Europa está prohibiendo las cápsulas de café y la ciudad alemana de Hamburgo ha sido la primera en hacerlo de manera oficial al prohibir el uso de cápsulas de café (Nespresso, Tassimo, Dolce Gosto…) en todos los edificios gubernamentales, alegando que un envoltorio de 3 g por dosis de 5 o 6 g de café que mezcla plástico y aluminio y resulta difícil de reciclar es un auténtico derroche y no debe ser financiado por dinero público.
Europa está prohibiendo las cápsulas de café individuales, ¿por qué?
Desde hace una década las cápsulas de café han invadido nuestras casas y lugares de trabajo, su comodidad y limpieza hacen que no nos importe pagar más por el café y cada vez son menos los que siguen preparando el café a la antigua usanza. Pero, que siempre hay un pero, no todo son bondades, ya que estas cápsulas en el 95% de los casos se fabrican con mezclas de plástico y aluminio, lo que hace que sean imposibles de reciclar en la mayoría de las plantas de tratamiento de residuos, por lo que se trata de un embalaje no sostenible desde un punto de vista medioambiental.
Y aunque en los edificios gubernamentales de Hamburgo la prohibición es ya un hecho, otros países como Gran Bretaña están tomando conciencia del problema pues aunque es cierto que algunas marcas, como las Senseo de Philips, fabrican cápsulas biodegradables y otras como Nespresso tienen sus propios puntos de recogida para que sean recicladas correctamente, no sucede así con otras marcas entre las que se incluyen las marcas blancas. Si a eso se le añade el poco uso que se le da a estos puntos especiales de recogida -que levante la mano el que tenga una cafetera de estas en casa y no tire las cápsulas usadas en alguno de los cubos de basura normales- lo que hace que sean cada vez más cápsulas las que llegan al medio ambiente pudiendo llegar a causar problemas de contaminación con el transcurso de los años.
Fuente| Magnet