Las dos Españas frente a la gripe: por qué en Galicia se vacuna un 50% más de mayores que en Baleares
- Las diferencias de cobertura entre los profesionales sanitarios son abismales: C. Valenciana multiplica por 5 a Baleares.
- Más información: El aviso sobre la vacuna de la gripe que llega de Sudamérica: su efectividad ha caído al 34,5% en un año
El 66% de los mayores de 65 años se vacunó frente a la gripe la pasada temporada, casi 10 puntos menos que los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la cifra no hace justicia a la realidad española, con diferencias de hasta el 50% entre la población vacunada de algunas comunidades.
No solo eso, sino que en otros grupos donde existe la recomendación de inmunización, como los profesionales sanitarios, las distancias llegan a multiplicarse por cinco.
Hay cinco grupos principales de personas en los que la vacunación está recomendada: los mayores de 60 años, las personas con condiciones de riesgo (enfermedades crónicas o inmunosuprimidos), profesionales sanitarios, embarazadas y niños entre 6 y 59 meses (es decir, cuando cumplen 5 años).
En la pasada temporada se incluyeron por primera vez las personas entre 60 y 64 años y los niños.
El Sistema de Información de Vacunaciones del Ministerio de Sanidad (Sivamin) ofrece datos de coberturas vacunales según grupos edad, así como profesionales sanitarios y embarazadas. Y las diferencias son más que notables.
Por ejemplo, entre las personas mayores y dejando fuera aquellos entre 60 y 64 años (donde, al ser la primera vez que se incluyen en el calendario nacional, puede haber diferencias debidas a que algunas comunidades ya ofrecían la vacuna), hay tres comunidades que superan el 70% de cobertura y cuatro —más las dos ciudades autónomas— que bajan del 60%.
Galicia (74,4%), Cataluña (74%) y Castilla y León (70%) son las alumnas aventajadas, mientras que Aragón (59,5%), Murcia (59,4%), Canarias (55,6%) y Baleares (50,9%) van muy por detrás. Así, la diferencia entre Galicia y Baleares es casi del 50%.
Mención especial merecen Melilla y Ceuta, con alcances muy inferiores a los de cualquier comunidad autónoma: 31,1% y 30,7%, respectivamente. La OMS establece el objetivo del 75% para obtener una cobertura adecuada frente a la gripe.
Con todo, la vacunación en personas mayores es la más homogénea. Las diferencias observadas entre autonomías en la inmunización de mujeres gestantes y profesionales sanitarios son muy superiores.
Entre las primeras, la media española es del 57,8% pero solo Comunidad Valenciana (88,5%), Andalucía (82,3%) y Canarias (74,5%) están por encima de esa cifra. El resto de comunidades está por debajo, con Cataluña (29%) y Baleares (18,1%) en el vagón de cola. El objetivo marcado por la OMS en embarazadas y personas con condiciones de riesgo es del 60%.
En cuanto a los profesionales sanitarios y sociosanitarios (los que atienden a personas en situación de dependencia o en residencias), la media española está en el 43,8%,muy por debajo del 75% que exige la OMS.
Pero, de nuevo, las diferencias entre comunidades son abismales: la Comunidad Valenciana logra un 77,2% de cobertura vacunal. La siguiente, Galicia, se sitúa en el 56,9%.
En el otro extremo están Cataluña (25,4%), Melilla (21%) y, de nuevo, Baleares, con el 15,8% de los profesionales vacunados. No hay datos para Cantabria, La Rioja o Ceuta.
El Sivamin ofrece también datos de cobertura en los niños de entre 1 y 5 años (es decir, deja fuera a los de entre 6 y 12 meses, que sí están incluidos en la campaña vacunal). La media española está en el 36,1%, si bien Galicia (55,8%), Murcia (51,1%) y Andalucía (45,8%) son las comunidades que mejor lo han hecho.
No es casualidad que fueron también las comunidades que comenzaron a vacunar a los niños y niñas de estas edades en la temporada anterior, por lo que partían con cierta ventaja.
En cambio, Cataluña (24,4%), Baleares (19,9%) y País Vasco (18,4%) son las comunidades donde la campaña vacunal tuvo menos éxito, así como en las ciudades autónomas de Melilla (6,3%) y Ceuta (2,9%).
Ponerlo fácil
El Sistema de Vigilancia de Infecciones Respiratorias Agudas del Instituto de Salud Carlos III todavía no ha publicado su informe correspondiente a la temporada 2023-2024, por lo que no es posible relacionar las coberturas vacunales con las tasas de infección y hospitalización por virus de la gripe.
