Probablemente muchos llevamos meses escuchando esta noticia, pero justo ayer Martes fue el día elegido para la entrada en vigor de la nueva ley que afecta a los productores y consumidores de yogures.
El real decreto que entró ayer en vigor, que fue aprobado por el Consejo de Ministros y propuesto por el Ministerio de Agricultura, tiene como finalidad equiparar las condiciones de fabricación a las ya vigentes en el resto de la Unión Europea con el fin de que los productores españoles de yogures puedan competir con el resto de productores europeos en las mismas condiciones, además se pretende reducir el desperdicio de alimentos que podrían consumirse sin riesgos para la salud.
Hasta ayer, la antigua ley, obligaba a los productores de yogures a poner como fecha de caducidad 28 días tras la fabricación del producto. La nueva ley ha eliminado la fecha de caducidad sustituyéndola por una fecha de consumo preferente, fecha que será establecida por cada productor ateniendo a las características, envase y proceso de elaboración del producto. La fecha preferente indicará la fecha en la cual el producto empezará a perder sus propiedades organolépticas, tales como sabor, textura, aroma o color.
Otra de las novedades de la nueva ley es que se permitirá el empleo de la nata como ingrediente para aportar cremosidad a los yogures. Las categorías de yogures contempladas en el nuevo marco son las siguientes: yogur natural, yogur natural azucarado, yogur edulcorado, yogur con fruta, zumo y otros alimentos, yogur aromatizado y yogur pasteurizado después de la fermentación. Además se encargará de controlar las materias primas utilizadas en cada una de las variedades anteriores, detalles que deberán incluirse en el etiquetado.
Esta nueva ley ha originado opiniones en contra y a favor, a pesar de que las autoridades sanitarias sostienen que tomar un yogur con más de 28 días no entraña riesgo para la salud si se mantiene correctamente la cadena de frío, aunque sus propiedades nutricionales se van perdiendo con el transcurso del tiempo.
Los fabricantes han adoptado una posición conjunta a través de la Federación Nacional de Industrias Láctea, dando su aprobación a la nueva ley y decidiendo ampliar de 28 a 35 días el plazo de vida del yogur. Sin embargo, han sido críticos con la clausula de la ley que sustituye la fecha de caducidad por la de consumo preferente, ellos piensan que se podría “banalizar el producto, perjudicar la seguridad alimentaria del consumidor y confundirle”.
Lo que podemos decir es que en última instancia ahora es el consumidor el que debe tomar la decisión de consumir o no dichos productos hasta la fecha de recomendación.
Y tú, ¿alguna vez has tomado un yogurt tras pasar la fecha de caducidad?