Desde grabar planos imposibles, hasta controlar incendios o rescatar personas; los drones han cambiado nuestra vida. Pero, ¿qué es un dron? Según el diccionario de la Real Academia Española un dron es una “aeronave no tripulada”. La definición de “no tripulada” hace referencia a que es un aparato que se maneja por control remoto. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que un dron es una aeronave que se maneja en remoto. Estos aparatos pueden tener, desde un uso lúdico, hasta una utilización práctica bastante importante, la cual facilita numerosas tareas al ser humano.
Suez España, filial del Grupo Suez, es consciente de la innovación que suponen estos aparatos. A priori una empresa que se dedica a la gestión, tratamiento y provisión de
agua, y al reciclaje y recuperación de residuos como metales o aceites –entre otros- , no está muy relacionada con el mundo del dron. Pero en su búsqueda constante por mejorar sus servicios, Suez España ha decidido aprovechar las posibilidades que ofrecen los drones para hacer inspecciones de sus infraestructuras.
Los aparatos que utiliza la compañía tienen unas características determinadas. “Tiene un diámetro de 50 centímetros aproximadamente, para que pueda entrar y salir incluso a través de las tapas de alcantarillado. Es resistente al polvo y la humedad y puede volar a una profundidad de hasta 20 metros”, explica Péter Kövessi, Innovation Partner de Suez España.
Estos drones son los que se encargan de hacer las revisiones corrientes de sus depuradoras o de sus plantas de reciclaje, por ejemplo, por lo que están preparados para todo tipo de situaciones. Poseen también un sistema de protección contra colisiones e iluminación que permite funcionar en la oscuridad total.
Los drones: un mundo de posibilidades
¿Y cómo es una inspección hecha por un dron? Kövessi nos lo explica: “El operador del dron prepara el vuelo, y vuela el dron para realizar la inspección. Desde la superficie puede controlar, a través de la imagen de una tablet, el recorrido y los detalles que se graban”.
Existe un tiempo limitado de diez minutos para hacer cada inspección, en donde se pueden recorrer distancias de hasta 250 metros. Pese a ello, estos aparatos pueden trabajar durante jornadas: “Las operaciones se realizan con numerosas baterías. Así, en una jornada laboral se puede volar hasta 5 horas”.
Antes de que se utilizaran los drones, era el trabajador el que realizaba la inspección sobre el terreno. Ahora es el dron el que realiza todo ese trabajo, aunque siempre pilotado por el operario, que gana en seguridad. Según Péter Kövessi el uso de estos drones “nos aporta la reducción de los riesgos para los operarios y acceso a lugares donde no se puede acceder de otra manera”. Y es que utilizar estos aparatos para inspeccionar infraestructuras aporta muchas ventajas.
Las máquinas al servicio de las personas
Además de seguridad, estos drones han mejorado los procesos de inspección: “Hemos ganado en eficiencia, inspeccionamos más en menos tiempo; en seguridad, ya que no acceden personas a lugares peligrosos; y en la calidad de la información que recopilamos”. Mientras que antes el operario solo hacía algunas fotos durante la inspección, “con el dron obtenemos dos vídeos, un FullHD y un vídeo térmico”, asegura Kövessi. Esto hace que se obtengan más datos sobre las infraestructuras.
Por ahora, los drones optimizan este tipo de trabajo solo visualmente. Permiten ofrecer imágenes exactas y reales de los lugares que deben inspeccionarse. Sin embargo, Kövessi afirma que “en el futuro veremos drones que manipulen objetos y realicen tareas por nosotros”. Habrá que comprobar, dentro de algunos años, si este pronóstico se cumple. Por ahora, los drones son una herramienta perfecta para facilitar el trabajo de las personas y mejorar su labor.
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