La Val d’Aran, situada en los Pirineos catalanes, no solo cautiva con su impresionante paisaje montañoso, sino también con su rica y diversa gastronomía. El viaje culinario es uno a través de los sabores tradicionales y los productos locales. Una variada despensa que ofrece desde quesos artesanales como el famoso Tomeu, o embutidos como el bordier, y que alcanza su máxima expresión en platos emblemáticos como la olla aranesa (una sabrosa sopa de carne y verduras cocida a fuego lento) o el trinxat, una deliciosa combinación de col, patatas y panceta frita.
Por su territorio también se extiende la caza y la pesca, que sirve para configurar la cocina local e íntima que practican señalados chefs araneses de alta cocina. Cuatro de ellos bajarán de la montaña hasta el nivel del mar para celebrar la primera edición de las Jornadas Gastronómicas de la Val d’Aran en Barcelona. Del 5 al 18 de febrero se podrá disfrutar de los platos que han preparado para la ocasión Josep Gregorio (El Portalet), Albert Jubany (Eth Bistró), César Mory (Es Arraïtzes) y Marc Nus (Era Coquèla), portadores de los sabores de esta región y reconocidos por las principales guías y premios internacionales de gastronomía como Guía Repsol y Guía Michelin.
No lo harán solos, lo harán con anfitriones de lujo que durante 15 días abrirán las puertas de sus casas para cocinar mano a mano con estos invitados tan especiales. Manu Núñez desde Batea, Marc Pérez desde La Sosenga, Víctor Ródenas desde Maleducat y Enric Buendía y Aritz Ribalta desde Taberna Kamikaze acogerán en sus fuera de carta o incluirán en sus menús degustación dos platillos de sus homónimos araneses. Casi a modo de 4 manos, anfitrión e invitado han fusionado cocinas con hilos conductores similares y discursos cercanos y creado dos platos que lo demuestran.
Así, con la cocina del mar de fondo, los reconocidos platos de César Mory en Es Arraïtzes, causa limeña de foie caramelizado con olivada de oliva de botija y tomate seco del Valle y Ceviche de lomo de corvina leche de tigre de ají amarillo ahumado se incorporan en los fuera de carta del restaurante Batea.
El match de Marc Pérez con Marc Nus ha sido espontáneo. Ambas chefs defienden la tradición revisada, el gusto por las elaboraciones clásicas con pinceladas de técnica y emplatados contemporáneos. Al menú degustación de mediodía de La Sosenga, se incorporan las colmenillas de rabo de buey en su crema y la yema de huevo trufado con gamba roja y pan hojaldrado.
La conexión de Josep Gregorio con Víctor Ródenas se vehiculó por la pasión común por los guisos y la caza, productos que ambos bordan y tratan con extrema delicadeza y maestría. Dos cocineros muy técnicos que encuentran su inspiración en el producto (y su temporada) y el territorio: el ravioli de berenjena a la llama, ceps, ajo negro, yema curada a la sal y cuello de cabrito confitado se suma a los fuera de carta de Maleducat junto a otro gran plato signature de Gregorio en El Portalet, la vaca vieja madurada con patata, dátil, café y semillas de mostaza.
El último dueto lo forman Albert Jubany (Eth Bistró) cuya trayectoria pasó por las cocinas de Enric Buendía (Taberna Kamikaze). Jubany volverá a la que fue su casa un tiempo para acercará el recetario de su tierra natal, l’Empordà, para ofrecer dos hits: el canelón de centolla a la donostiarra, salsa de erizo de mar y azafrán con pil-pil de plancton y alga codium y la croqueta de gamba con kataifi, romesco de cacahuete, mayonesa de azafrán y alioli de ajo negro.
Eth Bistró x Taberna Kamikaze