Tim Cook no ha decepcionado al arrancar la presentación de los nuevos productos de la compañía, al exponer toda una declaración de intenciones. "Hay más de 1.000 millones de dispositivos de Apple funcionando en todo el mundo", presumió Cook. "Esto implica una gran responsabilidad; hemos construido el iPhone para vosotros".
En una declaración que avanza su postura frente a la cita que tiene en pocas horas en un tribunal, en la que defenderá su no cooperación con el Buró Federal de Investigación (FBI) para facilitar un acceso a un iPhone involucrado en un caso de terrorismo, Cook declaró: "Tenemos que decidir, como nación, cuánto poder tiene que tener nuestro gov sobre nuestros datos y nuestra privacidad". "Creemos fuertemente que tenemos una responsabilidad para ayudarte a proteger tus datos y tu privacidad", afirmó.
Anteriormente, hubo un recorrido fugaz por sus 40 años en 40 segundos, con un breve vídeo. "Estamos a punto de celebrar el 40 aniversario de Apple el 1 de abril", comentó el responsable de la compañía a su llegada.
El máximo responsable de Apple agradeció el apoyo de la gente en Estados Unidos. "Se lo debemos a nuestros clientes y a nuestro país. Es una cuestión que nos afecta a todos y no nos vamos a evadir de esta responsabilidad", ha señalado Cook, seguido de los aplausos del público.
Pulso al FBI
La presentación tiene lugar en plena batalla del gigante de la manzana mordida con las autoridades estadounidenses por el acceso por fuerza bruta al contenido de los teléfonos iPhone, un asunto que enfrentará en pocas horas a la compañía con el FBI en una audiencia en un juzgado de Riverside (California).
En esta audiencia, ambas partes defenderán sus posturas en este controvertido caso. Por un lado, el FBI exige -y un juez californiano le da la razón- que establezca un sistema por el cual los investigadores puedan tener acceso a los datos encerrados en el dispositivo (un iPhone 5S) de uno de los autores de la masacre de San Bernardino, en la que murieron 14 personas el pasado mes de diciembre.
Por otro lado, Apple se niega a desarrollar una puerta trasera en sus teléfonos, que cuentan con un sistema de cifrado que termina borrando el contenido del teléfono si se intenta acceder por fuerza bruta (repitiendo constantemente combinaciones de clave y usuario) al cabo de diez intentos fallidos.
El propio presidente de EEUU, Barak Obama, comentó el asunto de forma indirecta en una reciente intervención en la conferencia tecnológica South by Southwest, el pasado 11 de marzo. "No se puede tener una visión absolutista del cifrado", afirmó Obama. "Si la visión de uno es defender el cifrado por encima de cualquier cosa [...] ello no responde al equilibrio que hemos mantenido durante los últimos 200 o 300 años, si consideramos nuestros teléfonos por encima de cualquier otro valor; ésa no puede ser la respuesta correcta".
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