Hay restaurantes que no son para todos los públicos. En el caso de La Peña, en Murcia, puede que para los que sufran de ácido úrico no sea el mejor destino, pero tampoco lo será para los que no les gusta asistir a una comida con espectáculo incluido.
Pero este no es un espectáculo cualquiera, amigos. No esperéis belly dancers, ni acróbatas que se suben a la barra mientras el barman prepara un cóctel, tampoco seréis el ‘conejillo’ de ningún truco de magia, aquí la estrella y única estrella es la tonelada de marisco que llega a las mesas en carretilla al ritmo del himno de España. Bueno, y quien la porta: Pedro Lucas Abellaneda (Lorca, 1966), el hostelero al frente de este restaurante murciano por el que la gente conduce cientos de kilómetros y acumula largas listas de espera, para darse un festín sin parangón.
Langosta caribeña, buey de mar, bogavante, quisquilla, gamba roja y blanca, langostino, cangrejo azul, almeja marrón y blanca, nécoras y mejillones, son algunos de los crustáceos y moluscos que se sirven en este restaurante de Lorca.
Un festín marinero, por el que se paga 50 euros y no existe límite, o al menos la idea, surgió en marzo, tal y cómo le cuenta el propietario de La Peña a El Español: “La idea surgió de una broma que le gasté a un torero amigo mío, Domingo García Montiel: 'Dominguín'. Se iba a cortar la coleta y le hicimos un homenaje en mi restaurante el 27 de marzo de este año. Le pregunté a su mujer, Maruja, qué ponía de menú y me dijo: 'Arroz y pavo y marisco a punta pala'. Me lo dijo de cachondeo, pero se me encendió una bombilla: pedí prestada una carretilla para gastar la broma de servir el marisco con una pala y un amigo lo grabó. El vídeo lo colgó en Facebook, luego alguien lo compartió en TikTok y la gente empezó a llamar al restaurante preguntándome: '¿Cuándo repites lo del marisco a lo bestia?'” comentan a los compañeros que en verano fueron a vivir en primera persona la experiencia.
Medio año después, Pedro y su carretilla siguen repartiendo marisco de mesa y mesa y son ahora las redes sociales las que se han convertido en un hervidero haciéndose eco de esta cuestionable práctica. El último, el periodista al frente de El Comidista, Mikel Iturriaga, que ha comparado la experiencia de ir al restaurante con algo similar a ir a un establo, pero en este último caso tú eres al que alimentan. ¿El auténtico ‘farm to table’?
Los hilos que envuelven la anécdota son infinitos y los videos incontables, todos con el mismo contenido: un despiporre con acento cañí y mucho, mucho marisco. De vez en cuando, también se cuela Pedro en la imagen, por aclamación popular.