El mejor pan de España se sirve en un antiguo palacio del siglo XVIII de un pueblito de Cantabria
Un producto artesano elaborado con las mejores harinas, masa madre natural de cultivo y una larga fermentación.
18 marzo, 2024 17:00Los españoles comemos una media de 27,94 kilos de pan al año. Su llegada a la península fue de mano de los celtíberos, en el siglo III A. De C., y desde entonces se ha desarrollado una rica cultura del pan en la que se estima que existen un total de 315 variedades, según el gastrónomo José Carlos Capel.
En 2017, Jesús Sánchez, chef del Cenador de Amós, apostó por hacer el pan que iba a servir en su restaurante, galardonado con tres Estrellas Michelin. Una apuesta personal que le valió el premio al 'Mejor pan de restaurante' en la segunda edición del certamen gastronómico Madrid Fusión celebrado en IFEMA Madrid.
Un galardón con el que se pretende poner en valor el pan en la restauración y contribuir al reconocimiento general de este producto fundamental de la gastronomía española.
Así es el pan de Amós
Premiado como el mejor pan de España elaborado en restaurante 2024, desde el Cenador de Amós aseguran que "el reto principal de Jesús Sánchez ha sido recuperar el sabor y la calidad de los mejores panes tradicionales de siempre". Un producto artesano elaborado con las mejores harinas y los procesos más adecuados.
Un proyecto que empezó "como un sueño", tal y como aseguran desde el Cenador de Amós. "Nuestra panadería nace de la inquietud de Jesús, quería recuperar la tradición de sus antepasados, ellos le enseñaron a amar el mundo del pan. En su familia siempre hubo panaderos", reflejan en su página web.
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El pan de trigo blanco, el inicio de todo. Fue la primera de las variedades y la más popular. Un pan de larga fermentación y elaborado con masa madre natural de cultivo, sin adición de levadura de panadería, que se cuece en un horno de solera de piedra que da como resultado una miga crema y una corteza dorada.
A esta primera variedad se han sumado otras cuatro. El pan de pueblo, elaborado con una mezcla de trigo y centeno, es el más rústico del Cenador de Amós. Sus creadores lo describen como "un pan con un aroma y sabor intensos a cereal, saludable, de larga conservación y en la línea de los grandes panes rústicos tradicionales".
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El pan de aceite, "una delicia gastronómica de la tradición italiana", el del Cenador de Amós "se caracteriza por su tierna textura y espectacular aroma debido al alto contenido en AOVE infusionado con hierbas aromáticas", explican.
Con trigo blanco y de semillas se consigue una cuarta variedad "muy saludable y nutritiva por su alto contenido en semillas de girasol, calabaza y sésamo tostadas que le añaden una nota de frutos secos, además del sabor y color que aporta el lino. Destaca entre el resto por un aroma y textura únicos", indican.
Por último, el pan integral. De trigo integral 100%, "es un pan saludable, elaborado con la harina resultante de la molienda a la piedra del grano completo. Tiene, por tanto, un mayor aporte nutricional y más fibra. Además de los beneficios para la salud tiene un efecto saciante.
El Cenador de Amós
El Cenador de Amós debe su nombre al abuelo de Jesús Sánchez, su propietario y chef, que explica que "era Amós cocinero de unas sopas de pimiento por la noche, preparador del desayuno con migas y animador de tertulias inolvidables. En su mente quedó la ilusión de poner una fonda, ilusión que jamás pudo alcanzar".
"Yo, su nieto, al que nunca llegó a conocer, traje hasta aquí su historia y su recuerdo; seguro que jamás pensó que su espíritu llegase tan lejos ni que fuese a dar nombre a un sueño, que es hoy nuestro restaurante", concluye.
El tres estrellas es un templo gastronómico que se encuentra en una maravillosa casona-palacio que data del año 1756. El chef se formó en la Escuela Superior de Hostelería de la Casa de Campo de Madrid, donde simultaneaba su formación con cursos de la Asociación de Pasteleros y Reposteros de Madrid.
En 1989, Sánchez llegó a Cantabria para trabajar en las cocinas de El Molino de Puente Arce. Desde ese momento, la tierruca se convirtió en su tierra de adopción. En la actualidad, los platos de su restaurante, el Cenador de Amós, son un homenaje al producto cántabro. "Una combinación de producto, tradición, creatividad, técnica y pasión por la cocina", resumen en su página web.