Sin embargo, sí conocemos ya el efecto de la vacuna en niños en su primera temporada. Un estudio realizado por el Carlos III concluyó que la vacuna ahorró un 77% de hospitalizaciones de niños a pesar de esa baja cobertura.
Este periódico se puso en contacto con las consejerías de sanidad de distintas comunidades para tratar de explicar las diferencias, pero no ha obtenido respuesta. Sin embargo, varios profesionales de la salud pública conocen las claves por las que una campaña de vacunación tiene éxito o no.
"En Valencia, el sistema de vacunaciones funciona muy bien desde hace muchos años", explica Salvador Peiró, investigador en Salud Pública de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio).
"Es un programa centralizado desde la Dirección General de Salud Pública, existe un sistema informático que le da cobertura, se avisa a los padres de cuándo toca [en el caso de la vacuna infantil] y la colaboración con la pediatría y la enfermería de atención primaria es muy buena".
Peiró reconoce que "hay huecos" concentrados en barrios o localidades "con poblaciones más o menos marginales (en algunos casos, migrantes) o con mucha movilidad geográfica y difíciles de seguir. En estos casos se intentaban actuaciones comunitarias (vía líderes de sus grupos, sacerdotes, etc.) para fomentar la vacunación".
Por su parte, Paloma Navas, vicepresidenta de la Sociedad Madrileña de Medicina Preventiva y Salud Pública, apunta que "las diferencias en la cobertura vacunal entre comunidades autónomas se deben a varios factores".
"Cada comunidad gestiona su propio sistema de salud. Aunque hay un calendario común a nivel nacional, cada una puede decidir cuándo y cómo aplicarlo según lo que considere mejor y los recursos que tenga. Esto hace que en algunas zonas haya más disponibilidad de vacunas y campañas mejor organizadas".
Evidentemente, el presupuesto y los recursos son claves, pero también la concienciación. "En algunas se han hecho campañas de concienciación mientras que en otras no han visto tan importante el riesgo", subraya. "La percepción de los profesionales sanitarios es también muy importante, ya que son prescriptores directos de las vacunas y su opinión puede influir mucho en la decisión de la población de vacunarse".
Para evitar diferencias de cobertura como las observadas, Navas es partidaria de una coordinación a nivel nacional de las campañas frente a la gripe. "Sería mejor juntar todos los presupuestos y hacer una única campaña más potente".
También señala que es fundamental tener un registro nacional de vacunas —una promesa de los distintos gobiernos que todavía no se ha materializado— y un sistema de recordatorios personales para invitar a las personas a vacunarse: SMS, llamadas, etc.
Además, explica que sería muy útil el uso de inteligencia artificial para enviar esos recordatorios automáticos, ya que "actualmente esto se hace a mano, con personal sanitario revisando uno por uno los calendarios y factores de riesgo, lo cual es una locura y una pérdida de recursos".
En cambio, el pediatra y portavoz de la Asociación Española de Vacunología Fernando Moraga-Llop sostiene que el factor fundamental es el acceso. "En mi hospital, los especialistas de Preventiva venían servicio por servicio a vacunar a todo el personal: qué duda cabe de que esto es más cómodo que todos tengan que ir al servicio de Preventiva a vacunarse".
Considera que habría que eliminar los requerimientos de cita previa y que la población susceptible pueda ser vacunada solo con ir a su centro de salud, al igual que vacunar a los niños en las escuelas.
De hecho, en la última temporada, algunas comunidades optaron hacer frente al colapso de las urgencias abriendo la vacunación sin cita previa. También han optado por vacunar en centros escolares públicos aprovechando la disponibilidad de una vacuna intranasal (se inhala en lugar de inyectarse) indicada para niños entre 2 y 5 años.
Por su parte, Ángela Domínguez, coordinadora del grupo de trabajo de vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología, coincide con Moraga-Llop en la necesidad de facilitar el acceso de las personas a la vacuna, con "más puntos de vacunación, sin cita previa, etc. Y esto depende de la capacidad organizativa de los servicios de cada comunidad".
Lamenta que se vea muchas veces la gripe como una enfermedad banal e insiste, especialmente para los profesionales sanitarios, que "la vacunación no es tanto para protegerse a ellos sino para que, en su actividad profesional, no puedan transmitir el virus a otras personas".