Apple no ha entrado con el pie derecho en el año del aniversario de su iPhone. La compañía que dirige Tim Cook se ha visto obligada a recortar la producción de los modelos más recientes de su buque insignia, el iPhone 7 y el 7 Plus, porque las ventas se han ralentizado incluso más de lo esperado.
La fabricación de ambos dispositivos se verá recortada alrededor de un 10 % durante el primer trimestre de 2017, de acuerdo con los cálculos realizados por Nikkei Asian Review en base a datos de los proveedores que fabrican los componentes de los smartphones y a las cifras globales de ventas.
No quiere esto decir que los terminales más modernos de la manzana mordida se estén vendiendo mal. De hecho, han vuelto a ser los regalos preferidos de Papá Noel estas Navidades. A juzgar por las cifras de activación de nuevos móviles que recopila la firma de analíticas Flurry, un 44 % de los nuevos teléfonos que entraron en funcionamiento durante las fechas señaladas fueron de Apple, frente a un 21 % de Samsung y una larga lista de fabricantes Android por debajo del 5 %.
Sin embargo, la falta de novedades significativas en los dispositivos que salieron al mercado en 2016 parece haber desalentado la renovación por parte de los usuarios, que prefieren esperar a que aparezcan funcionalidades más atractivas para realizar el desembolso que supone adquirir un nuevo smartphone. Eso explicaría que los iPhones del pasado año, muy similares a sus predecesores (polémica del minijack aparte), se estén vendiendo incluso más despacio de lo que Apple esperaba.
De acuerdo con Nikkei Asian Review, la firma de la manzana mordida ya contaba con un ritmo más pausado cuando presentó sus nuevos teléfonos. Tras haber comenzado 2016 con una acumulación de inventario del iPhone 6S, los de Cupertino decidieron recortar la producción del iPhone 7 alrededor de un 20 % de cara a su lanzamiento en otoño.
Aunque esa decisión parecía deberse a las dificultades de los proveedores para suministrar las cámaras de doble lente que incorpora el iPhone 7 Plus, lo cierto es que las ventas iniciales, a juzgar por las informaciones que ha recabado el diario japonés, han ido peor de lo previsto, forzando a Apple a aplicar una segunda reducción de cara al primer tramo de 2017.
La desaceleración de las ventas por segundo año consecutivo no es una noticia agradable para la compañía, cuyos resultados dependen aún en gran medida del éxito de su dispositivo estrella. Está por ver si la próxima versión del iPhone, que este año celebra su décimo aniversario, supone el revulsivo que la compañía necesita tras años de aparente estancamiento.
A juzgar por lo que se ha filtrado sobre el próximo smartphone de la manzana mordida, no cabe esperar avances revolucionarios. Para celebrar su cumpleaños, el buque insignia de Apple podría presentar tres versiones: las dos con pantalla LCD que ya son habituales (la normal, de 4.7 pulgadas, y la Plus, de 5.5 pulgadas y con doble cámara) y una tercera aún más cara que incorporaría por fin la tecnología OLED, una de las señas de identidad de Samsung.
Se habla de un terminal casi sin bordes, con un botón Home táctil totalmente integrado en una gran pantalla que ocuparía casi todo el frontal del dispositivo y, quizá, podría curvarse en los extremos. En principio, nada que no se haya visto previamente en los modelos de otros fabricantes.