Estamos acostumbradísimos a ver cada día más productos enriquecidos con calcio, un mineral fundamental en nuestra dieta tanto durante el crecimiento como durante la edad adulta para prevenir patologías como la osteoporosis.
Pero y si os dijera que una de las principales fuentes naturales de calcio que entran en nuestras cocinas la acabamos tirando a la basura. Sí, lo habéis adivinado, estoy hablando de las cáscaras de huevo.
Cáscaras de huevo, una fuente natural de calcio
Lo sé, ahora estáis pensando que me he vuelto loca de remate, que si no sé que la cáscara de huevo está llena de suciedad, que si puede tener bacterias…. Tranquilos, que no se trata de comer cáscaras de huevo como quien come patatas fritas de bolsa.
Lo interesante de la cuestión es que cada cáscara de huevo tiene unos 2 g de calcio que es el doble de la cantidad diaria recomendada y podemos aprovechar este calcio de las cáscaras de huevo para hacernos nuestro propio suplemento de calcio.
Para poder ingerir las cáscaras de huevo hemos de empezar por hervirlas a conciencia con el fin de matar todos los microorganismos patógenos que puedan tener, después se escurren, se colocan sobre una bandeja de horno y se secan durante unos 15 minutos en el horno a 90ºC, se dejan enfriar y, finalmente, se trituran en un procesador de alimentos hasta pulverizarlas.
Cómo consumir las cáscaras de huevo
Una vez tenemos nuestras cáscaras de huevo pulverizadas podemos utilizarlas para enriquecer con calcio preparaciones como masas de pizza o de pan, o incluso podemos añadirlas a la masa para hacer pasta fresca casera.
Precauciones
Eso sí, por el hecho de que nos salga barato y sea fácil de obtener no hay que olvidar que la cantidad diaria de calcio recomendada para una persona adulta es de 1 gramo -más o menos el equivalente a media cáscara- y es un dato a tener en cuenta a la hora de utilizarlo, pues tampoco debemos ingerir calcio en cantidades excesivamente elevadas.
Fuente | Business Insider