Salud

España registra 544 muertes por calor en los 7 primeros días de agosto: un 349% más que en 2023

Es el tercer peor dato de los últimos 10 años, sólo superado por 2018 (599) y 2022 (562), según las estimaciones de mortalidad diaria del MoMo.

9 agosto, 2024 01:05

Las altas temperaturas registradas a comienzos de este mes han dejado una mortalidad atribuible al calor por encima de la media de los últimos 10 años. Según las estimaciones del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en los siete primeros días de agosto se han producido 544 muertes por esta causa.

En la última década, esta cifra sólo se ha visto superada en 2018 (599) y en 2022 (562). Aunque en este último año las muertes atribuibles a las temperaturas desde mediados de mayo hasta principios de agosto— eran más que las de 2024. Las de 2018 sí que se han superado ya por las de este año, con una diferencia de 515.

En comparación con el año pasado, las muertes atribuibles al calor han aumentado un 349%, pasando de 121 a 544. Es cierto, eso sí, que en la primera semana de agosto de 2023 se registró la cifra más baja de la última década, sólo superada por la de 2019 (38) y la de 2021 (8).

La diferencia entre este año y el anterior es tan considerable que la suma de los seis primeros días de agosto de 2023 sólo sobrepasa en una cifra al número que se registró el pasado 1 de agosto. También es verdad que la tendencia negativa que se ha reflejado en 2024 se contrapone con la del pasado año, en el que se produjo un aumento del 57% entre el primer y el último día de esta semana, mientras que este año ha caído casi a la mitad durante el mismo periodo.

Más días de calor

"En mucho puntos de España se han superado los umbrales de referencia de impacto en salud por altas temperaturas", señala a EL ESPAÑOL Diana Gómez-Barroso, doctora en Epidemiología y Salud Pública y responsable del sistema de monitorización del ISCIII, junto con Inmaculada León-Gómez.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya ha activado en 12 días tres avisos especiales por olas de calor. La cuarta comenzará este viernes y se prevé que se prolongue, en principio, hasta el próximo lunes. Es probable que durante el fin de semana se vayan a vivir los días más cálidos de este verano, por lo que podrían aumentar los fallecimientos.

Según el índice Kairós, la herramienta del ISCIII que predice el exceso de mortalidad atribuible a temperatura, Alicante, Barcelona, Ciudad Real, Girona, Madrid, Palencia, Pontevedra, Toledo, Valladolid y Zaragoza son las provincias que presentan un riesgo alto para los próximos cuatro días. Cáceres se suma a esta lista si se limita para los mayores de 65 años, la población más vulnerable al calor extremo.

Aunque, como indica Gómez-Barroso, la gravedad de estos fenómenos no se encuentra tanto en cuántas se den como en su duración: "En 2022, por ejemplo, también hubo cuatro olas de calor con una duración bastante larga". En concreto, aquel año se registraron un total de 41 días en olas de calor en 43 provincias.

Este año, pese a tener una media de 12 días de ola de calor, hay algunas puntos como Albacete, Ciudad Real y Teruel que ya han superado los 22. Desde la Sociedad Española de Epidemiología han estimado que si en España no nos adaptamos a estas altas temperaturas, se podría pasar de la media anual de las 1.300 muertes al año por calor que se registraron en el periodo de 2000 a 2009 a 13.000.

Mayor riesgo de muerte

Los últimos 10 años muestran una tendencia al alza en nuestro país, con 2022 (6.813) y 2023 (5.030) registrando las peores cifras de la década. Gómez-Barroso no considera que se deba a que las medidas de prevención no estén surtiendo efecto. Todo lo contrario. Pone el ejemplo de 2003, cuando la ola de calor causó casi 13.000 muertes aunque las temperaturas no fueron tan elevadas como en estos dos últimos veranos.

La investigadora del ISCIII prefiere no vaticinar qué podrá ocurrir este año. Sobre todo porque la cifra que se ha registrado desde el pasado 16 de mayo (1.348) dista mucho de la que se ha dado en los 10 veranos anteriores, donde todos superaron las 3.000 defunciones.

Sin embargo, si se observa la aplicación MACE (Mortalidad Atribuible en verano por Calor en España), desarrollada por Dominic Royé, Aurelio Tobías y Carmen Íñiguez, la realidad es bien distinta. De hecho, las muertes que se atribuyen a calor extremo y a calor moderado hasta el 4 de agosto de este año (7.075) ya superan a las que se notificaron en todo el 2018, cuando fueron 6.119.

A diferencia del sistema de monitorización del ISCIII, MACE utiliza los datos de mortalidad del MoMo combinados con las temperaturas de la Aemet, dando lugar a un análisis más fino y ajustado a la realidad, tal y como sostuvo Royé en este artículo de EL ESPAÑOL. Gómez-Barroso desconoce la metodología de sus compañeros pero defiende que MoMo es el único sistema de vigilancia que registra la mortalidad diaria en España.