Suena un poco extraño, o cuanto menos curioso, ¿verdad? Pero sí, parece ser que sí se puede. Como prueba de ello lo que ha hecho un señor en Iowa y que ahora mismo os vamos a contar.
Un buen día a este hombre se le ocurrió plantar las hojas de la parte superior de una piña que ya se había comido y sus amigos y conocidos le tomaron por loco. Pues bien, al cabo de 3 años cuidando la planta mirad lo que ha conseguido, su propia piña cultivada en el salón de su casa durante el invierno y que, según comenta, en verano la sacaba al patio.
Lo sabemos, no es la forma más eficiente de conseguir una piña, pero no podemos negar que la historia es cuanto menos curiosa y que la satisfacción de poder comerte tu propia piña conseguida con tanto esfuerzo debe ser impagable. Sin olvidar tampoco el disponer de una decorativa y original planta en el salón mientras va creciendo la fruta.
No sé vosotros qué opinaréis, pero yo me estoy planteando poner las hojas de la próxima piña que compre en una maceta en vez de tirarlas a la basura 🙂