Antes de comenzar a cocinar, es importante tener a punto todos los utensilios que vayamos a utilizar. Algunos necesitan más mantenimiento que otros, dependiendo del uso que se les dé. Un ejemplo son las planchas, que pueden ser víctimas de manchas como las de grasa o restos de algunos alimentos.
Un ejemplo es un remedio casero que ha resultado ser muy efectivo. El método es muy sencillo y puede realizarse con productos que pueden encontrarse fácilmente en la mayoría de las cocinas. Únicamente es necesario tener a mano limón, sal gruesa y un paño suave.
Una vez hayamos reunido estos tres elementos, ya es posible comenzar con la limpieza. Primero, cortamos el limón por la mitad y espolvoreamos la sal gruesa sobre la plancha. Una vez realizado esto, utilizamos el cítrico como si fuera una esponja, frotando la totalidad de la superficie mientras realizamos movimientos circulares. Después, con ayuda del paño, procedemos a retirar esta mezcla con agua.
La efectividad de este sistema se basa en que la acidez del limón funciona como disolvente para la grasa. Esto se suma a que la sal hará el efecto de un abrasivo suave. Por tanto, la combinación de amos factores hará que fuera mucho más fácil la retirada de las manchas de comida.
Sin embargo, es necesario tener precaución. Debemos asegurarnos de que la plancha es de hierro y ser meticulosos mientras la aclaramos. Esto se debe a que, en caso de tener antiadherente, podría sufrir daños al rascar con la sal. Además, el limón contiene azúcares, por lo que, si no se retira bien dejaría una película que daría mal sabor a lo que preparemos.
Estos no son los únicos productos cotidianos de los que podemos de los que podemos echar mano para limpiar la plancha. Además de la típica rasqueta, si se aplica sobre ella una mezcla de vinagre blanco y agua y más tarde espolvoreamos bicarbonato de sodio, la reacción efervescente ayudará a despegar los restos de comida.
La importancia de la limpieza y desinfección de estas manchas reside en que puede ser un caldo de cultivo para todo tipo de bacterias, algo que podría ser perjudicial para la salud. La transferencia de algunos sabores a su superficie también podría resultar un problema. Es decir, estos métodos tendrían una función que iría más allá de la estética.
Día a día
Aunque este truco pueda sacarnos de un apuro con manchas rebeldes, también es importante cuidar este utensilio a diario. En cuanto al mantenimiento, es recomendable limpiarla con regularidad, no utilizar utensilios que puedan rayar o dañar la superficie de la plancha y secarla completamente, para evitar la acumulación de óxido.
A pesar de que una plancha de cocina puede durar años, todas ellas dejan de tener un funcionamiento óptimo en algún momento. En el caso de observar un desgaste evidente en la misma, ya sea porque muestre óxido o ya no caliente de manera uniforme, sería necesario buscar un reemplazo.