En las últimas semanas, la App Store ha sido el escaparate de cientos de aplicaciones falsas que venden productos que plagian los de las grandes marcas. Ante la proximidad de las fiestas navideñas, los falsificadores se disfrazan de empresas como Foot Locker y Polyvore o de fabricantes de lujo como Christian Dior y Jimmy Choo para sacar provecho de los compradores ilícitamente, según informa The New York Times.
Tanto Google Play como la App Store, las grandes tiendas de aplicaciones de Google y Apple, tienen que hacer frente a los continuos intentos de timadores y cibercriminales que suben a las plataformas apps malignas o fraudulentas. La compañía de la manzana mordida se ha defendido mejor ante estos engaños, ya que cuenta con un filtro más elaborado previo a la publicación, pero no es invulnerable ante este tipo de amenazas.
Las compañías más expuestas a la suplantación son aquellas que no tienen presencia en la tienda de Apple. Al no ofrecer una aplicación oficial para iPhone o iPad, es más fácil engañar al cliente. En cambio, cuando las marcas sí cuentan con una app en la tienda virtual, el falsificador debe primero confundir al usuario para que no sepa cuál es la verdadera. Es lo que le ha pasado a Foot Locker, una multinacional estadounidense que vende zapatillas y ropa deportiva. Una tienda online falsa, Footlocke Sports Co. Ltd, ofrecía más de una decena de aplicaciones de zapatos y ropa.
Los estafadores también se aprovechan de las modas para llegar a los usuarios despistados. Cuando se lanzó Pokémon Go, por ejemplo, aprovecharon el éxito del juego para desarrollar aplicaciones falsas en aquellos países donde todavía no estaba disponible.
Para tener aún más éxito y hacer que el usuario instale la aplicación, algunos de los timadores llegan a pagar a Apple para que la plataforma coloque sus productos falsos en lugares prominentes, a modo de anuncio, de manera que aparecen los primeros cuando un usuario realiza una búsqueda y aumenta la probabilidad de que decida descargarlos.
Desde anuncios indeseados hasta robo de información personal
El fraude afecta gravemente a las marcas, por la suplantación y todos los perjuicios que conlleva, pero también a los usuarios. Cada vez hay más ciudadanos que deciden comprar a través de internet y, ante las proximidad de las compras navideñas, el engaño puede convertirse en un gran problema.
Es cierto que algunas de las aplicaciones resultan inofensivas, aunque sean muy molestas. Su negocio se basa en engañar al usuario para que se las instale para luego mostrarle publicidad. Sin embargo, hay apps más peligrosas que se utilizan para obtener la información de la tarjeta de crédito del usuario o robar los datos personales que introduzca.
Muchas de las aplicaciones fraudulentas provienen de China y, para colocarse en el escaparate de Apple, antes han tenido que burlar el proceso de revisión de la compañía.
El problema es que este examen se centra mucho más en detectar malware que en averiguar si los productos que se venden son engañosos o si están asociados a una marca de forma ilegal.
En septiembre, la compañía comenzó una campaña para revisar las dos millones de aplicaciones que se exhiben en su App Store. Un gran número de ellas se eliminaron, pero la empresa afirma que todavía sigue con el largo proceso.
Además, todos los días aparecen nuevas aplicaciones falsas y los ciberdelincuentes conocen trucos para eludir las barreras de Apple. Por ejemplo, cambian el contenido de una app una vez que ya han conseguido que sea aprobada. También, cuando varias aplicaciones se descubren como fraudulentas, los desarrolladores vuelven a subir el contenido pero cambiando los nombres y las credenciales. Toda una serie de técnicas que logran engañar a la compañía de la manzana mordida y colocar en su mostrador digital productos ilícitos.