Están de aniversario y se presenta ante ellos una oportunidad única para dar un golpe en la mesa con un dispositivo que vuelva a ser revolucionario, como los de antaño. Apple celebra los 10 años de su primer iPhone y el mundo de la tecnología ansía ver con qué tratará de sorprender la compañía de la manzana mordida.
De hecho, y aunque aún no se conoce oficialmente ningún detalle del futuro iPhone 8 (ni siquiera que ese sea finalmente su nombre), ya se especula con el que el próximo smartphone de los de Cupertino llegará al mercado sin botones laterales y convirtiendo su carcasa en un gran sensor táctil. Otra de las novedades que, según los rumores, traería el próximo iPhone sería la posibilidad de cargar su batería de forma inalámbrica. Al menos, eso es lo que ha insinuado Steve Rizzone, CEO de la compañía de carga sin cables Energous.
En una reciente entrevista, Rizzone aseguraba que su compañía de carga inalámbrica estaba trabajando "con una de las más grandes compañías de electrónica de consumo del mundo". Además, el CEO insinuaba que este gigante no era otro que Apple: "No puedo decir cuál es, pero puedo garantizar que tienes productos de esta compañía puestos, en tu escritorio o en tu casa".
Así, comenzó a rumorearse que, efectivamente, el próximo iPhone traería consigo una verdadera innovación gracias a la tecnología que fabrica Energous: no solo se cargaría de forma inalámbrica, sino que, a diferencia de los dispositivos que hoy lo hacen ya sin cables (pero teniendo que estar en contacto con la superficie de un cargador, a través de lo que se conoce como carga por inducción), se podría hacer incluso a cinco metros de distancia de este.
No obstante, otros apuntan ahora a que la supuesta carga inalámbrica del iPhone 8 podría no ser tan revolucionaria. Así lo señalan desde la analista Copperfield Research en un reciente informe. Para empezar, señalan que Apple ya ha presentado más de una docena de patentes desde 2013 de carga inalámbrica y en todas ellas el contacto del dispositivo con el cargador era un requisito indispensable. Por el contrario, en 2011 obtuvieron una patente de carga inalámbrica con la que no era necesario el contacto y que, sin embargo, la propia compañía valoró como "muy ineficiente".
Sin embargo, desde Copperfield Research van más allá y recuerdan que Apple se habría asociado con la compañía Lite-On Semiconductor para la fabricación de los supuestos cargadores inalámbricos de su futuro móvil. En concreto, Lite-On Semiconductor se encargaría de los puentes rectificadores, un componente clave en la carga inalámbrica que ya está presente en los kits fabricados por Energous. Así, una alianza de Apple con la empresa dirigida por Rizzone carecería de sentido.
La pista definitiva la podría aportar el material con el que Apple fabrique el acabado de su próximo iPhone. En caso de confirmarse que los de Cupertino crearán un smartphone diseñado al completo con vidrio, también se despejarían las dudas sobre el tipo de carga inalámbrica. No en vano, este material es necesario para la carga por inducción, ya que el clásico aluminio de los iPhone no es compatible con ella.
Así, la polémica vuelta al frágil cristal del iPhone 4 y 4s estaría justificada. Mientras tanto, si la carga que estuviera planeando Apple se llevara a cabo a través de radiofrecuencia (y, por lo tanto, sin contacto), el cambio sería inútil: tanto el aluminio como el vidrio son perfectamente compatibles.
A la espera de ver lo que sucede cuando el próximo buque insignia de la manzana mordida vea la luz, la lógica parece indicar que, si tiene carga inalámbrica, será una inductiva similar a la que ya hemos visto en móviles de otros fabricantes. El sueño de una carga a distancia mediante radiofrecuencia es mucho menos probable que se haga realidad.