos que ha causado impacto ahí. Si piensas que la velutina no va a hacer un nido en una alcantarilla o en una torreta eléctrica, estás equivocado. A veces es frustrante. Hace dos años las autoridades de Valencia se pusieron en contacto conmigo cuando un apicultor anunció que tenía velutinas y les planteé qué podían hacer. Al final, sólo estaban interesados en unas charlas, mi plan les pareció caro.
El gobierno gallego se gasta dos millones de euros en retirar nidos y teniendo en cuenta las pérdidas que se producen en colmenas, las picaduras, los servicios médicos, la medicina de urgencia… te das cuenta de que no es desproporcionado. No soy Nostradamus, pero me parece que hay mucha ingenuidad con el tratamiento de la velutina. Pero, además, es que en Andalucía se ha encontrado la Vespa bicolor y la Vespa orientalis, que también son invasoras, similares a la velutina y cazan abejas. Todavía no ha habido una explosión de población, pero tiempo al tiempo. En Estados Unidos y en Chile también están igual, es un tema muy candente y que favorece el cambio climático y el tráfico marítimo.