Imagen al microscopio del virus de Marburgo.

Imagen al microscopio del virus de Marburgo. CDC

Salud

El inesperado resurgir del letal virus de Marburgo: crece la preocupación tras un brote con 10 muertos en Ruanda

El Gobierno de Ruanda declaró el pasado 30 de septiembre el brote tras el fallecimiento de 10 personas y 29 casos confirmados.

3 octubre, 2024 02:29

Un brote del virus de Marburgo siempre genera cierto peligro, pues su letalidad es del 88% entre quienes se ven afectados por esta enfermedad que pertenece a la misma familia del ébola. Desde que se describiera en 1967, se han detectado casos en varios países de África. En algunos de ellos se ha llegado a superar la centena de muertos con un solo brote. En cambio, ha habido otros en los que no se había identificado ningún caso hasta este momento, como es el caso de Ruanda.

Este país del África Oriental no había detectado ningún caso hasta el pasado mes. Pero, tal y como ha informado el Ministerio de Salud, ya se han confirmado 29. Este brote, además, ha causado la muerte de al menos 10 personas. El Ministerio también ha comunicado que 19 personas se encuentran en aislamiento y están recibiendo tratamiento por la enfermedad. La mayoría de ellos son trabajadores sanitarios de Kigali, la capital del país.

A falta de conocer si existen nuevos casos, ya se trata del segundo brote más letal que vive el continente africano en los últimos dos años. En febrero de 2023, el Gobierno de Guinea Ecuatorial declaró un brote por virus de Marburgo que dejó 12 fallecidos y 17 casos confirmados. Aunque no se llegó a conocer si había alguna relación, en los meses posteriores Tanzania también declaró su primera epidemia por esta patología, con ocho casos y seis muertes.

El problema de este virus, que es tan letal como el ébola, es que no se ha aprobado ninguna vacuna ni tratamiento específico con el que poder frenarlo. Con el brote de Guinea Ecuatorial no se probó con ningún medicamento experimental. Por ello los expertos esperan que si el brote de Ruanda continúa, se ponga a prueba al menos una vacuna mediante una estrategia conocida como "vacunación en anillo".

Vacunar a contactos estrechos

Se trata del mismo enfoque se aplicó con la vacuna contra el ébola en Guinea durante el brote de África Occidental que se originó en 2014. Se basa en inmunizar a aquellas personas que hayan estado en contacto con individuos infectados. Actualmente, hay varias vacunas contra el virus de Marburgo que se encuentran en distintas fases de desarrollo.

La más avanzada de todas es la que está desarrollando el Instituto de Vacunas Sabin. La vacuna utiliza un adenovirus de chimpancé modificado con el que se produce una proteína del virus de Marburgo. En Estados Unidos, un reciente ensayo con 40 participantes demostró que la vacuna generaba una respuesta inmunitaria contra el virus en la mayoría de las personas: a las 48 semanas, en un 70% de los participantes se mantuvo una respuesta favorable.

También se han iniciado ensayos con mayor población en Uganda y Kenia. En el caso de Ruanda, un portavoz del Instituto ha asegurado que están trabajando con el gobierno del país, pero no ha desvelado el número de dosis de la vacuna que podrían estar disponibles.

En 2023, la Organización Mundial de la Salud reconoció a esta vacuna como la principal candidata para ser probada durante un brote del virus de Marburgo. En Reino Unido, la Universidad de Oxford también está desarrollando una vacuna similar.

Aunque su ensayo se encuentra en curso, la vacunóloga y líder de la investigación, Teresa Lumber, ha asegurado ya que ha demostrado ser segura. Sin embargo, hay quienes inciden en que probarla durante un único brote no sería suficiente como para comprobar la eficacia de la vacuna.

Una expansión limitada

El virus de Marburgo recibe este nombre porque los primeros casos se identificaron en 1967 en la ciudad alemana del mismo nombre. Los contagios se produjeron porque se habían trasladado desde Uganda hasta Europa a un grupo de monos cercopitecos (Chlorocebus aethiops) que iban a ser utilizados para experimentar con ellos. Los trabajadores de los laboratorios se infectaron, dejando siete fallecidos y 31 contagios.

Debido a estos primeros casos, se sospechó que los monos eran los que transmitían el virus. Pero finalmente quedó demostrado que el principal reservorio es el murciélago egipcio de la fruta (Rousettus aegyptiacus), el cual es capaz de albergar el virus sin desarrollar ningún síntoma. Se trata de una especie distribuida por amplias zonas del continente africano. 

Esta enfermedad se transmite generalmente por contacto estrecho con un animal enfermo. El contagio también puede producirse por el consumo de su carne. Entre humanos, puede transmitirse a través de líquidos corporales (sangre, saliva o heces del enfermo). Sin embargo, a diferencia de otros virus —como, por ejemplo, la gripe—, este filovirus no se transmite por vía respiratoria con tanta facilidad.

Es por este motivo por el que la expansión del virus queda limitada a un contacto estrecho con el mismo. Esto no impide que alguien que haya viajado a una zona cerca a la del brote pueda importar el virus.