Si alguien puso de moda en España el concepto de "beach club", como ese lugar idílico en una playa maravillosa donde se puede comer rico, pasar el tiempo en una tumbona, tomar un cóctel al atardecer y bailar hasta la madruga sin moverse del sitio, esa fue Ibiza.
Hace más de 30 años que arrancaron los primeros clubes de playa como Tropicana Beach Club y el concepto arrasó por el espíritu bohemio y libre que une la naturaleza de Ibiza con la música tecno, adictiva para muchos de sus creyentes.
Ahora, el concepto se ha sofisticado aún más y ya no vale con una tumbona cómoda o una sombrilla de paja que quedan perfectas en Instagram delante de un mar azul, sino que los que llegan a estos chiringuitos de lujo quieren comer bien y beber mejor.
Y eso lo saben los responsables de Playa Soleil, el beach club situado en Playa d'En Bossa, que se levanta sobre las cenizas del mítico Bora-Bora, y donde tratan de mantener vivo el espíritu de estos espacios de moda y famoseo pero con una gastronomía acorde a la Ibiza del lujo sostenible con la que quieren ganar cada vez más adeptos.
Por eso, la carta de Playa Soleil se basa, principalmente, en productos orgánicos de origen local y de la más alta calidad, en una cocina de temporada donde destacan los arroces y las fideuás.
Aunque su receta es un secreto, como en casi todos los buenos restaurantes, si preguntas en el beach club por el culpable del intenso sabor de estos platos te hablan con una media sonrisa en la cara del maestro arrocero que consigue rematar los arroces con un equilibrio en la textura y en la cocción a la altura de cualquier de los mejores locales de la costa mediterránea. Lo único que pueden desvelar es que todos están cocinados con una base de arroz a banda.
La dirección gastronómica de Playa Soleil está en manos del conocido chef Cristian Castañeda que ha buscado crear una experiencia gastronómica que pelea, incluso, con el indiscutible protagonismo de la playa d'En Bossa; un mar Mediterráneo de azules infinitos y unas hamacas destinadas casi exclusivamente para amantes de la buena vida.
Porque los más de 10 años de experiencia de Castañeda ya le han dejado claro que un local como Playa Soleil puede visitarse una vez por el sol, por las vistas, por los cócteles, por las increíbles fotos de redes sociales, pero sólo se repite otra y otra vez por lo que puedes comer a su mesa.
Arroz y sushi
Las principales variedades que sirven en la carta de Playa Soleil son el arroz o fideuá de carabineros rojos, el arroz o fideuá a banda y un riquísimo arroz o fideuá de verduras. Los precios por persona van desde menos de 30 euros, en el caso del a banda y de verduras a los 49 euros si queremos acompañarlo con unos carabineros rojos muy sabrosos.
Pero arroz no es lo único de lo que podemos disfrutar pisando la arena del mar en casa del antiguo Bora-Bora. Ensaladas, verduras, carnes, pescados, mariscos y unos increíbles mejillones a la brasa, uno de los platos más característicos de este chiringuito de lujo, pueden acompañar a la paella antes o después.
Además, para los amantes de la comida japonesa, el menú cuenta con nigiris, sashimi, uramakis, tatakis y unos deliciosos izusukury que merecen la pena llevárselos a la boca.
Si después de que caiga el sol seguimos teniendo mono de Playa Soleil, el chiringuito de lujo se transforma en un local exclusivo que acoge a los mejores Dj para que la fiesta no pare hasta la madrugada sin dejar de escuchar el sonido del mar o pasearse por la arena.