El nuevo restaurante de Dani García en Madrid: un regreso a sus orígenes con cocina 'non-stop'

Tragabuches, el restaurante malagueño del chef Dani García, llega a Madrid. Concretamente a la número 40 de la calle de José Ortega y Gasset, en pleno barrio de Salamanca. Una propuesta culinaria que aterriza el próximo jueves 4 de enero donde el producto andaluz es el máximo protagonista.

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Con esta nueva apertura, el cocinero ya suma siete espacios gastronómicos en la capital: BiBo (en la Plaza de Emilio Castelar), la coctelería El Coleccionista (dentro de BiBo), Lobito de Mar (en el barrio de Salamanca y en La Finca de Pozuelo de Alarcón), Dani Brasserie (en el hotel Four Seassons), la brasería Leña y Smoked Room (ambos dentro del Hotel Hyatt Regency Hesperia) y, ahora, Tragabuches. 

La historia de Tragabuches se remonta al verano de 1998, cuando García inauguró este restaurante en Ronda (Málaga). Por aquel entonces el chef tan sólo tenía 22 años y el local no ofrecía comida vanguardista como en la actualidad, aunque sí destacaba por su cocina andaluza de kilómetro cero.

Una de las mesas de Tragabuches Madrid.

Veinticinco años después, Tragabuches abrió sus puertas en Marbella, la ciudad natal del chef. Así, la pura cocina andaluza, la cultura y el producto llegaba a las orillas del mar convirtiéndose en un oasis para disfrutar de nuevo en familia de los sabores de Andalucía. De la mano de Tragabuches llegaron también por primera vez en la historia de Grupo Dani García los desayunos, una experiencia con platos innovadores y otros más tradicionales.

Hoy, bajo esa misma esencia, el chef marbellí ha recuperado y actualizado aquel primer restaurante que le abrió paso en el universo culinario y que ahora lleva a la capital. En la carta de Tragabuches Madrid no faltarán platos de cuchara y recetas de toda la vida, pero transformadas y trasladadas al momento actual. Con una capacidad para 180 personas, el espacio cuenta con tres plantas y tres zonas bien diferenciadas: la barra, el salón y cuatro reservados, todos ellos disponibles en cualquier horario del local, ya se trata de una cocina non-stop.

La tortilla de patatas de Tragabuches.

La carta de su salón incluye una amplia variedad de opciones que constituyen una combinación de platos nuevos y otros reinventados del Tragabuches original. Entre ellos se encuentran recetas frías como el salpicón de marisco o las milhojas de foie y queso de cabra de Ronda con manzana verde caramelizada (1998) y otras calientes como el rabo de toro guisado y desmigado envuelto en ravioli (1998). Tampoco faltan bocados clásicos a base de huevos camperos, como la tortilla de patatas tradicional o la de zurrapa, y una selección de guisos andaluces como el arroz meloso de morcilla de Ronda y navajas (1999).

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Otras secciones relevantes en la carta de este nuevo Tragabuches serán la boutique de pescados y carnes de Andalucía a la parrilla con una selección de la mejor pesca del día traída desde el Mediterráneo y el Atlántico andaluz, y también de las mejores piezas de chivo malagueño asado y carne en su punto óptimo de maduración.

Los platos de Tragabuches.

El restaurante dará comienzo a su actividad desde por la mañana ofreciendo desayunos y su cocina permanecerá abierta hasta el final del día con la cena. Su carta de desayunos incluye una amplia variedad de pitufos y molletes como el de zurrapa de lomo blanca, distintos tipos de huevos (como los benedictinos con carne mechá), y especialidades como el sándwich mixto con mantequilla francesa.

Tras el desayuno, la barra y su carta tomarán protagonismo hasta la apertura del salón, cerca del mediodía, y también permanecerá abierta durante la tarde hasta la reapertura del restaurante de cara al servicio de cena, de modo que hay opciones para cada momento del día.

Uno de los postres de Tragabuches.

La propuesta culinaria de Tragabuches se complementa con una carta líquida de cerca de 600 referencias y gran variedad geográfica, así como una importante selección de Champagne y Borgoña. Del mismo modo, no pasará desapercibido su particular guiño a los vinos andaluces, tanto Blancos Tranquilos como Jerez. 

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Así pues, Dani García traslada a Madrid el restaurante que en su día supuso el origen de toda su carrera culinaria, con una propuesta gastronómica que sabe a su tierra y que está muy centrada en el producto. Un lugar que esperamos que nos sorprenda y que ya se posiciona como una de las inauguraciones más esperadas del 2024.