Todo el que haya ido a un festival de música sabe que los precios de la comida y la bebida están muy por encima de lo que está acostumbrado a pagar en casi cualquier restaurante que sirva algo parecido. Y eso por no hablar de la calidad, que tampoco suele estar a la altura.
Pero lo que ha pasado en el recientemente celebrado festival de música electrónica EDC Las Vegas supera todo lo que habíamos visto hasta ahora. Incluso los asistentes de Estados Unidos, acostumbrados a unos precios mucho más elevados de los que tenemos en España, se han sorprendido con lo ocurrido.
EDM es uno de los eventos de música electrónica más esperados del año, y esta política de precios lo ha metido en una polémica viral. Los precios desorbitados de la comida en el evento generaron un gran revuelo después de que un video en TikTok mostrara los costes excesivos y se volviera viral.
Además, una publicación en Reddit de un presunto miembro del personal informó dando detalles concretos sobre las dificultades internas que enfrentan los empleados, quienes expresaron su frustración por los precios.
Comida de festival a más de 100 dólares
Según muestra el video, como su autora describe, los precios en EDC Las Vegas 2023 como "desconcertantes". Para hacernos a la idea, una pizza entera costaba hasta 96 dólares, un plato de tacos tenía un precio de 70 dólares y un plato de sushi con solo seis rollos alcanzaba la asombrosa cifra de 100 dólares. Estos precios tomaron por sorpresa a los asistentes y su indignación incendió las redes sociales, donde nadie entiende qué les pasaba por la cabeza a los organizadores para aceptar este tipo de precios.
Por supuesto nada de esto estaba incluido en la entrada, que partía de un precio de 379 dólares, y ascendía hasta los 559 dólares con baños premium o 829 dólares con acceso a la zona VIP.
En la publicación de Reddit, un miembro anónimo del personal confirmó las sospechas generalizadas de que los precios eran realmente excesivos. El miembro del personal expresó empatía hacia los asistentes al festival, admitiendo que estaban en desacuerdo con los precios tanto como ellos.
Además, arrojó más luz sobre la difícil posición que enfrentaba el personal, alegando que supuestamente se les amenazaba con arresto o ser incluidos en una lista negra para futuros empleos si ofrecían descuentos o regalos. Esta información agrega otra capa de complejidad al problema, resaltando la tensión entre la empatía del personal y las restricciones impuestas tanto por la política de la empresa como por las obligaciones legales.
"La única forma en que nos contratan es a través de estas agencias que subastan contratos y se dedican a recaudar hasta el último centavo posible (por eso nos quedamos sin cosas todo el tiempo). Estoy seguro que la mayoría notaron nuestro menú limitado ayer, para que ellos obtengan más beneficios", contaba el supuesto miembro del personal.