Apple es una empresa especialmente conocida por su secretismo. De hecho, muchos de sus empleados contaban que no sabían que estaban trabajando en el proyecto del iPad hasta que Steve Jobs anunció el producto.
Lo mismo ocurre con el desarrollo científico que sus ingenieros o científicos realizan. Al contrario que rivales como Google, la compañía de Cupertino siempre ha guardado sus investigaciones para consumo interno. Pero ahora parece que, finalmente, la hora del secretismo ha terminado, al menos para su departamento de inteligencia artificial al que la empresa permitirá publicar sus papers para acelerar el desarrollo del deep learning, empleado en proyectos como Siri, la asistente de voz del iPhone.
Hace unas horas, en Barcelona, Russ Salakhutdinov, director de Inteligencia Artificial de Apple ha realizado una presentación en la que podía leerse "¿Podemos publicar? Sí. ¿Podemos trabajar con otros académicos? Sí". El anuncio ha sorprendido a los asistentes a la conferencia Neural Information Processing Systems (NIPS), que se celebra estos días en la capital catalana.
"Lo ha anunciado en uno de los foros privados que hay en la conferencia", dice a EL ESPAÑOL un asistente a NIPS, "es un anuncio muy importante a nivel estratégico".
Medios como Bloomberg han publicado meses atrás que el secretismo de Apple estaba perjudicando a su departamento de Inteligencia Artificial, ya que a la empresa de la manzana le costaba contratar talento sabiendo que éstos no podrían publicarlo en revistas científicas ni colaborar con otros centros de investigación, lo que beneficiaba a empresas rivales como Google o Amazon.