Twitter y el Shakespeare Globe Theater de Londres se han propuesto demostrar el Teorema del mono infinito gracias a los usuarios del servicio de microblogueo (al menos, los que tuitean en inglés) y una máquina de escribir analógica, cuyas teclas están conectadas al sistema. El proyecto se llama Word by word y lleva en marcha desde este jueves.
A mitad de camino entre obra de arte y experimento, la máquina de escribir rastrea millones de mensajes de Twitter en tiempo real, en busca de las palabras adecuadas para ir escribiendo, letra a letra, 37 obras de teatro y 154 sonetos del genio de las letras inglesas, de cuya muerte se conmemoran los 400 años.
Este curioso montaje, lleno de cables, se encuentra situado en el lobby del conocido teatro londinense, a la vista de cualquiera. Se trata de un experimento reciclado ya que, originalmente, el mismo montaje (desarrollado con ayuda de PixieLabs) fue parte de la exposición #PoweredByTweets de 2015. El experimento comenzó con la obra Dos Caballeros de Verona, aunque la máquina parece que no tiene excesiva prisa por terminar su tarea.
Algunos medios apuntan que el experimento tiene la dificultad de que en el rico lenguaje de Shakespeare se utilizan palabras hoy poco utilizadas o directamente extrañas. The Verge, por ejemplo, se pregunta en tono jocoso quién utiliza ahora y en Twitter términos como honorificabilitudinitatibus, que aparece en el quinto acto, primera escena, de Trabajos de amor perdidos. Otro problema al que se enfrenta este peculiar rastreador de palabras son algunos de los nombres propios como Turio, Proteus y Lucetta.
De momento, la evolución de este proyecto se puede seguir, cómo no, en Twitter, mediante la etiqueta #TheCompleteTweets. Y con el uso de este hashtag cualquiera puede echar una mano cuando no aparezca alguna de estas peculiares palabras -extrañas hoy en día- del universo shakesperiano.
Por original que parezca esta iniciativa, no es nada nuevo. Aparte de experimentos más o menos llamativos con monos reales, en 2003 se puso en marcha un curioso proyecto llamado, claro, The Monkey Shakespeare Simulator, como una prueba de generación aleatoria de texto basado en un modelo probabilístico.
Por otro lado, en 2011, el programador estadounidense Jesse Anderson utilizó un software abierto para tratar de demostrar el curioso y fascinante Teorema del mono infinito, que enunció Émile Borel en 1913 en su libro Mécanique Statistique et Irréversibilité simplemente para ilustrar la magnitud de un acontecimiento extremadamente improbable.
El resultado, pocos meses después de arrancar, fue lograr reproducir La queja de un amante, del celebre autor, después de cientos de millones de golpes virtuales de teclado, de forma aleatoria. La visualización del experimento permite comprobar, palabra por palabra, el esfuerzo de estos sufridos cibermonos.