Las presuntas presiones policiales que recibió uno de los acusados como integrante de Anonymous en España en el momento de su detención, hace cinco años, salen a la luz justo al final del juicio oral cuando el caso ha quedado visto para sentencia. En una conversación con EL ESPAÑOL, Yuri L. afirma que el propio Manuel Vázquez, jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), llegó a pedirle en persona que se "arrepintiese".
El acusado hace memoria de las más de 22 horas en las que estuvo detenido en una comisaría en Alicante. "Hay cosas que no puedo demostrar, como que sé que me han estado observando, en internet e incluso por la calle", afirma, y añade: "Yo siempre había tratado de ser anónimo, no tenía perfiles en redes sociales ni nada. Pero hay cambios que notas, estoy seguro de que me han observado; incluso mi familia lo ha notado".
"Desde el principio, los agentes me intentaron meter todo el miedo posible, no llegaron a pegarme, pero prometieron que lo harían", afirma. "Me presionaban para que inculpara a otra gente, me dieron nombres, incluso uno me llegó a decir: ¡Invéntatelo!".
"Y cuando no consiguieron arrancarme una confesión de algo que no había hecho, justo antes de llevarme ante el juez, llegó a la comisaría un señor con pelo blanco; yo no sabía quién era, pero luego le reconocí por televisión", comenta, refiriéndose al comisario jefe Manuel Vázquez.
"Este señor comenzó, con tono muy paternalista, a decirme que sabían todo lo que yo había hecho; yo le dije no no había hecho nada". "'¿Te arrepientes?', me preguntó, y yo le contesté: '¿De qué?'. Y así una y otra vez". Este acusado asegura que terminó contestando: "Mira, de lo único que me arrepiento es de haber nacido en este maldito país".
Acto seguido, Vázquez cortó la conversación y a Yuri L. le metieron en un coche patrulla camino el juzgado.
Ahora, cinco años después y una vez terminado el juicio, este acusado considera que la defensa ha sido buena: "El caso está muerto, se mire por donde se mire", afirma. Y se reconoce moderadamente optimista.
El juicio
Pese al notable número de irregularidades y dilaciones que ha sufrido el proceso en su instrucción, las defensas parecen mostrarse satisfechas con el resultado de estas dos jornadas de juicio.
"Tanto el fiscal, como los abogados compañeros son unos excelentes profesionales, así como el informático del Congreso de los Diputados, que reconoció que el ataque había sido una tontería", valora Carlos Sánchez Almeida, abogado de Yuri L., a EL ESPAÑOL. "Al mismo tiempo, la parte negativa ha sido la memoria selectiva de los funcionarios policiales de la investigación, que ha causado vergüenza ajena en la sala: recordaban absolutamente todo lo que les preguntaba el fiscal, pero tenían una amnesia absoluta para todo lo que les cuestionaban las defensas".
Este abogado afirma que, a nivel técnico, han llegado a declarar "auténticas aberraciones, como decir que para hacer un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) es necesario realizar un estudio previo de vulnerabilidad, cuando esto no es verdad: un ataque de fuerza bruta no necesita más que saber la dirección IP a la que uno quiere atacar".
El número de incorrecciones técnicas, según esta defensa, ha sido constante. Incluso se ha tenido que explicar qué es un retuit, a raíz de que a uno de los acusados se le estaba atribuyendo la autoría de un mensaje en Twitter precedido de las siglas "RT".
"Por si fuera poco, se ha detectado manipulación de pruebas", asegura Sánchez Almeida, que añade: "Se ha constatado un acceso al contenido de los ordenadores incautados antes del volcado de los mismos, e incluso que habían ficheros grabados en el disco duro después del volcado de los datos. Por no hablar del asunto de la ausencia de precintos", añade, e indica que en función de la sentencia estudiará acciones legales para exigir responsabilidades.
Creo que se ha instrumentalizado a la Brigada de Investigación Tecnológica al servicio del poder, de una causa política
"Creo que se ha instrumentalizado a la Brigada de Investigación Tecnológica al servicio del poder, de una causa política: el verdadero objetivo era criminalizar el 15M y su buena imagen, y para ello se ha buscado a tres cabezas de turco", concluye Sánchez Almeida.
"El resultado del juicio es, al menos con respecto a los intereses de mi cliente, positivo, en el sentido de que no se ha conseguido aportar ninguna prueba que establezca relación alguna entre él y los delitos de los que se le acusa, los ataques o los demás acusados", opina David Maeztu, abogado de Rodrigo T.
Lo que sí lamenta Maeztu es "estos cinco años de proceso" y que su cliente "haya tenido que pasar por todo esto, cuando se supone que cualquier investigación que llega a juicio debería tener algún tipo de sustento probatorio, que no ha tenido".
Según este abogado, su defendido está tranquilo, "igual de animado que ayer", y con ganas de que esto termine.
El fiscal ha rebajado la petición de pena para los tres acusados en un año por la dilación indebida del proceso, una cuestión meramente procesal, pero sigue pidiendo penas de más de cuatro años para cada uno por los delitos de daños continuados y pertenencia a grupo criminal. También mantiene el pago de una indemnización al Congreso de 700 euros. Se espera que haya sentencia en pocos días.