Después de más de un año en el que la hostelería y la restauración han sido unos de los sectores más castigados por la pandemia, poco a poco, se va empezando a recuperar la normalidad. Y, en ese camino para conseguirla, esta semana se ha celebrado una nueva edición del congreso gastronómico Madrid Fusión. Aunque este año hayamos tenido que esperar casi al verano, la celebración del mismo de manera presencial nos llena de ilusión y nos hace sentir que empezamos a salir del bache.
De todos los eventos programados durante la celebración de esta edición de Madrid Fusión, uno de los más esperados era el momento de dar a conocer quién es el ganador del premio al Cocinero Revelación 2021, que cuenta con el patrocinio de Balfegó, algo que se ha producido hace escasos minutos.
Los chefs de Cañitas Maite, Cocineros Revelación 2021
Juan Sahuquillo y Javier Sanz, del restaurante Cañitas Maite (Casas Ibáñez, Albacete) se han impuesto a sus rivales en una final en la que los chefs de ocho restaurantes españoles aspiraban a llevarse el premio.
Estos dos jovencísimos chefs son uno de los más claros exponentes del futuro prometedor que le espera a la gastronomía española. En menos de un año han conseguido poner en el mapa gastronómico a esta pequeña localidad de Castilla-La Mancha con lo que es tan solo el comienzo de un ambicioso proyecto gastronómico. La suya es una cocina que busca conectar con las raíces, con el entorno y que se completa con los mejores productos de la península y de las islas de una manera sostenible y respetuosa con el medioambiente.
El segundo puesto ha sido para Luis Callealta de Ciclo Restaurante (Cádiz) y el tercero para Julen Baz del restaurante vizcaíno Garena.
Aspirantes de gran nivel en la edición de este año
Aparte de los flamantes vencedores, los chefs de otros siete restaurantes aspiraban a conseguir este prestigioso premio que reconoce la labor de cocineros noveles cuya trayectoria les augura una carrera prometedora.
- Lara Roguez del restaurante Kraken Art Food (Gijón, Asturias) estudió hostelería en Gales y trabajó como jefa de cocina en el mejor restaurante de esa ciudad. Al regresar a España pasó a formar parte del equipo de Nacho Manzano. Desde hace unos dos años y medio está al frente de la cocina del Kraken Art Food, el restaurante del Acuario de Gijón, en el que desarrolla una cocina creativa con la que ha conseguido destacar en el panorama gastronómico asturiano.
- Carles Pérez de Rozas del restaurante Berbena (Barcelona), un pequeño local de apenas 30 m2; en el barrio de Gracia barcelonés, con una cocina que puede verse desde la barra en la que Carles, formado en grandes cocinas de varios continentes, desarrolla una cocina en la que abundan platos sorprendentes y originales elaborados con muy pocos ingredientes.
- Dani Malavía y Roseta Félix del restaurante Fraula (Valencia), formados en El Celler de Can Roca (ella) y en Quique Dacosta y Ricard Camarena (él) están al frente de este pequeño y acogedor restaurante en el que, con productos de primerísima calidad, defienden una cocina creativa de estética altamente cuidada.
- Luis Callealta de Ciclo Restaurante (Cádiz) ha sido director gastronómico de Aponiente durante ocho años. Después de dejar el equipo de Ángel León, en diciembre del año pasado abrió este restaurante junto a su mujer, Rocío Maña, y ya es un referente de la capital gaditana.
- Sergio y Mario Tofe del restaurante Éter (Madrid), está siendo el descubrimiento del año en la capital. Este pequeño local del barrio de los Metales, con tan solo 4 mesas ya tiene las reservas completas. Empezó con una cocina de inspiración francesa y ha evolucionado hasta convertirse en una cocina mucho más viajera, pero siempre con criterio y consiguiendo platos que son pura sensibilidad y equilibrio partiendo de productos humildes que ensalzan con maestría.
- Juan Guillamón de Alma Mater (Murcia) se formó recorriendo el mundo durante seis años como miembro de la cocina de la escudería Ferrari en la Fórmula 1, por lo que no es de extrañar que su propuesta gastronómica en este restaurante, que abrió sus puertas hace poco más de dos años, sea una cocina de carácter viajero en la que fusiona la increíble materia prima de la huerta murciana con sabores y recetas de otras partes del mundo.
- Julen Baz del restaurante Garena (Dima, Vizcaya) siempre tuvo claro que iba a ser cocinero y pasó de hacer bocadillos en el bar del instituto en el que estudiaba a trabajar en las cocinas de Azurmendi con Eneko Atxa, donde aprendió a trabajar con la disciplina que ahora le caracteriza en Garena. La suya es una cocina de caserío con la que ha conseguido elevar al nivel de alta cocina platos de aprovechamiento típicos del rural vasco.